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viernes, 26 de febrero de 2021

DOMINGO SEGUNDO DE CUARESMA. 28 de Febrero 2021. (Mc. 9, 1-9)

 


La Transfiguración
(Detalle)

“Caminaré en presencia del Señor”

Este segundo Domingo de Cuaresma nos muestra la llamada del Señor a través del Salmo, que hemos repetido: llamada a “caminar en presencia del Señor”; esto es lo que hizo Abrahán, lo que Pablo nos deja escrito en la Carta a los Romanos y lo que Jesús mismo desea cuando aparece transfigurado en el Monte Tabor. 


Abrahán, que es modelo para nosotros los cristianos, por su fe plena y la confianza absoluta que muestra en Dios, está dispuesto a todo y lo da todo lo que Él le pide (su hijo, su único hijo al que tanto ama) Tal disposición merece del mismo Dios la bendición, la amistad, la promesa de que ya comenzaba a disfrutar; así le dice: “Por haber hecho eso, por no haberte reservado tu hijo, tu hijo único, te bendeciré, multiplicaré a tus descendientes como las estrellas del cielo y como la arena de la playa. Todos los pueblos del mundo se bendecirán con tu descendencia, porque me has obedecido”. Como desde el comienzo, ante Adán y Eva, y hoy, también, ante nosotros, Dios quiere la obediencia: lo que nos enseñó Jesús con su vida y su oración “Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo”. Pero junto de la actitud de Abrahán, el pasaje nos invita a contemplar a Isaac como la figura de Jesús, que se nos anticipa; el Isaac que camina cargado hacia la cumbre del Monte Moria y nuestro Jesús caminando con la Cruz hacia el Calvario… (<La Imagen de Ntro. P. Jesús, bien nos lo muestra)…Jesús, el Hijo Amado del Padre, cargando con la Cruz, camina para su sacrificio, por obediencia al Padre, es preanunciado en esta escena; pero aún más, Jesús supera en mucho el símbolo, pues mientras que Isaac es rescatado por el “cordero”, Cristo, Nuestro Señor, será ese Cordero Inmaculado que padecerá el Sacrificio por nosotros sus hermanos, para gloria y honra del Padre. En esta Cuaresma caminemos en presencia del Señor, para llegar a la meta de nuestra realización plena, como hijos de Dios. 



El Monte Tabor

      Pasamos a la segunda lectura, y es el Apóstol San Pablo, quien basándose en su propia experiencia y en la revelación del Espíritu, nos invita a la confianza plena en Dios, pues que Él está con nosotros, y si Dios está con nosotros ¿quién estará contra nosotros? A tal pregunta que nos formula el mismo Pablo… él mismo nos da la respuesta: “El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por nosotros, ¿cómo no nos dará todo con Él? ¿Quién condenará? ¿Será acaso Cristo que murió, más aún, resucitó y está sentado a la derecha de Dios, y que intercede por nosotros? Hermanos, en medio de los límites, problemas y desconsuelos, una luz se nos enciende ya en este segundo domingo de cuaresma…quien confía en Dios nunca se verá confundido… Él es nuestro auxilio y ayuda…en Él confiaré siempre y no quedaré confundido, por lo que ¿Quién me hará temblar? 

 

     Y ahora el EVANGELIO completa lo dicho: Contemplamos la escena «en la que los tres apóstoles Pedro, Santiago y Juan aparecen como extasiados por la belleza del Redentor»): «Se transfiguró delante de ellos y sus vestidos se volvieron resplandecientes»  Anuncio de lo que hemos de vivir, porque después de ser sacrificado «destruirá la muerte e irradiará la vida incorruptible» Su rostro, sus vestidos, su persona brillará como luz esplendorosa.  



La Transfiguración
Rafael Sanzio (1517 – 1520)
Temple y óleo sobre madera (405 cm × 278 cm)
Museos Vaticanos, Ciudad del Vaticano


     Es bueno que en nuestro ejercicio cuaresmal acojamos este estallido de sol y de luz que nos proporciona el rostro, los vestidos, la realidad misma de Jesús. Son un maravilloso icono  o imagen de la humanidad redimida, que ya no se presenta en la fealdad del pecado, sino en toda la belleza que la divinidad comunica a nuestra carne. El bienestar de Pedro es expresión de lo que uno siente cuando se deja invadir por la gracia divina. 

