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domingo, 31 de octubre de 2021

SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS. 1 Noviembre 2021

 


LECTURAS: Apocalipsis. 7, 2-4. 9-14; Salmo 23: “Esta es la generación que busca tu Rostro, Señor”. 1ª Carta de San Juan 3,1-3; Mateo 5,1-12.

(Visión del “mundo nuevo” donde Reina Cristo, en el que la humanidad salvada honra y alaba a Dios en la felicidad plena. Esa humanidad es la que hoy busca al Señor…San Juan expresa con máxima profundidad lo que es la Salvación… no solo llamarnos hijos, sino serle en Verdad HIJOS DE DIOS… LAS BIENAVENTURANZAS son como un retrato de Cristo y del salvado en Cristo) 

      En la Fiesta de todos los Santos podemos traer a la memoria y pasar por el corazón, los nombres y la vida de tantos hermanos y hermanas, en los que hemos visto la santidad de Dios. En la Misa rezamos: «Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad”. Debemos alegrarnos porque la fuente de Dios se derrama sobre nosotros y en nuestro mundo… ¡Gracias Señor! Dice el Papa Francisco: «Muchas veces tenemos la tentación de pensar que la santidad está reservada solo a quienes tienen la posibilidad de tomar distancia de las ocupaciones ordinarias, para dedicar mucho tiempo a la oración. No es así. Todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí donde cada uno se encuentra.» (GE 14) 

En este día podemos renovar nuestra esperanza frente al momento que vivimos, esperanza paciente pero no resignada; esperanza que nos renueva desde lo medular de nuestra fe en el Dios de la vida; esperanza en la santidad cotidiana… y de nuevo el Papa: «Me gusta ver la santidad en el pueblo de Dios paciente: en los padres que crían con tanto amor a sus hijos, en esos hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a su casa, en los enfermos, en las religiosas ancianas que siguen sonriendo… en este día a día, veo la santidad de la Iglesia militante. Esa es muchas veces “la santidad de la puerta de al lado”, de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios”. Una vivencia que se encamina al encuentro con nuestros hermanos y hermanas santos, que hoy celebramos, y que ya comparten plenamente la vida plena con Dios. 

      HOY SE NOS ofrece una mirada, se afianza  nuestra certeza y se nos hace una propuesta: MIREMOS LAS BIENAVENTURANZAS: son luz para mirar la vida y la sociedad con ojos distintos, un cambio radical para ver que Jesús no dice un slogan, no es publicidad, ni atractiva a primera vista… no mola… Solo desde Jesús pueden entenderse estas bienaventuranzas y solo desde Él son camino de felicidad. Es necesario experimentar ese camino… tiene un cierto carácter de misterio “solo para los iniciados” ¡SEÑOR JESUS DEJAME ENTRAR EN ESA EXPERIENCIA QUE TAN MARAVILLOSAMENTE NOS ENSEÑASTE CON TU VIDA SENCILLA, POBRE, AL SERVICIO DE LOS DEMÁS, CON CORAZÓN LIMPIO, DISPUESTO A MIRAR LO BUENO, LO BELLO Y LO VERDADERO EN LOS OJOS DE LAS PERSONAS Y, PERDONANDO, HACER QUE ESA BONDAD Y BELLEZA LLEGUE A LOS CORAZONES¡ 

     Los textos de la liturgia de hoy nos presentan esa forma de mirar, la certeza y la renovación de la propuesta de vida. 

     El Apocalipsis nos ofrece esa mirada de esperanza en tiempos difíciles. El triunfo de Cristo, el Cordero, que trae la salvación a todos. Se nos invita a la alabanza. Por un momento somos parte de la liturgia en la Jerusalén Celeste, junto a todos aquellos que han entregado su vida generosamente.  

