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viernes, 11 de diciembre de 2020

DOMINGO TERCERO DE ADVIENTO. Día 13-XII-2020.

                   ¡Estad alegres! El Señor está cerca. 

Repasemos las lecturas que acaban de ser proclamadas y se encuentran en: Isaías 61, 1-2. 10-11; Salmo Lucas 1,46-48.50-53-54; I Tesalonicenses 5, 16-24; Evangelio de Juan 1,6-8.19-20. 



La Virgen María en oración 

1.- Nos invita el Profeta Isaías al gozo y a la alegría, porque el enviado, que no es otro que nuestro Señor Jesús (al que veneramos con tanta fe y ternura, en nuestra Imagen de Jesús Nazareno “El Abuelo”)  nos trae una misión verdaderamente salvadora. Basta repasar el texto para captar los planes liberadores de nuestro Dios, es decir su Proyecto de Amor: hacer un mundo fraterno, donde nazcan los brotes de justicia entre nosotros y se siembren semillas de cantos y alabanzas para nuestro Dios: he aquí la buena noticia que ha de llegar a los pobres; la curación a  los corazones desgarrados; la amnistía para los cautivos; la libertad para los prisioneros… lo que se llamaba en Israel el “Año Jubilar” ¡un año de Gracia del Señor! Es tanto el gozo que debe provocar en nosotros esta voluntad y propósito regenerador de nuestro Dios, que debemos revestirnos del manto de justicia y exultar en el gozo y la alegría de la paz, cual novio que se pone la corona o novia que se adorna con las joyas porque van a desposarse… por lo que  a nosotros nos aguarda, ni más ni menos que desposarnos con nuestro Dios en unas bodas gozosas de la humanidad entera, y así un Único Padre y una comunidad de hermanos constituirá un mundo nuevo y un cielo nuevo. Lo ha dicho el Señor. 

"Colmó de bienes a los hambrientos
y despidió a los ricos con las manos vacías"  

 

Mosaico con el texto del Magnificaf (Lucas 1,46-48.50-53-54) en el patio interior de la iglesia de la Visitación en AIN KAREM (Israel). 

2.-  San Pablo en la segunda lectura de la  carta a los tesalonicenses, nos dice:  “Estad siempre alegres” “abandonad lo malo y quedaos con lo bueno” “que todo nuestro ser sea agradable a Dios”: pensamientos, cuerpo, espíritu, el pesar y el hacer, todo según ese Proyecto de Dios, que va a hacerse realidad en la tierra a través de Cristo Jesús… y no tengamos miedo,  porque “el que nos llama (a ello) es fiel y él lo realizará”. Por ello nuestra esperanza no puede apagarse, cada prueba, por muy dura que sea, no puede debilitarnos, más bien nos debe hacer levantar la cabeza y mirar con más confianza al libertador y gritarle desde lo hondo del corazón, ¡Ven Señor no tardes, ven pronto Señor! Ven, día a día, a nuestras vidas, a las de nuestros hermanos enfermos, los que sufren y tienen dolorido el corazón; ven a los afligidos, a los que no te conocen o te confiesan de modo distinto a nosotros… Ven, en fin, a esta gran familia que Tú quieres formar: La humanidad entera, a la que prometes un cielo nuevo y una tierra nueva. 

3.- EVANGELIO: Nos invita el Evangelio de Juan en este tercer domingo de adviento, a dar testimonio de la LUZ porque no es posible que sintamos y experimentemos lo dicho, y lo guardemos en nuestra arca, dejando sin esa LUZ a los demás… seríamos unos egoístas, guardando sólo para nosotros lo más grande que es LA FE. Nuestros hermanos tienen derecho a conocer a Dios, su Amor, sus Proyectos Salvadores, tienen derecho a conocer, amar y vivir en esta Gran Familia;  no pensemos que Dios, Jesús de Nazaret, Ntro. P. Jesús, sea nuestra propiedad privada. Dios “y sus cosas” pertenecen a todos y debemos vivirlos en una experiencia comunitaria, compartiendo tanto los bienes materiales, los valores cristianos, la FE y EL AMOR… Es nuestra obligación y los demás libremente lo seguirán. No olvidemos que todo ello ha de incidir en nuestras existencias concretas y en los acontecimientos de la vida, donde están en juego la dignidad y la libertad de las personas.

Hoy vemos cómo Juan el Bautista se adelanta para anunciar y dar testimonio de la LUZ, se nos presenta como testigo, para que todos creamos en quien es la verdadera LUZ, el anunciado ya por Isaías y quien es motivo de nuestra alegría, Jesús el Señor. No creáis que ser testigo es cosa fácil, a Juan el Bautista le costó la cárcel y hasta la propia vida…A ejemplo de Juan debemos ser testigos incansables de esa LUZ hasta que sea acogida en este mundo cargado de conflictos, contradicciones, pero donde la presencia de Dios no se borrará jamás. 

Muy próximos ya a las fiestas litúrgicas del Nacimiento de Jesús y puestos los ojos en María, Madre suya, que lo acogió con un “Si” total al Padre, lo llevó en su seno, lo fue gestando en Nazaret y lo mostró camino de Belén, anunciando su llegada, hasta darlo a luz en el Portal…Aprendamos como Ella a presentarlo a todos: pastores, vecinos, magos de Oriente… a todos porque para todos es la salvación que Él nos trae… Que también en la NAVIDAD de este año, la Virgen María nos disponga a recibirle; Ella nos lo muestre y nos ayude a desearle, buscarle, hallarle y AMARLE… 

Hagamos esta oración, que expresa el pensamiento de San Anselmo: “Señor Jesús, con el ejemplo e intercesión de tu Madre María, ayúdanos a desearte, así te buscaremos con todo empeño…; buscándote te amaremos; amándote te hallaremos y hallándote te amaremos con todo el corazón”

 Antonio Aranda Calvo. Sacerdote. 

 

 


EN LA FIESTA DE LA VIRGEN DEL CARMEN 16 de Julio.

  (Dedicado a los fieles de Monte Lope Álvarez en la Fiesta de su PATRONA )   !VIVA LA VIRGEN DEL CARMEN! ¡Virgen del Carmen! Reina de mares...