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miércoles, 10 de junio de 2020

FESTIVIDAD DEL CORPUS. Año 2020.




                                                                   
A LA SANTA EUCARISTÍA EN EL 2020.


     La Eucaristía, sacrificio, alimento y presencia es un tesoro inestimable; de Ella podemos sacar el agua que dura hasta la vida eterna... “quien la bebe nunca más tendrá sed” Una comunidad cristiana que quiera contemplar y llevar a los hermanos el Rostro de Cristo, ha de desarrollar este aspecto del culto eucarístico: la Adoración, la Contemplación, la Presencia... que se unen a la Comunión y al Sacrificio del Cuerpo y de la Sangre del Señor.

                                  
                                 PRESENCIA

Palabra, hecha Carne, Verbo de Dios.
Silencio, presencia permanente, sin fin.
Miradas que llegan al alma. Tú, Señor Jesús.

Porque, entre palabra y palabra
un silencio,
entre palabra y silencio
una mirada.

Palabras de Jesús que dan la vida,
palabras de Jesús enamoradas,
palabras que se mezclan con silencios,
palabras que se expresan en miradas.

Miradas en silencio… que brotan lágrimas,
palabras que perdonan y luego callan,
silencios tan sonoros como el agua
que brinca por la roca a la cascada.

Silencios, palabras y miradas,
expresión de tu amor,
amor inmenso,
que prodigas en mi alma.

Tú me pides, Señor, también que calle,
que en silencio te mire y te contemple
y que lleno de tu amor, puro regalo,
te proclame Palabra, entre la gente.

Que te adore, Palabra, Hostia Santa,
y en silencio se exprese el corazón
en tu presencia; y te contemple
con mirada de Amor, por siempre.

Porque, entre palabra y palabra
un silencio,
entre palabra y silencio
una mirada.


La Eucaristía, sacrificio, alimento y presencia es un tesoro inestimable; de Ella podemos sacar el agua que dura hasta la vida eterna... “quien la bebe nunca más tendrá sed” Una comunidad cristiana que quiera contemplar y llevar a los hermanos el Rostro de Cristo, ha de desarrollar este aspecto del culto eucarístico: la Adoración, la Contemplación, la Presencia... que se unen a la Comunión y al Sacrificio del Cuerpo y de la Sangre del Señor.

Y así, contemplándote en silencio,
sosteniéndote, humildes, tu mirada
y escuchando tu palabra,
como Juan aquella noche,
sentimos tu infinito amor...
sabemos que nos amas.
¡Que más podemos esperar Señor?
 

                                          ENCUENTRO

             ¡Es hermoso estar contigo y poderte cantar, adorar y contemplar!


Custodia del patrimonio artístico del convento de San José del Salvador. 
Hermanas Carmelitas Descalzas

Porque en la Adoración se produce un maravilloso encuentro, a solas y en silencio, con la sola presencia... se convierte en santa medicina, que cura la dolencia del amor, como dice San Juan de la Cruz, aquella “que no se cura, sino con la presencia y la figura”... o también recitando salmos o con el canto y la oración, al fin de cuentas encuentro de amor:

Sí, encuentro con mi Dios y Señor,
que me ama con un corazón inmenso,
y encuentro conmigo, que apenas balbuceo
¡un perdón Señor!

Y en ese encuentro
se desborda el sentimiento:
ríos de agua y de gracia
van regando mi corazón yerto. 

Y siento tu presencia que me inunda,
tu cercanía que se funde con mi nada,
entreveo tu mirada y tu sonrisa...
y tu modo de estar que me embriaga.

Y así, Señor, me animas y levantas, pues
tu corazón de Dios me habla en esas noches
y me cuentas también de tus amores

“Es hermoso estar contigo, Señor, y, reclinado sobre su pecho como el discípulo predilecto, palpar el amor infinito de su corazón”

Visitas en que el amado se encuentra con la amada,
y se miran  a los ojos,
y se sienten morir de amor por la hermosura,
desfallecer en posesión mutua;
mas el gozo y la alegría les devuelven a la vida
para gritar al mundo de su amor y su contento.


OLVIDO DE ÉL


         Sin embargo, a veces vivimos lejos de este Misterio de Amor y es triste cuando no hay encuentro, Él y tú; nosotros y Él:

         Se pierde el gozo y la alegría de sentirse unidos dos corazones que se aman. Sin encuentro personal con Jesús Eucaristía... no hay comunicación,  ni acogida, ni consuelo, interés por cuanto se refiere al otro, confidencias, súplicas y alabanzas.