 


 La certeza de que nosotros podemos llegar a ello nos la da San Juan en la segunda lectura: Dios es Amor, y desde la dinámica del amor nos engendra como hijos. Ser hijos de Dios nos va configurando de una manera nueva. Nos vamos reconociendo como hermanos en medio de un mundo plural. «Si toda persona tiene una dignidad inalienable, si todo ser humano es mi hermano o mi hermana, y si en realidad el mundo es de todos, no importa si alguien ha nacido aquí o vive fuera de los límites del propio país.» (FT 125). Estamos llamados a ser reflejo de esta dinámica del Amor de Dios.   


 El Sermón de la Montaña
Autores: Cosimo Rosselli y Piero di Cosimo
La Capilla Sixtina

    La fiesta de Todos los Santos nos propone renovar el camino de felicidad que nos ofrece Jesús y que Él manifiesta en las Bienaventuranzas: Así el Papa las interpreta “Vivir el espíritu de las Bienaventuranzas, a la luz del Maestro”, como camino de santidad. Y nos dice:

 1.- “Ser pobre en el corazón, es santidad”, porque desde el corazón podemos, “aceptar cada día el camino del Evangelio, aunque nos traiga problemas.” 

2.-“Reaccionar con humilde mansedumbre, esto es santidad” porque que nos lleva a “sembrar paz en nuestro alrededor.” 

3.-“Saber llorar con los demás, es santidad”, porque nos permite, “mantener el corazón limpio de todo lo que mancha el amor.” 

 4,- En el corazón de su propuesta Jesús nos anima a “buscar la justicia con hambre y sed y esto es santidad” 

5.- Mirar y actuar con misericordia” es santidad porque nuestro Dios es rico en Misericordia y grande para perdonar 

Que la Fiesta de Todos los Santos nos permita hacer memoria agradecida y nos impulse a construir el Reino cada día.  


Antonio Aranda Calvo. Sacerdote. 

 

Nota: A continuación encontraréis, a modo de epílogo, una presentación del lugar histórico, según la tradición, donde se sitúan los hechos narrados en los Evangelios. Esta parte se debe a Don Miguel Mesa Molinos, colaborador valioso en este Blog, a quien damos las gracias.













viernes, 29 de octubre de 2021

DOMINGO XXXI DE T.O. 31 de octubre 2021.

 

 

(LECTURAS. Deuteronomio 6, 2-6; Salmo 17: “Yo te amo, Señor, Tú eres mi fortaleza. Señor, mi roca, mi alcázar, mi liberación”. Hebreos 7, 23-28; Marcos 12, 28-34. )

         “Escucha Israel…” “No está lejos del Reino de Dios”

     La Ley en el Pueblo de Israel tenía una función pedagógica: orientar el corazón y la existencia hacia Dios. Por eso Moisés invitaba al pueblo a “grabar en su  corazón las palabras” que hemos escuchado en la primera lectura  (Dt 6,6). Jesús llevó la Ley a su plenitud en la vivencia radical del amor; un amor que tradujo en su propia vida como misericordia compasiva con los pobres, necesitados y pecadores; “ofreciéndose a sí mismo a Dios” (Hb 7, 27) para “salvar en forma definitiva a los que se acercan a Él” y “para interceder por ellos” (cf. Hb 7,25).  “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo Jesús para salvar al mundo y nadie tiene más amor que quien da la vida por la persona amada…” El precepto del Deuteronomio era conocido por todos los judíos, siguiendo la Ley, lo llevaban ante los ojos, liado al brazo, en las muñecas, en la frente… en los dinteles de las puertas y lo oían continuamente del rabino, del maestro, y en su momento del propio padre: “escucha Israel, el Señor es tu Dios, a Él sólo amarás con toda tu mente y con todo tu corazón…” 


    ¿Cómo un escriba pregunta ahora a Jesús sobre ello? Y no con mala intención, sino con el deseo de clarificar, sobre todo su modo de actuar y enseñar al respecto. Jesús con su propia vida da la definitiva interpretación al mandamiento de la Vida, el único y principal, con el que uno se salva… haz eso y te salvarás… Tú no estás lejos del Reino de Dios.  

