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viernes, 30 de abril de 2021

QUINTO DOMINGO DE PASCUA. 2 de Mayo. 2021.

 

 

“No amemos de palabra y de boca sino de verdad y con obras”
¡Es el principal fruto que espera Jesús de su Viña!

    De nuevo “Yo soy”. Cristo Jesús es la manifestación del Padre; Jesús cuida de nosotros como Pastor; Jesús nos hace llegar al Padre, porque es la Puerta abierta siempre. En este domingo Cristo se presenta como la Vid Verdadera, se deja cultivar por el Padre y espera de nosotros otro tanto, para que demos fruto y que este sea abundante.  

* El "yo soy"; recordamos del Domingo pasado a Jesús cuando dice “yo soy el Buen Pastor, yo soy la Puerta de las ovejas”; el Mesías: el pan de vida;  la luz del mundo; el Hijo de Dios; la resurrección y la vida; el Señor y el Maestro; el camino; la verdad; el rey de los judíos. Ese “Yo soy” nos llama a una entrega incondicional a Él, un seguimiento exclusivo, una adhesión plena. Ahora Él es la Viña, con clara resonancia al bello canto de Isaías, donde el pueblo de Dios no había dado fruto.  ¿Habrá que arrancar esa Viña? Ahí está el Hijo para interceder;  ahora Jesús se presenta como la clave curativa para que la viña produzca buenos frutos. Él será la vid, y nosotros, todos, los sarmientos; por Él, nos será posible dar buen fruto. Ahí está Pablo (Hechos de los Apóstoles) el cual se ha incorporado a Cristo y a su Iglesia; caído por tierra sigue un camino difícil, pero que ha terminado en “Mi vivir es Cristo” 

 


  - Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.

  

* Escuchándole a Jesús, unidos a su Palabra, a su persona, unidos unos a otros y a la Vid, podremos dar frutos de Amor y Servicio a los más necesitados, como nos lo pide el Señor según el apóstol San Juan. La práctica del Amor y la Verdad en la unidad, tema central  de las cartas del Apóstol S. Juan.  

* Permanecer en Él es la seguridad de que daremos buenos frutos. “Yo soy-Vosotros sois”. “Permaneced en Mí y Yo en vosotros”… es la relación del discípulo y el maestro, que exige reciprocidad personal, el trato personal,  indispensable para dar fruto. La fórmula "permaneced en mí y yo en vosotros", muy típica de este evangelista, define esa relación íntima del discípulo con Jesús, condición indispensable para dar fruto. Se da una transformación muy peculiar en la imagen de la viña de Israel y la propuesta simbólica de Juan: allí, cada cepa es independiente, una a una, tienen su vida propia; en la simbología de Juan, la cepa  es el mismo Jesús y hace que los pámpanos estén unidos a la cepa, y como Jesús es la vida, la luz, el Hijo… al  estar nosotros unidos a Él tenemos vida abundante.  

*La Comunidad que propugna Juan puede entenderse como una intimidad, mientras Lucas señala el “camino-seguimiento”. Son dos aspectos de nuestra entrega a Cristo: Intimidad que no "exclusividad" por lo que se nos permite y manda que esa luz y esa vida que El ha traído, llegue a toda la humanidad. Esa luz de Jesús y esa vida tienen muchas formas de manifestarse y de hacerse presente. Se trata de que  confiemos siempre en Él. COMO RESUMEN:  

  • Fe igual a encuentro personal con Cristo a través de la Palabra, el Agua y el Espíritu que engendran la fe. 
  • Acogida  del Mensaje de Jesús; opción clara por Él, así nos insertamos en Él, enraizamos y crecemos con la Gracia, don de Dios. 
  • Estando los sarmientos unidos a la Vid y entre sí, nos constituimos en comunidad viva que sigue a Jesús. Él es la savia que corre por la planta, Él da el verdor a los sarmientos, fortifica el tronco y las raíces… en lo que ya se anuncian los buenos frutos. La luz, la alegría, la creatividad y las fuerzas para vivir la Comunidad Iglesia, son de Jesús 
  • La Misión de esta Comunidad es hacer visible a Cristo en este mundo; testimoniarlo, vivo y presente. 
  • Parecernos a Jesús es  dejarnos podar de todo lo seco y lo que no da fruto, para asemejarnos a quien pasó haciendo el bien. A veces la poda es una prueba dolorosa…como Jesús en la CRUZ. 
  • Esa vinculación, relación íntima, seguimiento, acogida de su gracia, ser sarmientos unidos a la Vid, nos llevará a dar TESTIMONIO DE CRISTO ANTE EL MUNDO. 