Porque a veces, no sacamos de las visitas su fruto; venimos a ellas, tal vez  para recitar unas oraciones, salmos, lecturas... a veces a gran velocidad... y de este modo no entramos en el encuentro con el Señor: de corazón a corazón. No es el verdadero encuentro del que sabe y siente la presencia del amado, goza con ello... y además confía en la seguridad de que su Señor le admite y acoge complacido.

       
         PENSAMIENTOS DE SAN JUAN DE LA CRUZ

       Nos olvidamos que estamos junto a la fuente de la vida, en el manantial de la santidad, aunque ciertamente escondida bajo las especies del sacramento y por ello en la noche de los sentidos. Así  Juan de la Cruz, curtido en nuestra tierra giennense.

Aquesta eterna fonte está escondida
en este vivo pan por darnos vida
aunque es de noche.

Aquí se está llamando a las criaturas
y de esta agua se hartan, aunque a oscuras
porque es de noche.
Aquesta viva fonte que deseo
en este pan de vida yo la veo
aunque es de noche.

De esta fuente y manantial de santidad podemos sacar la fuerza para seguir caminando como cristianos, para saber perdonar, para cumplir nuestros deberes en la vida de familia, trabajo, vecindad y nuestro compromiso social. Y esto no será posible si no se da el encuentro personal con el Señor como María nuestra madre podría haberlo tenido las noches de Belén, en las largas caminatas hacia Egipto o en la llamada vida oculta de Nazaret. En María tenemos nuestro modelo, nuestra fiel acompañante y nuestra eficaz intercesora para entender de Eucaristía. María, mujer eucarística.

               
             AUSENCIA DE TI


¡Cuántas veces las preocupaciones, los intereses, el egoísmo, la pasión y los rencores, nos atrapan el corazón y nos alejan de este encuentro! Teniéndolo tan a mano, no nos damos cuenta y pasamos de largo. 

                   Y vivir sin Ti, Señor, no es vivir:

   Llorar en el desierto de la vida
aspirando a tu encuentro,
pues sin ti nada existe...
es la mueca y el eco,
es la sombra y el dolor...
tu ausencia.

   Pensar en tu presencia,
trasforma el llanto en alegría,
la sombra en luz,
el eco en armonioso canto,
el dolor en profundo gozo
y la mueca en tu faz...


en tu presencia.

           VUELTA A TI

A pesar de estos fallos, sin embargo, continuamos deseando vernos con el Señor...es una gracia este deseo, porque es bello el encuentro de Amor con Él ¡Y podemos vivirlo! No perdamos la ocasión

  Volverme junto a ti,
mirar tu cara,
dejarme iluminar
por la luz que sale de tus ojos...
y así seguir tus pasos.

   Miré a la puerta de mi casa
y descubrí que estabas tú,
esperando de la noche a la mañana;
abrí de par en par el corazón
y entraste tú, Señor.

   Encuentro sin igual,
que el alma llena,
y deja satisfecho el apetito,
y a la vez ansiando más mirada,
más luz y más presencia.

   Encuentro en el amor,
que es llama misteriosa, portadora de luz;
a la vez que enciende, apaga:
aquí destruye, allí restaura;
ahora enardece, después amaga.
¿Es encuentro o es mirada?
¿Será presencia o será llama...?
Amor que me regalas
con tanto calor y colorido,
que me fundes en ti
y me iluminas,
haciéndome llegar al infinito.


BUEN PASTOR QUE SE ENTREGA A NOSOTROS


      No olvides que cuanto más te alejas del Señor, más frialdad sientes y llega la apatía, la desgana; te sientes mal en la iglesia, has perdido el sentido de pertenencia a ella... la infidelidad al Señor. Sentirás cada vez más la ausencia del Señor... Pero ¡NO! La palabra dada a mi Señor... “pues que me sedujiste y me dejé seducir por tu amor...” me lleva a un compromiso: yo te debo llevar a otros, llevar tu antorcha por doquier, para que prenda en todos. Para que la fidelidad no nos abandone, colguemos en  el cuello y escribamos sobre el núcleo del corazón, su nombre y nuestro amor, a la luz de su Amor...porque mira la fidelidad de tu Señor, expresada en el himno de las Vísperas del Corpus Christi, donde se nos dice:

Oveja perdida, ven
sobre mis hombros, que hoy
no sólo tu pastor soy,
sino tu pasto también.
Por descubrirte mejor
cuando balabas perdida
dejé en un árbol mi vida,
donde me subió el amor.
Si prenda quieres mayor,
mis obras hoy te la den.

