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jueves, 16 de junio de 2022

CORPUS CRISTI. EL DÍA QUE RELUCE MÁS QUE EL SOL. (II)

 

 



Altar efímero en la plaza del Altozano en Segura de la Sierra
(Festividad del Corpus Cristi)

     La Eucaristía, sacrificio, alimento y presencia es un tesoro inestimable; de Ella podemos sacar el agua que dura hasta la vida eterna... “quien la bebe nunca más tendrá sed” Una comunidad cristiana que quiera contemplar y llevar a los hermanos el Rostro de Cristo, ha de desarrollar este aspecto del culto eucarístico: la Adoración, la Contemplación, la Presencia... que se unen a la Comunión y al Sacrificio del Cuerpo y de la Sangre del Señor.

 

¡Es hermoso estar contigo y poderte cantar, adorar y contemplar!

 

Porque en la Adoración se produce un maravilloso encuentro, a solas y en silencio, con la sola presencia... se convierte en santa medicina, que cura la dolencia del amor, como dice San Juan de la Cruz, aquella “que no se cura, sino con la presencia y la figura” ... o también recitando salmos o con el canto y la oración, al fin de cuentas encuentro de amor: 

 

Sí, encuentro con mi Dios y Señor,  

que me ama con un corazón inmenso, 

y encuentro conmigo, que apenas balbuceo  

¡un perdón Señor! 

  

Y en ese encuentro 

se desborda el sentimiento: 

ríos de agua y de gracia 

van regando mi corazón yerto. 

 

Y siento tu presencia que me inunda, 

tu cercanía que se funde con mi nada, 

entreveo tu mirada y tu sonrisa... 

y tu modo de estar que me embriaga. 

 

Y así, Señor, me animas y levantas, pues 

tu corazón de Dios me habla en esas noches 

y me cuentas también de tus amores 

 

“Es hermoso estar contigo, Señor, y, reclinado sobre tu pecho como Juan, el discípulo predilecto, palpar el amor infinito de tu corazón” 

 

Visitas en que el amado se encuentra con la amada, 

y se miran a los ojos, 

y se sienten morir de amor por la hermosura, 

desfallecer en posesión mutua; 

más el gozo y la alegría les devuelven a la vida 

para gritar al mundo de su amor y su contento.


 


Alegoría del triunfo de la Eucaristía, que preside el ático del retablo
del Altar Mayor de la iglesia de las Carmelitas Descalzas de Jaén.

  

Sin embargo, a veces vivimos lejos de este Misterio de Amor y es triste cuando no hay encuentro, Él y tú; nosotros y Él. Se pierde el gozo y la alegría de sentirse unidos dos corazones que se aman. 

Sin encuentro personal con Jesús Eucaristía... no hay comunicación, ni acogida, ni consuelo, interés por cuanto se refiere al otro, confidencias, súplicas y alabanzas.  

A veces, no sabemos sacar el fruto de esos encuentros o visitas; venimos a ellas, tal vez para recitar unas oraciones, salmos, lecturas... a veces a gran velocidad... y de este modo no entramos en el encuentro con el Señor: de corazón a corazón. No es el verdadero encuentro del que sabe y siente la presencia del amado, goza con ello... y además confía en la seguridad de que su Señor le admite y acoge complacido.  

Nos olvidamos que estamos junto a la fuente de la vida, en el manantial de la santidad, aunque ciertamente escondida bajo las especies del sacramento y por ello en la noche de los sentidos. 

  

Así Juan de la Cruz, curtido en nuestra tierra giennense: 




“Aquesta eterna fonte está escondida 

en este vivo pan por darnos vida 

aunque es de noche. 

Aquí se está llamando a las criaturas 

y de esta agua se hartan, aunque a oscuras 

porque es de noche. 

Aquesta viva fonte que deseo 

en este pan de vida yo la veo 

 aunque es de noche. 

 

De esta fuente y manantial de santidad podemos sacar la fuerza para seguir caminando como cristianos, para saber perdonar, para cumplir nuestros deberes en la vida de familia, trabajo, vecindad y nuestro compromiso social. Y esto no será posible si no se da el encuentro personal con el Señor como María nuestra madre podría haberlo tenido las noches de Belén, en las largas caminatas hacia Egipto o en la llamada vida oculta de Nazaret. En María tenemos nuestro modelo, nuestra fiel acompañante y nuestra eficaz intercesora para entender de Eucaristía. María, mujer eucarística. 

 ¡Cuántas veces las preocupaciones, los intereses, el egoísmo, la pasión y los rencores, nos atrapan el corazón y nos alejan de este encuentro!

         Teniéndolo tan a mano, no nos damos cuenta y pasamos de largo. A pesar de estos fallos, sin embargo, continuamos deseando vernos con el Señor...  es una gracia este deseo, porque es bello el encuentro de amor con Él ¡Y podemos vivirlo! 

 

No perdamos la ocasión. 

 

Volverme junto a ti, mirar tu cara, 

dejarme iluminar por la luz que sale de tus ojos... 

y así seguir tus pasos. 

 

Miré a la puerta de mi casa y descubrí que estabas tú, 

esperando de la noche a la mañana; 

abrí de par en par el corazón y entraste tú, Señor. 

 

Encuentro sin igual, que el alma llena, 

y deja satisfecho el apetito, y a la vez ansiando  

más mirada, más luz y más presencia. 

 

Encuentro en el amor, 

que es llama misteriosa, portadora de luz; 

a la vez que enciende, apaga, aquí destruye, allí restaura; 

ahora enardece, después amaga. 

 

¿Es encuentro o es mirada? ¿Será presencia o será llama...? 

Amor que me regalas con tanto calor y colorido, 

que me fundes en ti y me iluminas, 

haciéndome llegar al infinito. 

 

No olvides que cuanto más te alejas del Señor, más frialdad sientes y llega la apatía, la desgana; te sientes mal en la iglesia, has perdido el sentido de pertenencia a ella... la infidelidad al Señor. Sentirás cada vez más la ausencia del Señor...  

 

Y vivir sin Ti, Señor, no es vivir: 

 

Llorar en el desierto de la vida 

aspirando a tu encuentro, pues sin ti nada existe... 

es la mueca y el eco, es la sombra y el dolor... 

tu ausencia. 

 

Pensar en tu presencia, trasforma el llanto en alegría, 

la sombra en luz, el eco en armonioso canto, 

el dolor en profundo gozo y la mueca en tu faz... 

en tu presencia. 

 

 Antonio Aranda Calvo. Sacerdote.

 



EN LA FIESTA DE LA VIRGEN DEL CARMEN 16 de Julio.

  (Dedicado a los fieles de Monte Lope Álvarez en la Fiesta de su PATRONA )   !VIVA LA VIRGEN DEL CARMEN! ¡Virgen del Carmen! Reina de mares...