Cepas de vid plantadas en el valle del Bierzo (León)
Camino de Santiago por el Camino de invierno.


Antonio Aranda Calvo. Sacerdote 
 

 Lectura del santo evangelio según san Juan 15, 1-8 

 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

“Yo soy la verdadera vid,  y mi Padre es el labrador.

A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. 

Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.

Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. 

Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. 

Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos.»



 


sábado, 24 de abril de 2021

LA MUJER ¡MARÍA!

 

LA MUJER ¡MARÍA! 

(A la Divina Pastora, Madre del Buen Pastor) 

 

Mujer como ninguna haya existido, 

María resplandeciente más que el Sol, 

pues que “UN SÍ”  fecundó en tu vientre  

al que es la fuente de la Luz. 

 

Mujer, exquisita obra del eterno, 

María, esposa amada de tu Dios; 

Pastora, sin igual, que en estos valles, 

alumbraste al que fuera el Buen Pastor. 

 

Mujer, camino recto y sin tropiezo,  

puerta abierta para tu Señor, 

humilde, sencilla y verdadera, 

Tú eres la Madre del Señor. 

  

Haz que tu puerta esté por siempre abierta 

para poder entrar mejor  

al bendito rebaño del tu Hijo 

y seguir por siempre la llamada del Pastor. 

 

Antonio Aranda Calvo. Sacerdote. 

  

Anexo: Colaboración de Miguel Mesa Molinos

    El primer domingo de septiembre, como cada año, sale en procesión la Ilustre, Fervorosa y Muy Antigua Hermandad de la Limpia y Pura Concepción de María y Archicofradía de la Divina Pastora de las Almas", o sea, "La Pastora".  Hermandad  de Gloria que está muy vinculada al barrio de San Idelfonso.



La Pastora a su paso por la calle Maestra

     Sobre el año 1697, en los archivos de la Hermandad, ya aparece el subtítulo de “Cofradía de los Pastores”, siendo la mayoría de sus cofrades pastores y ganaderos en esa época. 



 Imagen de la Divina Pastora en una hornacina en el lateral derecho de la Basílica de San Idelfonso.
 

 

 

 


viernes, 23 de abril de 2021

CUARTO DOMINGO DE PASCUA 25 de Abril.

 


“El Señor es el Pastor que me guía y la Puerta por donde puedo llegar hasta Dios”

La imagen de este cuarto domingo de Pascua es  el Buen Pastor… Por ello se le ha llamado Domingo del Buen Pastor, imagen muy querida en la Iglesia desde los comienzos, como ha quedado expresado en las Catacumbas y en los sarcófagos cristianos, y todavía, a pesar de nuestra cultura poco pastoril, esa imagen la acogemos con gozo. Su significado, explicado por el mismo Jesús, es muy claro: El pastor entra en el redil por la puerta, si ocultar nada, sin miedo, porque va a hacer el bien y a mostrar el Amor que tiene a su rebaño; por el contrario el ladrón salta las tapias para robar, matar y hacer estragos…Está claro que es de Jesús de quien hemos de fiarnos.


Pintura en el techo de la catacumba de San Callisto.
Periodo paleocristiano, mediados del siglo III d.C.

 

En el Evangelio hay una propuesta cristológica  con dos vertientes:  

  • Cristo es “El Yo Soy” (con tanta remembranza  bíblica, Dios se revela a Moisés, “el tetragrámaton divino” representación  mistérica de Dios) Cristo es Aquel “yo soy” del SINAI, el Enviado de Dios, Hijo de Dios, Segunda Persona de la Santísima Trinidad, Dios Encarnado.  
  • Así la primera imagen es el Pastor: “El yo soy” le corresponde ahora a Jesús, el Señor, quien se ha presentado como la verdad, la vida, la resurrección… y ahora como PASTOR. Teniendo ante nosotros el contenido del Salmo 23, poema de confianza… plena confianza en Jesús, podemos comprender toda su riqueza,  pues ya  no iremos a buscar fuera de Él cosa alguna… ya que todo lo tenemos en Él.  Es el BUEN PASTOR. 