     El Espíritu Santo transfigura también los sentidos de los Apóstoles, y gracias a esto pueden ver la gloria divina del Hombre Jesús. Ojos transfigurados para ver lo que resplandece más; oídos transfigurados para escuchar la voz más sublime y verdadera: la del Padre que se complace en el Hijo. Todo en conjunto resulta demasiado sorprendente para los que estamos acostumbrados al grisáceo de la mediocridad y a lo oscuro de la epidemia que padecemos. Sólo si nos dejamos tocar por el Señor, nuestros sentidos serán capaces de ver y de escuchar lo que hay de más bello y gozoso, en la vida misma, en el hombre liberado por Dios, y en Aquel que resucitó de entre los muertos y pone en nuestro horizonte la tierra nueva y el cielo nuevo. 

     La vida cristiana está en configurarnos cada vez más con el Maestro, en que a base de mirarle y contemplarle, tratar amistosamente con Él, casi respiremos sus propios sentimientos y llevemos a la práctica sus enseñanzas, escuchando la voz del cielo que en el monte santo, desde la sagrada nube decía: “Este es mi Hijo amado escuchadlo”. Pongamos en manos de Santa María la meta de nuestra verdadera "tras-figuración" en su Hijo Jesucristo. 

Antonio Aranda Calvo. Sacerdote

Nota: A continuación encontraréis, a modo de epílogo, una presentación del lugar histórico, según la tradición, donde se sitúan los hechos narrados en los Evangelios: “El Monte Tabor”. Esta parte se debe a Don Miguel Mesa Molinos, colaborador valioso en este Blog, a quien damos las gracias.  


















jueves, 25 de febrero de 2021

TERCERA OBRA DE MISERICORDIA: “dar de beber al sediento”

 


“dar de beber al sediento”

La tercera obra de misericordia es una llamada para dar de beber a Cristo en aquel hombre o mujer que tiene sed. Desde ella podemos escuchar a Jesús que nos dice como a la Samaritana “dame de beber”… porque Él tiene sed de nosotros, nos quiere, nos busca; así lo expresó en la CRUZ “Tengo sed”.  En el fondo nosotros también le buscamos “Como busca la cierva corrientes de agua pura, así mi alma te busca a Ti, Dios Mío”. Este planteamiento puede darnos mucha luz para, desde Dios, ir a nuestros hermanos y descubrirles la necesidad de agua para la vida material y espiritual; “dadles vosotros de beber”. 

       Al mirar el planeta Tierra desde el espacio es fácil ver las diferencias físicas que crea el agua dulce. Se observan las zonas en donde abunda el agua potable, ya que son zonas verdes de intensa vegetación donde predomina la vida y por tanto la vida del hombre y su desarrollo social, familiar, cultural y espiritual; por el contrario, también se pueden observar zonas carentes de agua, en las cuales la sequedad devasta la vida misma. Hoy, amplias zonas de la tierra, sufren la sed que, lógicamente, repercute en las personas, pues que no tienen al alcance el agua necesaria para saciar su sed y promover el desarrollo de toda la naturaleza, tal como es la voluntad del mismo Dios: “Creced y multiplicaos”. El problema del agua en muchas zonas debe resolverse con un empeño colectivo de pueblos y naciones, políticos y gobiernos, instituciones y fundaciones en favor de los pueblos menos desarrollados. Han de emplearse medios para proporcionarla y distribuirla a las poblaciones. El agua y la higiene están tan relacionadas que la salud depende de la existencia o no del agua necesaria. Cáritas, Manos Unidas y otras ONGs se preocupan mucho de este planteamiento y desde ellas podemos cumplir con esta Obra de Misericordia.  Dar de beber al sediento implica un trabajo a largo plazo para permitir que futuras generaciones tengan agua para vivir.  

