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jueves, 7 de mayo de 2020

“YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA”


Domingo V de Pascua, 10 de Mayo.

Cristo Resucitado nos llega, hoy también, con María, mujer de fe, de alegría y de paz, modelo para nosotros.
  

EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA

Jesús dice de sí mismo que es “el Camino, la Verdad y la Vida” (nadie podía haber dicho esto) y su Madre lo siguió como nadie, vivió la Verdad que llevó por nueve meses y por siempre en el corazón y se alimentó de la Vida verdadera, pues que lo  había engendrado en su seno. Que Ella que nos ayude a conocer, seguir y amar a Jesús.
  
I.- Cuantas veces, en nuestra vida, no sabemos por dónde tirar; en las situaciones normales y concretas del día a día ¿qué hacer? “pro y contra” ¿qué camino seguir? Como cristianos, siempre  y en todo momento “Seguir a Jesús” y preguntarnos qué haría Él, e ir adaptando nuestras decisiones a su estilo; para ello, ahí tenemos los Evangelios. Cada uno de nosotros, todo ser humano tiene una meta y yo pienso que para todos es Dios-Padre; el cristiano sabe que Jesús es el Camino para llegar a Él.


 ¿QUÉ CAMINO SEGUIR?


II.- Buscamos la verdad; la mentira nos molesta y hasta nos humilla; el ser tratados con mentira nos degrada; la mentira en las relaciones humanas, nos  hunde y destruye hasta aniquilar esas mismas relaciones. La mentira es fuente de desunión y de ruptura; va contra la dignidad humana. Pero no se trata de esas “pequeñas verdades” de 2+2=4, o de tal suceso o de tal otro, ¡No! el ser humano corre tras la Verdad grande, la única y  definitiva verdad (que se refleja en las demás verdades del día a día) y esa no es otra más que Dios. Jesús nos lo ha mostrado como Misericordia y Perdón, Padre de todos los hombres a los que ama y llama hijos. ¡Aliméntate de esa Verdad que es el mismo JESÚS!



EL SER HUMANO CORRE TRAS LA VERDAD GRANDE, LA ÚNICA Y  DEFINITIVA VERDAD Y ESA NO ES OTRA MÁS QUE DIOS.

III.- La vida, lo que más apreciamos, que la tenemos en nuestras manos y que está siempre amenazada por los odios y rencores, enemistades, desprecios e injusticias, hambres, guerras y tantos atentados contra la vida de niños, ancianos, enfermos, seres humanos y contra la misma naturaleza que nos sustenta; hoy también por el “coronavirus” y ¡fíjate! algo tan insignificante, un microbio, que trae a la humanidad de cabeza, y se nos escapa la vida, pues, aunque  superemos la situación, (muchos no la han superado, por lo cual menos optimismos interesados) siempre seguiremos en “riesgo” y al final, decía San Agustín: “aquel que se salva, sabe; el que no se salva no sabe nada”





Buen domingo, que la Alegría de Dios nos acompañe.

Antonio Aranda Calvo, sacerdote.

EN LA FIESTA DE LA VIRGEN DEL CARMEN 16 de Julio.

  (Dedicado a los fieles de Monte Lope Álvarez en la Fiesta de su PATRONA )   !VIVA LA VIRGEN DEL CARMEN! ¡Virgen del Carmen! Reina de mares...