HOY, MIÉRCOLES DE CENIZA, es un día de
mucho significado religioso y popular en nuestras ciudades, pueblos y aldeas,
hasta en algunas cortijadas perdidas en la sierra o en el valle…, y es que lo
cristiano se ha incrustado en nuestra cultura de tal manera que, la dimensión
religiosa (espíritu religioso, creencia, fe)
se expresa en las costumbres populares, y esto a pesar del desprecio y
menoscabo, que a veces se tiene ante
esas creencias, la religión y la misma FE CRISTIANA.
Nuestras calles, plazas y esquina, el calendario popular, las canciones y
romances, la gastronomía misma… están imbuidas del sentimiento y del sentido religioso cristiano
preferencialmente.
A
este 22 de febrero de 2023 le llamamos, al ser el día cuarenta antes de la
Resurrección, “miércoles
de ceniza” no miércoles a solas. Los templos se llenan, se hacen
Vía Crucis después o antes de la Misa, en las grandes poblaciones, la
Agrupación de Cofradías organiza un VÍA CRUCIS
SOLEMNE por las calles, con la imagen de pasión que corresponda…
y la gente (sí, gente del pueblo, sencillos y tradicionales, que recuerdan a
sus mayores, que no tienen en cuenta el ser progresistas o no, que guardan
profundamente sentimientos y afectos) sale a la calle, acompaña el traslado de
la Imagen, participan en la Misa o no, reciben la Ceniza o ya la han recibido…
o esperan en la puerta del Templo para hacer el Vía Crucis por el barrio que
toca y que se enorgullecen si es el suyo…, se tiene así el primer encuentro con la Pasión, Muerte y
Resurrección del Señor, la Semana Santa (¡porqué SANTA, si es como otra cualquiera?)
La ceniza llega hasta nuestras cabezas, en este primer día de Cuaresma, miércoles de ceniza, para significar que el fuego del Amor de Dios enciende nuestros corazones y arden así en ese mismo Amor. Porque con la Cuaresma iniciamos un camino tras de Jesús… y no se le puede seguir, si no es con la fuerza del amor que Él nos tiene. Los bienes terrenos son polvo (polvo eres y en polvo te has de convertir, se dice al poner la ceniza) polvo que se desvanece, se lo lleva el viento, al fin todos esos bienes desaparecen y no nos sirven para entrar en el Reino: el poder, el dinero, el placer… y tantos otros que nos atraen en esta vida y nos hacen esclavos, pues nos sometemos a ellos, perdiendo la libertad, el gran regalo de Dios. Por el contrario el Amor a Dios y al Prójimo es la garantía de nuestro pasaporte para el cielo “venid, benditos de mi Padre… porque tuve hambre y medisteis de comer” “cuantas veces lo hicisteis con uno de estos mis hermanos más pequeños… El Amor que damos en la familia, en nuestro trabajo, entre los vecinos y compañeros de vida nos servirá para seguir los pasos de Jesús y así llegar hasta el Padre. Es el mejor camino que nos supo mostrar el Apóstol San Pablo y que explica en el Capítulo 13, 3 ss. de la 1ª Carta a los Corintios y que es un resumen del estilo de vida que llevó Jesús. El tiempo cuaresmal nos ofrece la oportunidad de ir preparándonos a celebra la Pascua. Tiempo de interioridad, reflexión, profundización y conversión. Como nos recordaba Pablo Peralta: «Creo que la Cuaresma es un momento privilegiado para aprender a vivir la vida en toda su seriedad y posibilidades.»
Antonio
Aranda Calvo. Sacerdote.