    UN ÚNICO MANDAMIENTO… Jesús revela al escriba el espíritu más profundo de la Ley: no hay santidad real sin un amor exclusivo, total y preferente a Dios, y que, al mismo tiempo, es un amor solidario y comprometido con el prójimo. Sin un amor real y concreto por el prójimo (que es imagen de Dios), todo intento de amor a Dios se reduce al plano de las ideas, de las intenciones y de los discursos. Dios ha creado al ser humano a su imagen y semejanza (cf. Gn 1, 26-27) para que toda búsqueda de Dios comience por el rostro y el corazón del prójimo. En el misterio más profundo de cada persona se puede revelar a Dios. En este sentido, el prójimo tiene una función mediadora: es la forma concreta de visibilizar el amor a Dios.   

    El prójimo es un punto de encuentro con Dios en la historia.   

    Jesús centraliza el espíritu de la Ley en un único mandamiento con dos aspectos necesariamente complementarios. El amor al prójimo siempre será el criterio de credibilidad del amor a Dios. En términos del autor de 1 Jn: “El que dice: «Amo a Dios», y no ama a su hermano, es un mentiroso. ¿Cómo puede amar a Dios a quien no ve, el que no ama a su hermano, a quien ve?” (1 Jn 4,20).  

    ESTÁS CERCA DEL REINO DE DIOS… todo encuentro verdadero con Jesús es transformante y conlleva una conversión de la inteligencia, de las actitudes y del corazón. La respuesta del escriba denota el inicio de un cambio de la religiosidad aparente, suntuosa. Vacía etc. y a la espiritualidad de la experiencia de Dios que se traduce en gestos concretos de amor, perdón y cercanía… Estos gestos hacen visible y posible el Reino de Dios.  

    La ley y las normas tienen la función de orientar hacia Dios y hacia el prójimo; también iluminan la libertad para que el culto a Dios sea en “espíritu y verdad”, lo que lleva consigo que el vínculo con el prójimo sea en la dignidad, fraternidad y caridad. Elegir Amar a Dios es elegir Amar al Prójimo. Sólo así el Reino se hace presente en la historia y en el corazón humano. El Amor es la Ley del Reino.  

    Antonio Aranda Calvo. Sacerdote. 

 

 


viernes, 22 de octubre de 2021

Domingo XXX del T. O. 24 de octubre 2021.

 

“Testigos de lo que hemos visto y oído”.

(LECTURAS: Jeremías 31, 7-9; Salmo 125: “El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres”; Hebreos, 5, 1-6, Marcos, 10,46-52.)

 

DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISIONES:


        El Evangelio nos presenta hoy, según el Papa Francisco, tres pasos fundamentales en el camino de la fe:

        1º.- Miremos a  Bartimeo, hijo de Timeo, pero su padre no está con él, no tiene quien le escuche, está sólo y tirado a la vera del camino, hasta le impiden que hable… sin embargo, Jesús lo ESCUCHA, y aunque sabía lo que deseaba, pues era lógico, le deja que hable, que se exprese… da tiempo a la ESCUCHA. Este es el primer paso para facilitar el camino de la fe a los demás: no vayamos arrasando, ESCUCHAR…escuchar antes que hablar. ¡Qué importante es para la MISIÓN escuchar la vida, escucha con amor, con paciencia, como hace Dios con nosotros, a veces cansinos y apáticos… Y ÉL NUNCA SE CANSA DE ESCUCHAR. Pidamos la gracia de un corazón dócil para escuchar.   


La curación del ciego Bartimeo
El Greco (1567). Óleo sobre lienzo
Gemäldegalerie Alte Meister. Dresde, Alemania.

