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viernes, 20 de enero de 2023

DOMINGO III DEL TIEMPO ORDINARIO. 22 de Enero.

 

              

“La llamada de Jesús espera nuestra respuesta”


LECTURAS: Isaías 8, 23b-9.3; Salmo 26 “El Señor es mi luz y mi salvación”
I Corintios 1, 10-13-17; Evangelio de San Mateo 4, 12-23.

 

De nuevo la Palabra de Dios nos ilumina sobre los sueños y proyectos que nuestro Dios tiene sobre nosotros, sueños y proyectos que va realizando en Jesús de Nazaret. Jesús comenzó llamado a un grupo de hombres humildes y valientes y les hizo el “primer anuncio” del proyecto que traía…(venid, en adelante seréis pescadores de hombres y les siguieron) ellos respondieron generosamente a esa llamada; así tenemos la primera comunidad de discípulos de Cristo, los inicios de la Iglesia a la que pertenecemos; que esa conciencia de pertenencia suscite en nosotros el deseo de llevar la Palabra, el Amor y la Ternura de Jesús a “todo el mundo” incluso a aquellos lugares más dificultosos y resistentes. 

 


 Una vez más, en el profeta Isaías, el apóstol Pablo en 1ª a Corintios y hoy en el  Evangelio de San Mateo, también, se nos va mostrar el Mensaje de Salvación  que anunció Cristo y seguidamente los Apóstoles: escuchémosles y dejémonos guiar por ello. En el encuentro de la llamada y respuesta, en el compromiso y empeño de quien recibe, en la respuesta a la propuesta de Dios, comenzará a germinar el Reino de Dios. 


  • Así con Isaías nuestro Dios, Salvador y Señor, ha vuelto sus ojos y su corazón, llenos de ternura y amor, al pueblo que caminaba en tinieblas y en guerras de muerte…y por su Amor y su Gracia el Dios de Israel ha convertido a ese pueblo en fuente de vida y luz, gozo y alegría para la humanidad entera. Y lo hace en su Hijo Jesús, el Siervo Sufriente tal “que tenía el rostro tan desfigurado que apenas parecía un ser humano, y por su aspecto, no se veía como un hombre; alarmará a muchas naciones, los reyes quedarán mudos ante él”. La acción que, según Isaías realiza con su pueblo, hoy llega a nosotros por su Sacrificio en la Cruz y nos colma de gracia y bendición. Nos pide que esa propuesta salvadora la hagamos llegar a todos los pueblos, los hombres y mujeres con los que compartimos la vida, siendo anunciadores y testigos de la salvación. La acción de Dios en nosotros nos lleva a recitar con gozo, el Salmo desde lo hondo del corazón “El Señor es mi luz y mi salvación” que es la proclamación, el canto y la oración por el gran don recibido.

  • La salvación proclamada y vivida hasta con entusiasmo en la Iglesia de Corinto, de lo cual nos dio noticias Pablo en el domingo pasado, de modo que se convertía en ejemplo y modelo para nosotros, hoy el mismo Pablo llama la atención a estos cristianos porque no cumplen su opción por Cristo y sus compromisos como Iglesia cristiana… y es que andan en discusiones y discordias, unos se enfrentan con otros y la comunidad de amor a la que están llamados se rompe; todo porque han equivocado el origen y la fuente del don recibido, al decir “yo soy de Pablo, yo soy de Apolo, yo soy de Cefas, yo soy de Cristo. ¿Acaso Cristo está dividido, quien murió por vosotros?... no hay otro fundamento  que Cristo Jesús muerto y resucitado; los corintios han equivocado la cuestión; Pablo trata de volverlos a la verdad: “Cristo me envió a predicar el Evangelio, y no con sabiduría de palabras, para no hacer ineficaz la Cruz de Cristo”.

  • El Evangelio de San Mateo no sitúa a Jesús en el comienzo de su Predicación: dejando Nazaret fue a Cafarnaúm, junto al mar, (el mar, donde se encierran los abismos y habitan los espíritus malignos y los grandes animales marinos…lugar de peligro) en el territorio de Neftalí y Zabulón. Un cambio intencionado por parte de Jesús quien viene para todos los hombres sin distinción; Isaías lo define como “tierra de gentiles” que habitaban en tinieblas, en tierra y sombras de muerte… Jesús se abre para todos, morirá por todos por ello una luz les brilló a todos; y comenzó a predicar diciendo: “Convertíos porque está cerca el Reino de los Cielos”- Al comienzo de la Predicación de Jesús nosotros también escuchamos en la Palabra y adentramos en nuestro corazón: “Convertíos porque está cerca el Reino de los Cielos”…y la conversión es el cambio de camino, de estelo de vida, valoración de las cosas, cambio en el trato con los demás, cambio de mentalidad y de corazón… “de un corazón de piedra a un corazón de carne” 

 


 

  

El mar de la Galilea

 

    ¡Señor! recorriendo Galilea fuiste enseñando, predicando y curando. Lo dabas todo para mostrar a aquellas gentes tu Evangelio. Jesús también deseo poner todo de mi parte para dar a conocer tu Reino. Por favor dame de tu Amor para poder hacerlo.

 

Antonio Aranda Calvo. Sacerdote.

 

 

 


EN LA FIESTA DE LA VIRGEN DEL CARMEN 16 de Julio.

  (Dedicado a los fieles de Monte Lope Álvarez en la Fiesta de su PATRONA )   !VIVA LA VIRGEN DEL CARMEN! ¡Virgen del Carmen! Reina de mares...