DOMINGO DE RESURECCIÓN 9 de abril de 2023

 

“Alegría y paz hermanos que el señor resucitó”

 

LECTURAS: HECHOS DE LOS APÓSTOLES 10, 34. 37-43. SALMO: “Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo”; PABLO A LOS COLOSENSES 3, 1-4; EVANGELIO DE JUAN 20, 1-9.

    Cristo Resucitado nos abre a la Vida y la Luz; nos llena de Claridad y nos Libera de la oscuridad, fruto del mal y del pecado; nos da el Conocimiento y Conciencia de Dios. 

    El Domingo de Resurrección es la celebración con mayor densidad divina, es decir, donde Dios se hace más patente pues realiza su gran gesta: vencer al mal y a la muerte. Hermano, hermana…si hay alguna verdad de fe que haya que sostener sin titubeos es esta: Dios vence la muerte y al mal; y por consiguiente, estamos llamados a llegar a la Vida… (José Rafael Reyes). 

Los relatos evangélicos de la resurrección nos llenan de alegría con un sentimiento de sorpresa y asombro ¡y eso que nos lo había anunciado antes! Ahora se confirma. CRISTO HA RESUCITADO. La alegría es profunda llega hasta el corazón, viene de dentro. ¡Dejemos que esta experiencia llene el alma y la vida entera… y vayamos proclamando por el mundo entero la ¡GRAN NOTICIA! 

- En los Hechos de los Apóstoles, Pedro lo anuncia en su primera predicación recuerda a los oyentes, la persona de Jesús, cómo pasó haciendo el bien, le prendieron y condenaron clavándolo en la Cruz, murió, fue sepultado, pero como había dicho y anunciado por los Profetas, RESUCITÓ al tercer día, se nos presentó y nos constituyó en testigos suyos. Aquí estamos, nadie será salvo sino en su NOMBRE.    

-  El Apóstol Pablo nos lo inculca en Colosenses: nuestro destino es el de Cristo, hemos resucitado con él, pues morimos al pecado por su sangre derramada; esperamos su venida definitiva para vivir gloriosos junto a ÉL. 

-  Juan, en el Evangelio, narra cómo María Magdalena vino del sepulcro y les anunció que estaba “vacío” que la sábana estaba doblada, las vendas en otro lugar y el sudario aparte… pero ÉL no estaba, que le había visto vivo y le había hablado y mandado lo anunciara a ellos a mis hermanos… Juan saló y corría más que Pedro, llegó antes, pero dejó entrara Pedro primero, el cual encontró todo como había dicho la Magdalena; después de este, entró también Juan  “vio y creyó” 

Toda la Semana de Pascua, OCTAVA DE PASCUA, será revivir este glorioso grito de Gloria y Aleluya, e ir penetrándonos de la verdad que encierra. 

Magdalena ante el sepulcro de Cristo
Ribalta, Francisco (Atribuido)
Hacia 1612. Óleo sobre tabla, 91 x 68 cm

Antonio Aranda Calvo. Sacerdote.