        2º.- Segundo paso para acompañar en el camino de la fe: HACERSE PRÓGIMOS. Miremos a Jesús: lo atrae hacia Él, se encuentra cara a cara, en persona, le mira y le habla directamente para escucharle. ¿Qué quieres que yo haga por ti? Jesús no prescinde de Bartimeo, le escucha, quiere que salga de dentro todo lo que lleva en su corazón, “aquella necesidad vital” ¡que vea!... Quiero saber de ti, no me importa la estadística, ni lo que digan otros: tú, tú, tú eres quien me interesas. Y QUÉ QUIERES QUE YO HAGA POR TI “hacer” no solo hablar. Jesús se COMPROMETE CONTIGO, pone toda su acción en ti, con un amor de predilección… Tú eres quien me importas, más allá de las leyes y las normas, de las opiniones y pareceres de los demás. Yo, tu Dios, me he implicado en tu vida y no saldré de ella sin darte la LUZ. La fe ha de pasar por la vida; cuando solo queda en formulaciones o prácticas “sin corazón y encuentro” corre el riesgo de convertirse en algo social, cuando la fe es vivir el Amor de Dios que ha cambiado nuestra existencia.  

        .- TESTIMONIAR: “Ánimo, levántate, que te llama”; los discípulos dicen las palabras de JESÚS, son exclusivamente suyas porque Él es el único que resucita los corazones… sólo JESÚS dice “levántate” para sanar el cuerpo y el espíritu; sólo JESÚS “llama” para cambiar nuestras vidas; sólo JESÚS nos “levanta” con su mano y su mirada y nos llena de LUZ.  

Escuchar al otro, hacernos sus prójimos y testimoniarle nuestra experiencia de JESÚS, he aquí el camino de la Evangelización y de las Misiones.  

Antonio Aranda Calvo. Sacerdote.  

 

 

 


viernes, 15 de octubre de 2021

Domingo XXIX del T.O. día 17 de Octubre de 2021.

  


“Señor Jesús, que aprenda a servir como Tú me has enseñado”

 

(Lecturas: Isaías, 53, 10-11. Salmo 32, “Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. Hebreos, 4,14-16. Evangelio de Marcos, 10, 35-45.)

 

* “Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos”. Esta conclusión de la primera lectura, del Siervo de Yavé, la aplicamos a JESÚS, verdadero siervo del Padre y de nosotros sus hermanos, que asumió el sacrificio y el dolor hasta la muerte… prestando el gran servicio a la humanidad. Así debemos nosotros interpretar los hechos de la vida como ofrendas agradables a Dios y llevarlas con amor. 

 

* Por ello pedimos en el Salmo: Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. Así encontraremos fuerzas para superar toda dificultad. 

 

* En la segunda lectura aparece Cristo como Sumo Sacerdote, no según el A. T. sino como el definitivo y eterno Sacerdote el cual de una vez para siempre se entregó en la CRUZ al Padre, “en tus manos encomiendo mi espíritu” y derramó su Sangre por nosotros, sus hermanos.  Él  es capaz de compadecerse de nuestras debilidades porque ha sido probado en todo… porque hecho hombre se asemejó a nosotros, y así podemos acercarnos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente.  Sacerdocio Nuevo, Alianza Nueva, Templo Nuevo… humanidad nueva por su Sangre. EN ÉL PODEMOS CONFIAR.

 

* La escena del Evangelio está precedida por el tercer anuncio de la Pasión: “El Hijo del Hombre va a ser entregado, condenado y lo matarán…” por esto sorprende más, que los Zebedeos Santiago y Juan, pidan algo al Señor que está en contra de sus criterios y que tantas veces había expresado ante ellos, sin que se enteraran todavía… “piden el ser los primeros”… Jesús les hace caer en la cuenta “no sabéis lo que pedís…”, pero va más allá, porque los otros diez están tocados del mismo mal: el aparecer, dominar, ser grandes, por ello, reuniéndolos, les corrige y deja bien claras las cosas: “Sabéis que los grandes de este mundo los tiranizan… no será  así entre vosotros… el que quiera ser grande que sea vuestro servidor” 

  

