SÁBADO SANTO, O DE GLORIA

 

Día de silencio, de oscuridad y llanto por la Muerte del Señor…

 Ya hemos indicado que el sábado Santo es día de ayuno, oración y caridad fraterna, la mejor preparación para que muriendo con Cristo “resucitemos igualmente con ÉL”. Pero a la medida que avanza la NOCHE se va trasformando el ambiente, corre una suave agitación es la PREPARACIÓN PARA ALGO MISTERIOSO: que luzcan las luces para que se ahuyenten las oscuridades que nos envuelven; se preparan  las instalaciones eléctricas, velas de cera, el fuego, incienso, agua… el Gran Cirio, parece que las mismas campanas comienzan a temblar, pues ellas han de anunciar a los den dentro y a los de fuera, que Cristo ha Resucitado. El sábado Santo no es una extensión del Viernes Santo, día en que se rememora la pasión y muerte de Jesús. El sábado Santo es un día de dolor y tristeza que se destina para el silencio, luto, y reflexión, así como lo hicieron María, los discípulos y los amigos de Jesús. Es el tercer día del Triduo Pascual, por tanto es un día de silencio y reflexión en el cual los cristianos conmemoran a Jesús de Nazaret en el sepulcro y su descenso al Abismo y que concluye con la celebración de la Vigilia Pascual, la cual es la celebración litúrgica principal y más rica en símbolos y significados. Comienza bien entrada la noche  y finalizará en la mañana, al amanecer, muy de madrugada del “Primer día de la semana”.  Domingo de Resurrección, día que finaliza la Semana Santa.

 

 

El Santo Entierro
San Juan y Nicodemo sostienen con esfuerzo el cuerpo muerto de Jesús
(Caravaggio) (1602-1604)
Óleo sobre lienzo 300 cm × 203 cm
Museos Vaticanos, Ciudad del Vaticano

 

   Durante el Sábado Santo en la Iglesia Católica no se realizan eucaristías, no se tocan las campanas, el Sagrario se deja abierto y vacío, el altar está despojado y no se administra ningún sacramento excepto la Unción de los enfermos y la Confesión de los pecados. Sin embargo, las puertas de la iglesia permanecen abiertas, no se encienden las luces y los sacerdotes atienden las confesiones. También se conmemora la Soledad de María, recordando el momento que lleva el cuerpo de Jesús al sepulcro. La primera reforma se llevó a cabo con Pío XII en 1955. De igual manera se reformó el tiempo de ayuno, que antiguamente se extendía desde el día viernes. Con la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II se le dio todo el sentido bautismal y se establecieron ritos más inteligibles y apropiados.

    He aquí el esquema de la celebración de la VIGILIA PASCUAL:

- LUCERNARIO (fuego vivo donde pueda darse)

- CIRIO PASCAUAL. Cirio encendido del fuego nuevo y así se anuncia  ¡¡¡LUZ DE CRISTO¡¡¡ Demos Gracias a Dios

- LUZ PORTADA POR LOS FIELES

- Procesión hacia el Altar, donde se introduce el CIRIO que se inciensa y ante el cual se CANTA EL PREGÓN PASCUAL

- PREGÓN PASCUAL

- LA PALABRA DE DIOS es proclamada, A MODO DE LARGA VIGILIA EN ESPERA DEL ALELUYA: Creación, Pecado y Gracia;  Abrahán, Promesa Elección-Promesa en Isaac Liberación, Anuncio Profético de la venida del Mesías. Actualización de la Promesa ¡ALELUYA!

- Suenan las Campanas anunciando a todos de fuera y de dentro que Cristo ha resucitado, la gran fiesta cristiana y se ha iniciado. EVANGELIO donde se escucha el relato de la Resurrección

- Liturgia bautismal.

- Liturgia Eucarística” El Memorial” participación “tomad y comed” siempre bajo los sones del Aleluya. 

 

  

Resurrección del Señor
Murillo, Bartolomé Esteban
Sevilla, 1650-1660
Óleo sobre lienzo (243 x 164 cm)
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid

 

Antonio Aranda Calvo, sacerdote