      Es verdad que se habla hoy en día de la sed espiritual que muchos hombres llevan dentro, la sed de sentido en la vida, lo cual no quita que se sufra también en varios lugares de nuestro planeta una fuerte sed física. El Papa Francisco, en la encíclica “Laudato Si”  habla sobre cómo la violencia en el corazón del hombre se manifiesta en los síntomas de contaminación del agua y que afecta su disponibilidad. 

    Cristo dijo que estaría con nosotros hasta el final de los tiempos, pero ¿dónde está Él en este año 2021?  El Señor se ha querido quedar presente en los pobres y necesitados, por eso nos dijo también “pobres los tendréis siempre, a mí no” (Jn 12,8). Lo que le hicimos a uno de estos necesitados se lo hicimos a Él. Dar un vaso de agua al sediento no es solo un acto de amor a esa persona, es un acto de amor directo a Jesús. Para el cristiano servir es reinar, particularmente en los pobres y en los que sufren, pues en ellos descubre la imagen de su Creador pobre y sufriente. Dar de beber al sediento es un servicio que está al alcance de muchos, y que permite reinar desde el amor.     

                                                            


  Moisés haciendo brotar el agua de la roca de Horeb
Iconografía Obras de Misericordia: "Dar de beber al sediento"
Bartolomé Esteban Murillo
Hospital de La Caridad de Sevilla
1669 - 1670; Óleo sobre lienzo; 236 x 575 cm.

  

Antonio Aranda Calvo. Sacerdote


miércoles, 24 de febrero de 2021

SEGUNDA OBRA DE MISERICORDIA: “dar de comer al hambriento”

 


“dar de comer al hambriento”
 

       
   Alimentarse es la primera necesidad que los seres humanos hemos de tener cubierta para poder realizar todo lo demás. Es evidente según los siguientes dichos: “mens sana in córpore sano” o “lo sobrenatural sobre-lo-natural”, “si se corrompe el cuerpo, ¡donde queda la realidad humana!” En nuestra sociedad, aparentemente sobrealimentada, la primera de las obras de misericordia podría parecer demasiado lejana… “aquellos años del hambre” parecen superados y, si queda algún reducto, miramos para otro lado.


   Pero en nuestro mundo la plaga del hambre está bien presente y ahí están los medios que, a veces, nos acercan la realidad hasta nuestros propios hogares, aunque con facilidad los echamos fuera y nos quedamos más tranquilos. Sin embargo, la actual crisis económica ha traído, insistentemente, a nuestras casas esas noticias de malnutrición infantil con mucha más fuerza si cabe; imágenes de personas haciendo colas en comedores sociales, de Cáritas, parroquias y otras ONGs en las que la distribución de alimento ha cobrado lamentablemente el protagonismo.


   En algunas partes del mundo están demasiado acostumbrados a ver a personas muriendo por no tener alimento. Las hambrunas se van sucediendo como las estaciones, golpeando a poblaciones enteras. Quizá esto nos duele menos por ser realidad lejana y por lo acostumbrado que estamos a ver imágenes que nos quitan la dignidad a quienes lo contemplamos quietos y en silencio. Todos los años, por estos días, en vísperas de Cuaresma, se nos muestra a través de la Asociación Católica, Movimiento Humanitario, de MANOS UNIDAS, el problema del hambre en el mundo. La hemos llamado “CAMPAÑA CONTRA EL HAMBRE”


   Jesús, nuestro ejemplo, se identifica con aquél que pasa hambre y nos dice que el Reino de su Padre está abierto a aquellos que se conmueven y dan de comer al hambriento. Y es que la misericordia es eso, sentir las miserias del otro y como consecuencia de esa compasión ayudarlo y auxiliarlo. Al Señor le dio lástima y multiplicó el pan y los peces para dar de comer a una multitud hambrienta, pero va más allá… Él mismo se hace pan para darse a la humanidad necesitada de todo tipo de pan.


   Finalmente, dar de comer al hambriento no es dar lo que nos sobra, aunque irónicamente, con eso, daríamos mucho pues necesitamos bastante poco. Se trata de ir más allá, adecuar nuestros hábitos de consumo a las necesidades reales, no desechar alimentos y, cómo no, dar gracias por lo que tenemos, porque sólo así seremos capaces de caer en la cuenta de que hay otros muchos que necesitan de eso que para nosotros parece básico, el alimento diario.