   Lo que propone Jesús no es una bonita idea, ni palabras demagógicas,  que suenan bien y después quedan en nada; lo que Él nos propone, y eso sí, a todos sus seguidores, viene avalado por el ejemplo de su propia vida: “… no he venido para ser servido sino para servir hasta dar mi vida en rescate de muchos (nadie tiene más amor que quien da la vida por la persona amada) Esta es la enseñanza que todos los cristianos debemos de aprender, en lo cual no está la dificultad, sino que también la deberemos llevar a la práctica… y para ello hemos de  dejar atrás nuestra arrogancia, el engreimiento, ese “yo” que todos llevamos dentro y que nos domina y traiciona tantas veces. A nosotros cristianos nos corresponde pasar por la vida, tomando como punto de referencia a Jesucristo, el Señor… Él ha de ser nuestro modelo, quien nos atraiga en el proceder del día a día… Jesús a pesar de su condición divina no hizo alarde de ello, sino que se despojó de su rango pasando por uno de tantos… 

 

   La Vida Cristiana no conoce más camino que el servicio a las demás personas, el “único” camino sencillamente, porque es el que ha recorrido Nuestro Señor y el que nos ha enseñado a los que hemos escuchado la llamada de seguirle en sus pasos y gozar de su compañía. (El gran regalo) 

 

Antonio Aranda Calvo. Sacerdote

 

 

viernes, 8 de octubre de 2021

DOMINGO XXVIII del T. O. 10 de OCTUBRE.

 


Tengamos la mirada fijada en el divino pobre de Belén, de Nazaret y del Gólgota.

(Lecturas: Sabiduría 7,7-11.- Salmo 89: “Sácianos de tu misericordia, Señor, y estaremos alegres”. Hebreos 4,12-13. Marcos 10, 17-30).  

Sabemos que los seres humanos son todos iguales, pero les distingue LA SABIDURÍA, que es un DON de Dios, que el hombre recibe libremente y por la que encuentra un sentido a la vida y a la muerte, al dolor, al sufrimiento, a la depresión… al gozo, a la alegría y al bienestar… La Sabiduría está por encima del poder, de las perlas preciosas… ella vale más que la riqueza… Ella da la dignidad a la persona humana que está por encima de todas las cosas.  

La Palabra de Dios es para el cristiano la fuente de la Sabiduría; caminamos con Jesús, guiados por su Palabra, la cual, como espada de dos filos, descubre nuestro interior y nos pone frente a Señor para vernos en Él e identificarnos con su Persona. Es lo que nos ha dicho la Segunda Lectura.   

Con esta visión, el Evangelio nos sitúa en la dinámica del Seguimiento a Jesús guiados por la Sabiduría, iluminados por su Palabra. El joven rico buscaba la Sabiduría, no estaba exento de valores morales (pues cumplía los mandatos de la Ley) pero la Sabiduría (respuesta de Jesús) le dirige por otro camino, el del seguimiento radical. La riqueza en sí, más aún con el cumplimiento de la ley (mandatos de Dios) no puede ser inmoral… PERO basar toda la vida en buscar la riqueza, en el cuidado de la misma, en almacenar, ganar y subir… eso es un contravalor para el REINO, el cual se construye confiados en Dios, fiándonos de Él, acercándonos a su Hijo Jesús, sencillo, manso y humilde de corazón, cercano a los pobres y desvalidos, que no tiene ni donde reclinar su cabeza…  


Jesús y el joven rico
óleo sobre lienzo de Heinrich Hofmann (1889)
 Riverside, Nueva York

 ¿El Objetivo de la Fe Cristiana es que seamos “buena gente”?… ¿Qué pensáis? SI-NO. Por todas partes las hay, en la religión y fuera de ella… ¿Qué es entonces lo específico de la Fe Cristiana? He aquí la novedad que nos presenta el Evangelio: “La fe es experiencia personal de encuentro con Jesús y seguimiento de Él: conocerle, amarle y actuar según Él”. Así el seguidor, discípulo, deposita en Él toda su confianza y no en las riquezas de este mundo. Jesús a sus seguidores les invita a algo más que la bondad natural o moral, quiere que sean sus AMIGOS, que le sigan, amistad que se va profundizando y de la que surgen criterios para relacionarse con las cosas (no esclavo de ellas) con el Padre Dios en relación filial, con los demás como hermanos, en fraternidad hacia los más humildes… con la acción social y política… en el empeño de hacer una sociedad equilibrada, justa y fraterna.  