 

 

  •  La segunda imagen, Cristo es la Puerta  de las ovejas; por donde podemos entrar y salir… con confianza infinita y con toda la libertad que ello implica; “porque Él cuida mis entradas y salidas” para mi bien. El rico significado de la puerta, podemos intuirlo mirando a la casa o a la ciudad amurallada…, esto nos puede clarificar todo su valor: quien toma la puerta ya es dueño de la casa o de la ciudad… (llegó a las puertas de la ciudad…) ¡Que alegría cuando me dijeron vamos a la casa del Señor… ya están pisando nuestros pies tus umbrales (puertas) Jerusalén! “¡Abridme las puertas del triunfo y entraré para dar gracias al Señor! ¡Esta es la puerta del Señor: los vencedores entrarán por ella! (Sal 118,19-20). Sin puertas no hay entradas ni salidas, se trata de casa abandonada y se salta por las tapias. Los peregrinos entran por la Puerta Santa y siente la felicidad de haber cumplido su peregrinación… pues van a eso “a encontrarse con Dios” Y es desde Jesús, la verdadera puerta, por el que podemos entrar y salir para encontrar a Dios y para vivir una  vida plena; quien pretenda construir un mundo al margen de Jesús lo puede hacer, pero no hallará  el camino para encontrarse con el Dios de vida y con la verdad de nuestra existencia. (Esto no quita que debamos mantener un respeto y una comprensión para quien no quiera o no pueda entrar por esa puerta, Jesús, para encontrar a Dios) Nosotros, no obstante, los que nos fiamos de su palabra, sabemos que es Jesús la puerta verdadera de la vida, Él ha venido para dar vida y darla abundantemente, dar la vida en plenitud; no como los ladrones que entran para robar, matar y llevarse cuanto encuentran. Seamos, pues consecuentes.  

 

 

  • Que la Virgen María, Pastora Divina, Madre del Buen Pastor, cuya Fiesta hoy se celebra en nuestra Diócesis, bajo el Título de Ntra. Sra. de la Cabeza, nos acompañe en nuestro caminar al Monte de la Luz.  


El Buen Pastor
Murillo, Bartolomé Esteban (1617-1682)
Óleo sobre lienzo (123 x 101 cm) 1660.
©Museo Nacional del Prado

 

Lectura del santo evangelio según san Juan 10, 11-18 

   En aquel tiempo, dijo Jesús: «Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estrago y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan  las ovejas. Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas.                             

   Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño, un solo Pastor. Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre.»  

 Antonio Aranda Calvo. Sacerdote


viernes, 16 de abril de 2021

TERCER DOMINGO DE PASCUA 2021.

 


“Vosotros sois mis testigos” 

En este tercer domingo continuamos con las apariciones de Jesús a sus Discípulos: La experiencia de Cristo Resucitado testimoniada por las mujeres y los Apóstoles, ya vivida por la primera comunidad cristiana y escrita en los textos del Nuevo Testamento… ha llegado hasta nosotros, de modo que la fe en el  Resucitado se adentra hasta lo más hondo del corazón de los fieles, y así se convierte en el Testimonio para toda la Iglesia y desde ella para toda la humanidad.   

Tanto los Apóstoles, las mujeres como otros seguidores de Jesús,  experimentaron lo sucedido:   

   I.- Con miedo, sorpresa y alegría… hasta la fe  

En un principio ven a Jesús, pero no le reconocen a pesar de haber estado tanto tiempo con Él; es necesario que los apóstoles pasen estas situaciones según el texto evangélico de san Lucas: sorpresa, miedo y alegría… hasta la fe. No podían “creer”, que Jesús se había hecho presente: pensaban que era una imaginación de ellos, o que  veían un fantasma. La alegría de verle con sus ojos, el palpar sus manos y pies estaba impidiendo la verdadera fe; estaban todavía envueltos en una maravillosa ilusión. Fue necesario que se abriera su entender, y así captaran, que lo sucedido estaba anunciado en la Escritura y que Jesús mismo se lo había anunciado a ellos… sólo entonces llegan a la fe. Así logran pasar del signo a lo que se significaba. De la evidencia sensible a la fe. He aquí la fe ante el misterio.  