                                                     


La multiplicación de los panes y los peces
Iconografía Obras de Misericordia: "Dar de comer al hambriento"
Bartolomé Esteban Murillo
Hospital de La Caridad de Sevilla
1669 - 1670; Óleo sobre lienzo; 236 x 575 cm.

 

Antonio Aranda Calvo. Sacerdote


viernes, 19 de febrero de 2021

DOMINGO PRIMERO DE CUARESMA, día 21 de febrero.

 “El Reino de Dios está cerca. Arrepentíos y creed en Él”

    En este primer Domingo de Cuaresma el Evangelista San Marcos (1, 12-15)  nos presenta las tentaciones de Jesús en el desierto, así también se repite todos los años,  aunque con los textos de Mateo y Lucas. Desde Marcos, Jesús aparece en Galilea proclamando “la Buena Noticia de Dios” y con estas palabras: "El tiempo se ha cumplido, y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Noticia" (Mc 1, 15).


La Tentación de Cristo (Ary Scheffer)

   Tres son los temas que nos ofrece el Papa Francisco para la reflexión de este Domingo:

1.- Las tentaciones: "El Espíritu le empuja al desierto, y permaneció en él cuarenta días, siendo tentado por Satanás” (Mc. 1, 12-13).          

 2.- La proclamación de la Buena Noticia: "Después de que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios" (Mc 1, 14).          

 3.- Invitación a la conversión: "El tiempo se ha cumplido, el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva" (Mc 1,15). 

 La respuesta a esta invitación se expresa en dos actitudes: cambio de vida y fe. 

* Cambio de vida o Conversión: significa tomar otra dirección, cambiar de rumbo, no quedarse donde se está y como se está, esforzarse en ser lo que se debe ser...

* Fe: es el lado positivo de la conversión, la apertura y disposición a escuchar y a fiarse en el Dios de la salvación. 

Las tentaciones se explican porque aunque Jesús fuera Hijo de Dios, ha entrado en la historia humana y por ello padece las pruebas y sufrimientos, que lleva consigo la vida del hombre sobre la tierra; Él es verdadero hombre y así tuvo que  vivir las pruebas del desierto y recorrer el duro camino que le condujo a la salvación.

 Pero, ¿en qué consisten esas pruebas? 

   Los evangelistas, Mateo y Lucas las expresan: "si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes” (Mt 4,3: Lc.4, 3); “si eres Hijo de Dios tírate abajo” (Mt 4, 6; Lc 4,9); “todo esto te daré si postrándote me adoras”  Para Marcos, sin embargo,  la tentación se prolongará a lo largo de toda la vida de Jesús. Su vida será una constante lucha contra todas las tentaciones que intentarán apartarlo de su camino… de su Misión.  En Marcos Jesús asume los riesgos de la debilidad, la prueba y el sufrimiento humanos.

        ¿Qué  dice el evangelio hoy a cada uno de nosotros?

   La tentación del hombres a lo largo de la historia ha sido la de retar a Dios.

  Desde el Génesis, cuando Satanás tienta a Eva, por medio de la serpiente, lo hace poniendo en duda la palabra de Dios: “¿Cómo es que Dios os ha dicho: no comáis de ninguno de los árboles del jardín?” (Gn 3, 1). También en el Calvario, cuando Jesús estaba en la cruz, uno de los ladrones le increpa: “¿No eres tú el Cristo? Pues, ¡sálvate a ti mismo y a nosotros!” (Lc 23, 39).

   El lenguaje del tentador siempre es el mismo. “si eres Hijo de Dios, pide que estas piedras se conviertan en pan”. “Si eres Hijo de Dios tírate…”. “Si eres Hijo de Dios, manda…”. Es lo que aparece en el Evangelio de las tentaciones.

   Ese es el discurso del que reta y tienta a Dios, y ese es el discurso que va a seguir existiendo siempre y el que existe hoy en día: Nos enfrentamos a Dios, en vez de ponernos en sus manos. Cuántas veces hemos oído, pensado o dicho:

   Si Dios existe, por qué permite la guerra.