Los apóstoles y el joven piensan que sin “las seguridades” que dan el dinero y los bienes terrenos bien poco se puede hacer… por ello hay que agarrarse a estos. JESÚS, por el contrario, quiere enseñarnos que la felicidad, el futuro, la salvación definitiva no está garantizada sólo por las posesiones, las riquezas y los poderes terrenos; todo ello tiene un sentido en cuanto se usa para el bien de todos en una justa distribución. No se condena la riqueza sino la acumulación de la misma en pocos y con detrimento de los más. Los criterios de Jesús son la generosidad, justicia y fraternidad. Jesús hizo reflexionar al joven rico, quien vio que su corazón no estaba dispuesto a seguir a Jesús… ¿CÓMO NOS PLANTEAMOS NOSOTROS LA VIDA Y NUESTRA RELACIÓN CON LOS BIENEN TERRENOS…?  

Jesús nos propone un horizonte nuevo: entrar en el plan de Dios, asumir la libertad de los hijos de Dios, que no se dejan comprar por nada, proyecto de Dios que se encarna en la fraternidad y nos hace a cada cual corresponsable de la felicidad de los otros. HOY debemos entrar en el diálogo de Jesús con el joven y con sus discípulos. Jesús asume los anhelos de joven su entusiasmo inicial, los gozos y las alegrías, los sufrimientos y tristezas del hombre actual… PERO le abre el camino nuevo de su seguimiento, dejándolo todo por ÉL.  

Antonio Aranda Calvo. Sacerdote. 

 

 


viernes, 1 de octubre de 2021

INSISTENTE LLAMADA

 











INSISTENTE LLAMADA


Llenarme de Ti, sediento de agua viva;

saciarme de tu infinita fuente cristalina;

derramar por doquier tu dulce gracia

y sentirme saciado por tu sangre…

a la vez, descubrirte en mis hermanos,

en los hechos cotidianos de la vida,

de los pobres y pequeños de este mundo…

y en la Iglesia, signos de Amor.



Tú mi refugio, Señor,

descúbrete a los demás…

que reconozcan tu Amor

en ellos mismos.



Tú mi roca y salvación,

muéstrate a aquellos, los humildes,

que designas como tuyos,

pues que en ellos te complaces.



Riega Tú nuestra sequía,

Tú que brotas eternamente

con frescura siempre viva

del venero sempiterno de tu Amor.



Tú Señor, me llamas esta vez en la paz y en el sosiego

que sucede a las batallas y zozobras…



…Insistentes tus llamadas, ¡esperas en mí!

Tu llamada es constante;

mis gritos y mi pasión tratan de acallarla,

pero en vano…

pues de mil modos me llamas…

y esperas mi respuesta:

sin poesía, ni canciones melodiosas…

sino un SI seco, radical, total,

en silencio, sin más…por el momento:

confiado solo en tu Amor al que fui infiel.


             Antonio Aranda Calvo. Sacerdote.

  








 M. Mesa


DOMINGO XXVII del T. O. 3 de Octubre, 2021.

 


Nuestra Señora la Virgen del Rosario
Patrona de Segura de la Sierra
 Iglesia parroquial La Virgen del Collado


“El Amor verdadero, meta del hombre y de la mujer”

 

 I.- El libro del Génesis nos presenta la creación del hombre y la mujer, como el culmen de la acción creadora de Dios. Claramente nos expresa que el hombre, el varón, no es nada sin la mujer; sería la pura soledad. Así que Dios, no ha creado a la mujer del hombre, sino que es una forma de poner de manifiesto que tienen la misma dignidad y mutuamente encuentran en el diálogo, en el afecto y en el amor, lo que en Dios es pura unidad de paternidad y maternidad a la vez.    