La cena de Emaús
Matthias Stom  (1600- 650)
Óleo sobre lienzo, 111,8 x 152,4 cm,
Madrid, Museo Thyssen-Bornemisza

II.- Caminamos firmes en la fe del Resucitado y los signos que han de fortalecer esa fe, son:  

1º El testimonio de los apóstoles. Los apóstoles se juegan su vida -y la pierden- por defender la resurrección ante los testigos de la crucifixión y muerte. Y lo proclaman con valentía, como hace Pedro, según leemos en la primera lectura. En el Libro de las Hechos los Apóstoles salen contentos por haber sido maltratado por Jesús… y su planteamiento es “que deben obedecer antes a Dios que a los que mandan… a pesar de lo que eso lleva consigo”  

2º Sentir al hermano. Es decir: cuando compartimos lo que somos y tenemos, vivimos y alimentamos esa fe en comunidad, la celebramos, la damos a conocer (palabras y obras) nuestra fe crece. Los discípulos de Emaús, al partir el pan, reconocieron a Jesús y llenos de alegría fueron a compartirlo con los demás; así también los discípulos crecen en la fe,  al compartir el pez asado, según el evangelio de este domingo… en otros casos al compartir la pesca, la mesa, los bienes materiales… LA FRACCIÓN DEL PAN.  

3º Hacer vida la fe. Como se indica en la segunda lectura, “guardando sus mandamientos”.  Afirma Juan que así es como llegamos a conocer a Jesús. La fe se fortalece, viviendo de acuerdo con lo que ella nos pide. En fin, nuestra fe en Jesús resucitado se manifiesta, y se fortalece, en el esfuerzo continuo por seguirle. “Conocerle, amarle y seguirle”  

   III.- Tener fe en Cristo Resucitado es lo que constituye la esencia del verdadero cristiano. La fuerza de esa fe nos hace seguir a Cristo, conocer sus enseñanzas, cumplir sus preceptos.  

Igualmente se puede decir que cuando nos familiarizamos con su evangelio, cuando acomodamos nuestra vida a la suya, cuando mantenemos la confianza en un Jesús que sigue presente en nuestra historia,  colectiva e  individual, entonces  se aviva y profundiza la fe en el Resucitado. Cierto que esa fe nunca será perfecta, pues ahora vemos en la oscuridad y en imagen, después veremos tal cual es. Nuestra fe, nuestra manera de percibir al Resucitado, sin embargo, está llena de numerosas limitaciones. Pero siempre nos queda lo que pide Pedro a quienes les escuchan “arrepentíos y convertíos…”  

Esto es lo que celebramos en la Pascua: la alegría nunca colmada, siempre entretejida con los dolores del vivir y el convivir, los de nuestro ser, que se manifiesta en actitud esperanzada y confiada, porque Jesús pasó por el dolor, pero mantuvo y proclamó la esperanza de su resurrección, que ahora vivimos y celebramos.  

Antonio Aranda Calvo. Sacerdote. 


Lectura del santo Evangelio según San Lucas 24, 35-48

En aquel tiempo, los discípulos de Jesús contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. 

Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dice:

«Paz a vosotros». 

Pero ellos, aterrorizados y llenos de miedo, creían ver un espíritu. Y él les dijo: 

«¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo». Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: 

«¿Tenéis ahí algo de comer?» 

Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos. Y les dijo: 

«Esto es lo que os dije mientras estaba con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo escrito en la ley de Moisés y en los Profetas y Salmos acerca de mí». Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. Y les dijo: 

«Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día, y en su nombre se proclamará la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto». 

 

 

 


viernes, 9 de abril de 2021

DOMINGO SEGUNDO DE PASCUA. DIVINA MISERICORDIA.11 de abril 2021.

 

 

“Señor mío y Dios mío, gracias por tu gran  Misericordia”   

Os ofrezco a modo de puntos las reflexiones para este Domingo: 

Tiempo Pascual. Resurrección. Luz y Vida. ¡Cristo ha resucitado! 

Terminamos en este Domingo la Octava de Pascua. Domingo de la Divina Misericordia. En él se nos propone:  

  • 1º.- La fe en Cristo Resucitado desde el proceder del Apóstol Tomás, como nos lo ha narrado el Evangelio (si no lo veo no lo creo) y cómo gracias al Don Misericordioso de Dios termina por el ¡Señor mío y Dios mío! Y la alabanza de Jesús para todos los que sin ver creemos…

LA INCREDULIDAD DE SANTO TOMÁS

Michelangelo Merisi da Caravaggio,
Pintura al óleo sobre lienzo (1602)
(Altura: 107; Ancho: 146 cm)
Galería de imágenes del Palacio Sanssouci en Potsdam (Alemania)

  • 2º.- La vida de la Comunidad Cristiana, punto de referencia siempre que deseemos orientar nuestra vida según el Evangelio. Nos presenta a los cristianos,  unidos en la fe y el amor,  viven de tal manera que llegan a compartir los bienes materiales, unos con los otros, de modo que nadie tuviera necesidad. Así quienes le veían quedaban admirados. 


