INSISTENTE LLAMADA
Llenarme de Ti, sediento de agua viva;
saciarme de tu infinita fuente cristalina;derramar por doquier tu dulce gracia
y sentirme saciado por tu sangre…
a la vez, descubrirte en mis hermanos,
en los hechos cotidianos de la vida,
de los pobres y pequeños de este mundo…
y en la Iglesia, signos de Amor.
Tú mi refugio, Señor,
descúbrete a los demás…
que reconozcan tu Amor
en ellos mismos.
Tú mi roca y salvación,
muéstrate a aquellos, los humildes,
que designas como tuyos,
pues que en ellos te complaces.
Riega Tú nuestra sequía,
Tú que brotas eternamente
con frescura siempre viva
del venero sempiterno de tu Amor.
Tú Señor, me llamas esta vez en la paz y en el sosiego
que sucede a las batallas y zozobras…
…Insistentes tus llamadas, ¡esperas en mí!
Tu llamada es constante;
mis gritos y mi pasión tratan de acallarla,
pero en vano…
pues de mil modos me llamas…
y esperas mi respuesta:
sin poesía, ni canciones melodiosas…
sino un SI seco, radical, total,
en silencio, sin más…por el momento:
confiado solo en tu Amor al que fui infiel.
Antonio Aranda Calvo. Sacerdote.
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