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viernes, 14 de agosto de 2020

DOMINGO XX DEL T. O. 16 de Agosto de 2020


Festividad de San Roque, patrón de Hornos. 
Iglesia Parroquial Ntra. Señora de La Asunción

"Nunca te sientas excluido por Dios; Él te tiene en el centro de su corazón” 

Después de haber celebrado, ayer, a la Santísima Virgen en el Misterio de su Asunción al Cielo; Jesús nos CONVOCA de nuevo y así nos encontramos en la Asamblea Cristiana, La Santa Misa, para llenarnos de la Palabra de Dios, alimentarnos con su Cuerpo y sentirnos más hermanos, fraternalmente unidos, por más separación que nos impongan las circunstancias. Desde esta visión puede entenderse el valor de la Santa Misa para un cristiano, de modo que “un Domingo sin Misa no sea El Día del Señor”. 

La Palabra de Dios nos dice esta mañana, bien claro y alto, que Él no excluye a nadie de su corazón, que estamos todos en el centro de su vida divina y llamados a participar en su proyecto salvador. Todos los hombres y pueblos están llamados a la Vida que Dios nos da, gratuitamente, como DON Y GRACIA. Cual  deberá ser ahora nuestra actitud ante la acción de Dios:

1.-¿RECIBIR O RECHAZAR ESE DON?                                  

2.-ABRAZARNOS A LA MISIÓN, llevando el DON a los demás. 

Así escuchamos en la 1ª Lectura al Profeta Isaías que anuncia cómo Dios abrirá las puertas de Jerusalén: “los extranjeros y forasteros serán traídos al Monte Santo y podrá orar en la Casa de Dios”. Dios acoge a todos, contra la mentalidad de los que le consideran como una propiedad particular. 

El Salmo es una llamada a que todos los pueblos alaben a Dios, pues Él admite toda alabanza que sale del corazón sincero y humilde. 

Pablo en la 2ª lectura, Carta a los Romanos, se proclama el apóstol de los gentiles, es decir, de los que no formaban el “pueblo de Dios”, pero que en Cristo han sido llamados en plenitud. 

       El Evangelio nos presenta el pasaje de la mujer cananea, el cual nos demuestra que Jesús es de todos: 



La mujer de Canaán a los pies de Cristo. 1784. Jean Germain Drouais

La mujer busca a Jesús, se acerca a Él, le sigue suplicando 

Jesús primero calla, después  responde pero de un modo inesperado, no era así su manera de proceder…

Y la mujer no se da por ofendida, al contrario insiste, hasta gritando y postrándose… ante Jesús, el cual justifica su actitud…y ella vuelve a insistir y hasta se atrevió a corregir al Señor…y a pesar de todo “no se echó atrás” supera todos los obstáculos: ¡Señor socórrenos!...  

Hágase como has creído…, es la respuesta final… y así esta mujer nos DESCUBRIO que Cristo no excluye a nadie, que la fe está muy por encima de las razas, ideologías y estados sociales, que Jesús se rinde ante la sencillez y la humildad, que en la mujer cananea la reconoce con admiración y hasta nos la pone de ejemplo. 

Con San Juan Crisóstomo comenzamos el Evangelio por el final: 

¡Oh mujer, grande es tu fe!... todas las dilaciones y hasta palabras duras pronunciadas por Jesús, trataban de coronar a la mujer con lo más grande, la fe: “tu fe es capaz de lograr cosas mayores que esas, pues hágase como tú quieres… y a partir de ahí la hija quedó sana” Como en el Génesis: “Hágase  el cielo, y el cielo fue hecho”. Qué fuerza es la de la fe que a esto se compara. 

Por otra parte, sigue San Juan Crisóstomo, con la insistencia de la mujer, consiguió su pretensión para darnos a entender la importancia de la Oración. ¡Tanto puede la perseverancia en la oración confiada en Dios! 

 Antonio Aranda Calvo. Sacerdote

EN LA FIESTA DE LA VIRGEN DEL CARMEN 16 de Julio.

  (Dedicado a los fieles de Monte Lope Álvarez en la Fiesta de su PATRONA )   !VIVA LA VIRGEN DEL CARMEN! ¡Virgen del Carmen! Reina de mares...