  • TODO LO CUAL tiene su fundamento y razón de ser en  JESÚS RESUCITADO,  exponente de la Divina Misericordia, que nos sigue amando con “Gran Misericordia” y nos pide  vivamos entre nosotros con ese mismo amor  misericordioso, lo extendamos a los demás, aún aquellos que no son “de los nuestros” porque “Dios lo es de todos” 


  • El Resucitado nos trae la Paz, el Gozo y la Alegría sin fin, con el mandato de compartirlo  con los demás  


  • Convirtiéndonos en TESTIGOS DEL RESUCITADO


    Antonio Aranda Calvo, Sacerdote.

jueves, 8 de abril de 2021

LA OCTAVA DE PASCUA (II, III)

 ¡TE QUIERO, SEÑOR! 

“En tu Amor me realizo” 

 

Te quiero, Señor por tus desvelos, 

por tu ternura, 

por tu amor; 

pues que me regalas y de tal manera, 

que no sabría decir, 

si es que lo merezco o que Tú eres bueno, 

si es por pura Gracia o es mi valor… 

 

Pero ¡NO! todo es regalo y don,  

tu grandeza, Señor. 

 

 

FUNDIRME EN TI 

“Sin Ti no soy yo” 

 

Abrirte la puerta,  

dejarte entrar, 

sentarte a mi mesa, 

hacerme tuyo,  

fundirme en Ti, 

en Amor ardiendo y dejándolo todo. 

 

Y después de esto, 

aunque perseguido, 

porque atrapado, 

no podré dejarte 

-ni Tú te contentas con que yo te deje- 

sino en plenitud de fidelidad. 

 

Antonio Aranda Calvo. Sacerdote 

miércoles, 7 de abril de 2021

LA OCTAVA DE PASCUA (I) 2021

Durante esta Octava os voy a mandar algunos poemas que os pueda ayudar a entrar en contacto con JESÚS RESUCITADO.

 AUSENCIA Y PRESENCIA

Llorar en el desierto de la vida,
esperando tu encuentro,
pues sin Ti nada existe…
todo es mueca, eco, sombra, dolor…
tu ausencia.
 

Pensar en tu presencia,
trasforma el llanto en alegría,
la sombra en luz, el eco en canto,
el dolor en gozo y la mueca en tu faz…
en tu presencia.

¡Tan cerca y tan lejos están, la ausencia y la presencia!

Tu presencia es el agua inundando los desiertos,
el fuego que caldea los hogares,
la luz que penetra las tinieblas,
la vida venciendo a la muerte por doquier.
Eres Tú, el fundamento de los siglos,
el apoyo eterno del inmenso espacio,
ribera de todos los océanos, manantial de las fuentes,
de los ríos y del mar.

¡Tú mi Señor!

Eres Tú, eternidad que te acercas al instante,
distancia infinita, siempre a nuestro lado,
inconmensurable medida de todo cuanto existe,
infinitud transformadora en unidad de paz y amor.

Eres Tú, dulce presencia, hecha música y canciones,
melodía sonora, suave y atrayente, ritmo y danza,
expresión del cuerpo, que se vacía lentamente al hondón del alma.

¡Tu ausencia es muerte, tu presencia es vida!

¡Y la Presencia eres , Jesús Resucitado!


Antonio Aranda Calvo. Sacerdote.

 

 

domingo, 4 de abril de 2021

DOMINGO DE RESURRECCIÓN

 


  • Muy de mañana, al clarear el día, vieron la piedra del Sepulcro corrida…Se acercaron y el Sepulcro estaba vacío.
  • La sábana y el sudario doblados y separados.
  • María Magdalena ha visto a Jesús y ha hablado con él. Va a sus discípulos y les da la Gran Noticia. Salen Pedro y Juan y comprueban lo dicho. Se aparecerá a dos en el camino… y ello ¡quédate con nosotros… que la noche está cayendo!
  • La LUZ se ha impuesto a la Tiniebla y la ALEGRIA brota por todas partes: ¡Alegría y Paz, hermanos que le Señor Resucitó!


LAS MARÍAS EN EL SEPULCRO
Federico de Madrazo y Kuntz (1841)
Óleo sobre lienzo 204,5 x 238 cms
Patrimonio Nacional

    Y desde entonces todos se convirtieron en TESTIGOS… ¡nosotros somos sus testigos! Hoy y en medio de nuestra sociedad: 

TESTIGOS de que vive y está entre nosotros. 