Pasto, al fin, hoy tuyo hecho
¿cuál dará mayor asombro,
o traerte yo en el hombro
o traerme tú en el pecho?
Prendas son de amor estrecho
que hasta los más ciegos ven.

Y es que en cada encuentro el Señor permanece esperándote, deseoso de encontrarse contigo, de correr hacia ti, abrazarte y comerte a besos. Ya te ha dicho que como pastor te lleva en sus hombros y se hace alimento y pasto también... por amor a ti colgó su vida en la Cruz y al hacerse pan entró en tu corazón... ¡hasta el más ciego puede ver tanto amor!.

 ¿Vas a perder, hermano, las ocasiones para encontrarte con tu Señor? Ante el Sagrario tienes ocasión de darle gracias, en nombre propio, en nombre de los demás y en nombre de toda la creación... pues el cristiano toma o, más bien.  da voz a las criaturas y eleva al cielo el canto de alabanza:

¡Cielos y tierra alabad al Señor!

           
              Adoremos al Señor:


 Al estilo de Santa Teresa:
                              



Que mi amado es para mí
y yo soy para mi amado.
Veante mis ojos
dulce Jesús bueno
veante mis ojos
muérame yo luego






Al estilo de San Juan de la Cruz:

Oh noche que guiaste,
oh noche amable más que la alborada,
oh noche, que juntaste
Amado con amada
amada en el Amado trasformada.
Quedéme y olvídeme
el rostro recliné sobre el amado,
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.


O con este otro canto: 

Estar así, Señor, mirándote,
atado el corazón con dulces lazos
al tuyo que por amor se hizo pan...
y al estar, pertenecerte,
enamorado de Ti hasta la muerte
pues que Tú la sufriste...
y no hay modo mejor de responderte.

  Conocerte, Señor, y abrir mi casa
a la luz pascual de tu mirada,
y así, enamorados y sentados a la mesa,
dialogar de la noche a la mañana;
conocido y amado…por contemplarte,
seguido e imitado…quizá, alguna vez, muy torpemente,
heme Señor aquí postrado
suplicándote fidelidad por siempre.

   Tu discípulo, Señor, ágil porque ama,
alimentado del pan y la palabra,
con la fuerza del vino consagrado,
con tu guía y tu luz...
correrá por las plazas,
buscará por las calles
entrará en los claustros y las aulas
y gritará a cualquiera que se cruce
¡cuánto y cuanto les amas!.

         Y cantar el siempre nuevo Pange Lingua... y el Tantum ergo Sacramentum, el Adorote devote o el Cantar al Amor de los amores, o de rodillas, Señor ante el Sagrario... o el “Tú has venido a la orilla”

  
EL SEÑOR SE HACE PRESENTE A TRAVÉS DE SUS SACERDOTES


En la Solemnidad del corpus Christi, 2020, cuando causas externas nos impide celebrarlo con la suntuosidad y vivencias que otros años, rendidos a su voluntad digamos  “¡Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente y estamos contentos!” ¡Este hecho y esta circunstancia no son ajenos a la acción del Espíritu! ¡Adoremos la Eucaristía! Algo especial nos quiere decir el Señor en esta circunstancia. No lo dudéis, algo personal nos dirá a cada uno.

Suba desde el corazón nuestro clamor al Padre de la misericordia  para que abramos nuestro espíritu a su Espíritu.

Que el Señor bendiga a su Iglesia, que el Señor envíe obreros a su mies; por ello oremos por el  Seminario: tres nuevos sacerdotes dentro de unos días (27 de junio) serán ordenados en nuestra S. I. Catedral. ¡Señor dadnos muchos y santos sacerdotes! 
Oremos por la Iglesia Universal, por la Iglesia en España, por la Iglesia que camina por nuestras tierras ¡Señor, dadnos muchos y santos sacerdotes!

Oremos por nuestra sociedad, por nuestra España y por el mundo entero, por tantas personas de otros países que viven entre nosotros y también por sus pueblos y familias.

