La imagen de este cuarto domingo de Pascua es el Buen Pastor… Por ello se le ha llamado Domingo del Buen Pastor, imagen muy querida en la Iglesia desde los comienzos, como ha quedado expresado en las Catacumbas y en los sarcófagos cristianos, y todavía, a pesar de nuestra cultura poco pastoril, esa imagen la acogemos con gozo. Su significado, explicado por el mismo Jesús, es muy claro: El pastor entra en el redil por la puerta, si ocultar nada, sin miedo, porque va a hacer el bien y a mostrar el Amor que tiene a su rebaño; por el contrario el ladrón salta las tapias para robar, matar y hacer estragos…Está claro que es de Jesús de quien hemos de fiarnos.
En el Evangelio hay una propuesta cristológica con dos vertientes:
- Cristo es “El Yo Soy” (con tanta remembranza bíblica, Dios se revela a Moisés, “el tetragrámaton divino” representación mistérica de Dios) Cristo es Aquel “yo soy” del SINAI, el Enviado de Dios, Hijo de Dios, Segunda Persona de la Santísima Trinidad, Dios Encarnado.
- Así la primera imagen es el Pastor: “El yo soy” le corresponde ahora a Jesús, el Señor, quien se ha presentado como la verdad, la vida, la resurrección… y ahora como PASTOR. Teniendo ante nosotros el contenido del Salmo 23, poema de confianza… plena confianza en Jesús, podemos comprender toda su riqueza, pues ya no iremos a buscar fuera de Él cosa alguna… ya que todo lo tenemos en Él. Es el BUEN PASTOR.
- La segunda imagen, Cristo es la Puerta de las ovejas; por donde podemos entrar y salir… con confianza infinita y con toda la libertad que ello implica; “porque Él cuida mis entradas y salidas” para mi bien. El rico significado de la puerta, podemos intuirlo mirando a la casa o a la ciudad amurallada…, esto nos puede clarificar todo su valor: quien toma la puerta ya es dueño de la casa o de la ciudad… (llegó a las puertas de la ciudad…) ¡Que alegría cuando me dijeron vamos a la casa del Señor… ya están pisando nuestros pies tus umbrales (puertas) Jerusalén! “¡Abridme las puertas del triunfo y entraré para dar gracias al Señor! ¡Esta es la puerta del Señor: los vencedores entrarán por ella! (Sal 118,19-20). Sin puertas no hay entradas ni salidas, se trata de casa abandonada y se salta por las tapias. Los peregrinos entran por la Puerta Santa y siente la felicidad de haber cumplido su peregrinación… pues van a eso “a encontrarse con Dios” Y es desde Jesús, la verdadera puerta, por el que podemos entrar y salir para encontrar a Dios y para vivir una vida plena; quien pretenda construir un mundo al margen de Jesús lo puede hacer, pero no hallará el camino para encontrarse con el Dios de vida y con la verdad de nuestra existencia. (Esto no quita que debamos mantener un respeto y una comprensión para quien no quiera o no pueda entrar por esa puerta, Jesús, para encontrar a Dios) Nosotros, no obstante, los que nos fiamos de su palabra, sabemos que es Jesús la puerta verdadera de la vida, Él ha venido para dar vida y darla abundantemente, dar la vida en plenitud; no como los ladrones que entran para robar, matar y llevarse cuanto encuentran. Seamos, pues consecuentes.
- Que la Virgen María, Pastora Divina, Madre del Buen Pastor, cuya Fiesta hoy se celebra en nuestra Diócesis, bajo el Título de Ntra. Sra. de la Cabeza, nos acompañe en nuestro caminar al Monte de la Luz.
Lectura del santo evangelio según san Juan 10, 11-18
Antonio Aranda
Calvo. Sacerdote
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