TESTIGOS de que al vencer a la muerte ha hecho que nosotros venzamos con Él.

TESTIGOS de que es el Camino, la Verdad y la Vida, que pasó entre nosotros haciendo el bien, que sanó a muchos corazones…Que Él es Nuestro Señor, Nuestro Jesús Nazareno, nuestro Padre, El Abuelo, en cuya imagen encontramos fuerza y se acrecienta nuestra fe. 

TESTIGOS DE SU AMOR y por ello hemos de Amar por encima de todo, pues un Mandamiento nuevo nos dejó “que nos amáramos unos a otros como Él nos amó, hasta dar la vida por nosotros.  

 

Antonio Aranda Calvo. Sacerdote

 

 



sábado, 3 de abril de 2021

SÁBADO SANTO

 


SÁBADO SANTO 

Sumidos en el silencio, envueltos en la oscuridad, ya estamos entrados en el Sábado Santo… Es que Jesús, al que hemos acompañado en el camino de la Cruz, ha muerto y lo  hemos depositado  en el Sepulcro. 

SILENCIO Y LLANTO, que nos envuelve…La Iglesia siente la muerte de su Señor, el cristiano tiene una sensación de vacío; la misma práctica litúrgica ofrece en el Sábado Santo oraciones, contemplación, silencio ante su Señor, llanto por nuestros pecados, PERO NO HAY LITÚRGIA EUCARÍSTICA… El Manantial parece que se ha agotado; El Sol ha quedado oculto en lo más hondo de la tierra, por nuestros pecados… 

PERO EL SÁBADO SANTO nos alimenta con la ESPERANZA de que “Cristo resucitará al tercer día” y “se aparecerá a sus discípulos” y hemos de ser sus TESTIGOS, lo cual hace que renazca la alegría y se ponga en tensión nuestra voz para cantar el ¡CRISTO HA RESUCITADO! ¡Alegría y Paz hermanos, que el Señor Resucitó”. 

  • LA PIEDRA DEL SEPULCRO, que era muy grande, aparece corrida. 
  • ALGUIEN DICE ¡EL SEPULCRO VACÍO! 
  • LA SÁBANA DOBLADA Y EL SUDARIO ENROLLADO en otro lugar aparte. 
  • SE HABLA DE APARICIÓN DE ÁNGELES. 
  • DICEN QUE UNAS MUJERES  LE HAN VISTO.       
  • PEDRO Y JUAN QUE CORREN AL SEPULCRO. 

Y surge la palabra temida y deseada ¡HA RESUCITADO!  

Todo esto se va gestando a lo largo del Sábado, pero hasta la madrugada… en la VIGILIA PASCUAL,  cuando está clareando el día, entonces LA LUZ SE IMPONDRÁ A LA TINIEBLA  Y LA ALEGRÍA AL DOLOR Y CANTAREMOS GOZOSOS: ¡ALELUYA!

CANCIÓN Y SILENCIO 

   Voz que cantas a la vida, no calles; 
vuela por los cielos, desciende a la tierra
y canta… 

   Canta a la vida, a la luz y a las estrellas; 
a las flores, al prado y a la alberca… 

canta al misterio que se revela en los ojos del niño,
en las manos abiertas y en los corazones de la gente buena… 

Canta a Dios, canta, canta, canta y nunca enmudezcas. 
   Madura la canción en el silencio, que el silencio es la madre del canto, 

que a Dios se le alaba en el sosiego;  
aunque si es impuesto, vacía el alma, es triste e injusto,  

responde a la ausencia y se niega el canto mismo… 
¡Entonces, rompe ese silencio y canta! 

   El silencio es madre del canto, regazo donde nace y vive, 
camino por donde entra el espíritu, cauce por donde se difunde. 

¡Canta  en silencio! Y en el sosiego, ¡canta! 
Canta a Cristo Resucitado que es canto a la Vida, a la Luz y al Amor. 

 

LA RESURRECCIÓN DE CRISTO

El Greco
1597 - 1600. Óleo sobre lienzo, 275 x 127 cm
Museo del Prado.

Antonio Aranda Calvo. Sacerdote


EN LA FIESTA DE LA VIRGEN DEL CARMEN 16 de Julio.

  (Dedicado a los fieles de Monte Lope Álvarez en la Fiesta de su PATRONA )   !VIVA LA VIRGEN DEL CARMEN! ¡Virgen del Carmen! Reina de mares...