Oremos porque la enfermedad del coronavirus desaparezca del mundo y para que desaparezcan las epidemias que hacen mal al ser humano y a la misma naturaleza.


     ADOREMOS AL SEÑOR DÍA Y NOCHE

Pues bien, oremos y gocemos en la Adoración al Santísimo Sacramento; vivamos el Misterio por el que Cristo se hace presente en nuestros Altares, actualizando el Sacrificio de la Cruz: Pan partido y Sangre derramada y reclinados sobre el pecho de nuestro Maestro como el discípulo amado...

Noche silenciosa, serena y tranquila
no pases de largo,
mantén tu quietud,
que pueda a tu sombra hallar a quien amo
gozar su presencia
sentir su mirada.

Noche oscura del tiempo,
donde el alma anhela buscar su camino,
no corras, ¡despacio!
que espero encontrarle
en las cumbres altas
de aquellas montañas,
allá junto al sol.

Y continuemos atentos a los mensajes que a lo largo de la Festividad del Corpus, nos seguirán llegando, este año más silenciosos, pero que los debemos hacer más vivos en el alma.  Así  poder captar lo hermoso que es estar con Él.


LA EUCARISTÍA ES SERVICIO A LOS HERMANOS Y ES FRATERNIDAD

Proyectemos ese amor en el encuentro fraterno, en el saludo, en el compartir nuestra alegría y nuestros sufrimientos, prestarnos unos a otros en el reconocernos y sentirnos verdaderamente hermanos, como Cristo nos enseñó... “ejemplo os he dado para que hagáis vosotros lo mismo”

Y mirando la Imagen de Ntro. P. Jesús, digámosle:

Ven, Señor, hoy te buscamos,
déjanos besar tu faz,
no para condenarte
sino para contemplar,
el amor con que nos amas
y aprender de Ti a amar...
pues Amor eres en la Eucaristía:
Amor para amar y amar.

“Que hermoso es estar con Él y, reclinado sobre su pecho como el discípulo predilecto, palpar el amor infinito de su corazón”


     EN FIN ¡QUÉDATE CON NOSOTROS SEÑOR!

Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar...
Ave María Purísima




¡Quédate con nosotros Señor!

Jesús resucitado,
nuestro gozo y alegría;
tú eres nuestra esperanza,
nuestra luz y nuestro guía.

Quédate con nosotros
pues que oscurecen los días
y el gélido de la noche
amenaza nuestras vidas.
Tú vencedor de la muerte,
hombre nuevo, nos renuevas;
pan ácimo, trigo molido,
alégranos en las cuitas.
Bajo la paz, tu saludo,
con el Espíritu, tu don,
déjanos ver tus heridas,
Señor Jesús, nuestro Dios.
Pascua gloriosa y florida,
vida que nunca termina,
pan y vino, transmutados

Sacrosanta Eucaristía.
Sacrificio, don y ofrenda;
alimento, pan comido, vida;
presencia siempre cercana,
Hostia sagrada y bendita.
Consuelo en los problemas,
gozo en canjes amorosos,
lágrimas de dolor,
segura respuesta: perdón.
Fiesta del pueblo cristiano:
fracción del pan, es el signo;
fraternidad, común-unión,
amor a Dios y  al hermano.
¡Quédate con nosotros, Señor!



Altares efímeros 


La religiosidad popular se hace patente al paso de la Eucaristía con numeroso altares efímeros en plazas, balcones, calles....  a lo largo y ancho de nuestra tierra.




fg.1)



fg.2)
fg.1-2) Segura de la Sierra


fg.3)


fg.4)


fg.5)
fg.3-5) Beas de Granada



fg.6) Navas de San Juan


fg.7) Plaza de Santa María - Jaén


fg.8) Plaza de San Francisco - Jaén


fg.9) Calle Maestra - Jaén


fg.10) Calle Maestra - Jaén


fg.11) Calle Maestra - Jaén


Jaén, 15 de Junio 2020


Antonio Aranda Calvo. Sacerdote.



EN LA FIESTA DE LA VIRGEN DEL CARMEN 16 de Julio.

  (Dedicado a los fieles de Monte Lope Álvarez en la Fiesta de su PATRONA )   !VIVA LA VIRGEN DEL CARMEN! ¡Virgen del Carmen! Reina de mares...