Eva, como Adán, son nombres genéricos, que significan el comienzo de la humanidad, a través de lo cual, Dios ha comprometido todo su ser en la creación del hombre y la mujer, de la humanidad entera…, que han de unirse en amor creador de paternidad y maternidad, para que este mundo sea ámbito de felicidad.  

II- Jesús es verdaderamente Hijo de Dios, Dios de Dios, Luz de Luz, Dios Verdadero de Dios Verdadero… y esto es tan importante como…  confesar a Jesús hermano nuestro, que se compadece de nosotros y da la vida por nosotros. Su muerte en favor de toda la humanidad nos habla de la solidaridad de Dios con el ser humano, como se había comprometido a ello desde la misma creación. Él, Jesús, es el que nos ha abierto el camino de la salvación.  

III.-Marcos en el Evangelio proclamado presenta la disputa de la época entre las dos corrientes de interpretación del texto en cuestión, (Deuteronomio) : una interpretación estricta (había que actuar según la ley) y otra permisiva (cualquier cosa era válido)… en esta situación siempre ganaba el hombre que hacía y hasta interpretaba las leyes… Pero a Jesús no se le está preguntando por las causas del repudio que el varón llevaba a efecto  siempre  contra la mujer; por lo menos Jesús desvía el asunto a lo más importante. Recurrirá a la Torah (ley) para poner en evidencia lo que los hombres inventan y justifican desde sus intereses, y se apoya en el relato del Génesis, que hemos escuchado. Así Jesús presenta claramente que Dios  ha creado al hombre y a la mujer para la felicidad. ¿Cómo, pues, justificar el desamor? ¿Por la Ley misma? ¿En nombre de Dios? ¡De ninguna manera! Jesús aparece como radical, pero es para defender a la mujer de la tiranía del varón, como ya había hecho en otras ocasiones: En el caso del Deuteronomio la mujer no tenía posibilidad de repudio, ni de separación o divorcio. Pero es más, Jesús sabe que todas las leyes y tradiciones que consagran las rupturas del desamor responden a los intereses humanos, a la dureza del corazón; por lo mismo, también el texto de Dt 24,1. Como la mujer encontrada en adulterio que no tiene más defensa que el mismo Jesús.  

Jesús hace una interpretación profética del amor matrimonial partiendo de la creación, que todos hemos estropeado con nuestros intereses, división de clases y estamentos. Y es que Jesús  quiere decirnos que el garante de la felicidad y del amor es el mismo Creador. A Él debemos recurrir siempre.   

 IV.-Ante el texto de los niños, me brota esta oración: ¡Abrázame Jesús como abrazabas a los niños de tu tierra… pero para ello hazme capaz de recibir tu abrazo…!  

Al rechazo de los niños por parte de los Apóstoles,  porque son los que menos valen y los que enredan, JESÚS RESPONDE SEVERAMENTE, esto no debemos dejarlo pasar… Porque de ellos es el Reino de los Cielos: debemos ir a Dios con fe no pueril, sino con la fe del que confía en Dios de la misma manera que un niño confía en su padre – y le deja todos los problemas confiadamente en sus manos de padre. La enseñanza no está en que los niños sean “Buenos y humildes” que algunas veces no lo son, sino en que  todo lo reciben, no sienten la necesidad de ganarse algo con méritos propios lo que engendra el orgullo de los mayores… Ellos reciben y nosotros recibiremos el Reino de Dios no por lo que hagamos o ganemos, sino por la Gracia de Dios.  

Antonio Aranda Calvo. Sacerdote.

 

 

 

 

EN LA FIESTA DE LA VIRGEN DEL CARMEN 16 de Julio.

  (Dedicado a los fieles de Monte Lope Álvarez en la Fiesta de su PATRONA )   !VIVA LA VIRGEN DEL CARMEN! ¡Virgen del Carmen! Reina de mares...