- Muy de mañana, al clarear el día, vieron la piedra del Sepulcro corrida…Se acercaron y el Sepulcro estaba vacío.
- La sábana y el sudario doblados y separados.
- María Magdalena ha visto a Jesús y ha hablado con él. Va a sus discípulos y les da la Gran Noticia. Salen Pedro y Juan y comprueban lo dicho. Se aparecerá a dos en el camino… y ello ¡quédate con nosotros… que la noche está cayendo!
- La LUZ se ha impuesto a la Tiniebla y la ALEGRIA brota por todas partes: ¡Alegría y Paz, hermanos que le Señor Resucitó!
Y desde entonces todos se convirtieron en TESTIGOS… ¡nosotros somos sus testigos! Hoy y en medio de nuestra sociedad:
TESTIGOS de que vive y está entre nosotros.
TESTIGOS de que al vencer a la muerte ha hecho que nosotros venzamos con Él.
TESTIGOS de que es el Camino, la Verdad y la Vida, que pasó entre nosotros haciendo el bien, que sanó a muchos corazones…Que Él es Nuestro Señor, Nuestro Jesús Nazareno, nuestro Padre, El Abuelo, en cuya imagen encontramos fuerza y se acrecienta nuestra fe.
TESTIGOS DE SU AMOR y por ello hemos de Amar por encima de
todo, pues un Mandamiento nuevo nos dejó “que nos amáramos unos a otros como Él
nos amó, hasta dar la vida por nosotros.
Antonio Aranda Calvo. Sacerdote
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