[Apostolado de piedra policromada presidido por la figura de Cristo en Majestad
(Iglesia románica - mudéjar de San Juan en Alba de Tormes)]
LECTURAS:
2 MACABEOS, 7,1-2.9-14; SALMO 16 “Al despertar me sacaré de tu presencia,
Señor”. EVANGELIO DE LUCAS 20,27-38.
I. La iglesia diocesana: Es la Comunidad
de cristianos que se establece en un territorio con un Obispo, padre y pastor,
que preside y celebra la Eucaristía y los Sacramentos, enseña y dirige por el
Camino del Señor, y en nombre del mismo Jesús y como sucesor de los Apóstoles
dirige esa misma Comunidad; junto al Obispo, colaborando con él y unidos entre
sí, unos Presbíteros y diáconos sirven al pueblo de Dios y continúan anunciado
a Cristo, muerto y resucitado por nosotros para nuestra salvación; son testigos
por la predicación y por el ejemplo de vida.
El Catecismo de la Iglesia dice así: Se entiende por Iglesia Particular, que es la diócesis (o la eparquía) una comunidad de fieles cristianos en comunión en la fe y en los sacramentos con su obispo ordenado en la sucesión apostólica. Estas iglesias particulares están formadas a imagen de la Iglesia Universal. En ellas y a partir de ellas existe la iglesia católica una y única. (Diócesis Iglesias territoriales o/y personales). Nuestra Iglesia Diocesana es la Iglesia en Jaén, (capital y provincia) su Obispo hoy, se llama Sebastián. Nuestra Iglesia se ubica actualmente en la provincia del mismo nombre; unos doscientos sacerdotes, cuatro diáconos, religiosos/as, personas consagradas y fieles, hombres y mujeres, que siguen al Señor como una comunidad fraterna. La Sede del Obispo, desde donde predica y actúa es toda la Diócesis, pero se visibiliza en las Catedrales de Jaén y Baeza. Nuestra Diócesis de Jaén está dividida en Parroquias, organizadas en Arciprestazgos y Vicarías. Disponemos además de otros templos y/o santuarios con sus connotaciones propias. (INFORMACIÓN) Todos debemos colaborar al sostenimiento y progreso de nuestra Diócesis, tanto en lo material como en el quehacer apostólico; ella es nuestra iglesia propia, que unida a las demás y con Roma como Cabeza, forman la única iglesia de Dios. La MISIÓN es “Evangelizar”, Anunciar a Cristo, seguirle y actuar como Él, dentro y fuera de nuestro territorio (Cristo nos dijo: Seréis mis testigos…) por ello los miembros de esta comunidad tienen que colaborar con ella para que nada le falte [(Curia Diocesana, Seminario, ACCIONES ESENCIALES EN LA MISIÓN DE LA IGLESIA; SE TRATA DE EVANGELIZAR; para ello, la Palabra, el Culto y la Acción Caritativa y en cada una de ellas la ESTRUCTURA FUNDAMENTAL propia de la misma. (INFORMACIÓN)].
El relato de los Macabeos, 1ª lectura, es una valiente y testimonial confesión sobre la fe en Dios, la vida definitiva que nos espera, si somos fieles a Él; es la única que importa, porque todo es pasajero y en último término somos de Dios, nos debemos a Él y más vale la muerte que ofenderle…El ejemplo de aquellos hijos animados por la madre es un testimonio a seguir; admirable el del hijo menor, animado por la madre… y la valentía de esta, que conmueve a los mismos verdugos… todos ello es un buen ejemplo hoy para nosotros.
En la 2ª Lectura, la segunda de Pablo a los Tesalonicenses, Jesucristo, con el gran amor con que nos ha amado en Dios Padre, nos ha dado un consuelo inefable y una esperanza dichosa por lo que podemos recorrer ese camino hacia el encuentro con Él en la vida del cielo.
Y, finalmente, como nos presenta el Evangelio proclamado,
con motivo de un caso extraño y engañoso que presentan a Jesús, quien después
de invitarlos a que piensen con más lógica…en el cielo seremos todos hijos de
Dios, hijos de la resurrección, hermanos entre nosotros… dice: “y que los
muertos resucitan ya lo dijo Dios…que es Dios de vivos porque ante Él todos
están vivos”.
COMOS RESUMEN DIREMOS:
Con
los ojos humanos todos somos conscientes que nuestra vida se dirige a la
muerte… y es algo evidente, pero Jesús con su muerte y resurrección da un
cambio, diría que un viraje profundo en nuestra visión y que nos lleva a una
reflexión de fe: “es la muerte la que nos lleva a la vida y
a una vida en Dios, a UNA VIDA PLENA EN FELICIDAD Y GOZO”.
Y en cuanto a nuestra Iglesia Diocesana de Jaén, repetimos: tratemos de conocerla en sus estructuras y organizaciones, las personas que están bien centradas en ella y a su servicio; veamos cómo podemos incorporarnos con fuerza y dedicación: grupos de matrimonios, Catequesis, Cáritas, Acompañamiento, Cursillos de Cristiandad, Grupos de Acción Católica, grupos juveniles…
Antonio
Aranda Calvo. Sacerdote.