Ante la cercanía de la
Fiesta del Carmen, 16 de julio, envío este poema para disponernos a celebrar el
Nombre más bello, después de MARÍA, CARMEN.
“Cielo y tierra parece que, a primores,
se compitieron con igual desvelo,
mezcladas sus estrellas y sus flores;
para que en ti tuviese tierra y cielo,
con no sé qué lejanos resplandores
de flor del Sol plantada en el Carmelo”
…y entre las flores, Jaén te dio sus
olivares.
Y yo quisiera dar, para tu fiesta,
un ramo de margaritas o azucenas,
una planta verde de geranios rojos,
o manojos de amarillentos trigales…
que mostraran mi corazón enamorado:
de Ti, Reina del Cielo, mujer bella cual
ninguna,
CARMEN de nombre,
Señora de esta tierra:
del Monte de Lope Álvarez.