  • Si Dios existe, por qué hay sufrimiento.
  • Si Dios existe, por qué ha permitido que muriera mi hijo/padre/madre/….
  • Si Dios existe, por qué hay catástrofes, terremotos…
  • Si Dios lo puede todo, por qué permite esto; por qué hace esto otro…
  • Si eres católico…, por qué haces esto o lo otro.
  • Por qué la Iglesia, muchas veces, da el ejemplo que da….

Con estas y otras muchas preguntas son con las que continuamente estamos retando a Dios. Jesús nos enseña a enfrentarnos a ese tipo de retos, a ese tipo de tentaciones. 

El evangelio nos enseña a responder no con nuestras palabras sino con nuestros gestos, a través del  

·   Ayuno y lo que significa “No sólo de pan vive el hombre sino de la Palabra y la Voluntad del Señor” y el saber compartir con el hermano.


·  Oración: ponernos ante Dios, seguir su camino y convertirnos hacia el bien


·   Anunciar la Buena Noticia: Llevarla a nuestros hermanos con palabras, gestos y obras de misericordia, así encontrar todos en ella la luz para superar los problemas en la vida diaria. 

Este mensaje de las tentaciones, por otra parte, se nos transmite muy claro en el Padre Nuestro que nos dejó Jesús como legado precioso: “no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal”.  Pongámonos en sus manos: Dios antes que cualquier ofrecimiento del maligno; confianza en Él que puede liberarnos del mal, por lo que Ntro. Sr. Jesucristo se ofreció al Padre por nosotros.

Cristo servido por los ángeles en el desierto
Francisco Pacheco. 1616, óleo sobre lienzo, 268 x 418 cm.
Castres, Musée Goya.


 Antonio Aranda Calvo. Sacerdote.

 

martes, 16 de febrero de 2021

MIÉRCOLES DE CENIZA

 


El Miércoles de Ceniza marca el inicio de la Cuaresma. En este día se celebra un ritual caracterizado por la “imposición de la ceniza en la cabeza de los fieles”. Los cristianos siguieron la costumbre judía en la que cubrirse de ceniza significaba una vuelta a Dios y un signo de cambio de vida. Algo parecido quiere significar entre nosotros este signo, lo repito: “vuelta a Dios y cambio de vida”. Después de bendecir las cenizas y los fieles presentes, proclamada la Palabra de Dios y hecha la homilía, quienes lo deseen se disponen a recibirla en filas hacia donde están los ministros. Los ministros ponen un poco de ceniza en la cabeza mientras  dicen estas o parecidas invocaciones: “Acuérdate que eres polvo y en polvo te has de convertir” (Gn. 3, 19) o “Conviértete y cree en el Evangelio” o “Arrepentíos y creed en Dios”…terminada la imposición se hace una oración conclusiva del rito y se prosigue la Misa o se despide a los fieles, si no se ha celebrado dentro de esta. 

EL COMIENZO DE LA CUARESMA ES EL MIÉRCOLES DE CENIZA y ya estos días nos dan ocasión para pensar en la llamada que el Señor nos hace a través del tiempo cuaresmal y que os sintetizo, recordando lo que ya he escrito en la introducción:

  • Es un tiempo para redescubrir la ruta que hemos de seguir en nuestra vida a través de un doble camino, tan paralelos que se unen en uno sólo, como nos enseñan los “mandamientos de la ley de Dios”: caminar de cara a Dios y caminar de cara a nuestros hermanos. Porque en el caminar de la vida lo que importa es no perder de vista la meta. Y ¿Cuál es nuestra ruta?... Merece la pena tener clara la meta hacia la que caminamos. Ahora tenemos días de examen y replanteamientos.

  • Convertíos a Mí, dice el Señor, porque yo debo ser la meta de vuestro caminar. Y las cenizas te pueden recordar en qué quedan los vanos proyectos, las ganancias que corroe la polilla y los ladrones pueden robar, los placeres que pasan y nada dejan.

  • En el camino evangélico se nos ofrecen tres aspectos que nos enderezarán hacia Dios y hacia los hermanos: el ayuno, la oración, la penitencia, todo ello a favor de nuestros hermanos. Y ¿Para qué sirve eso?: EL AYUNO (ayuno y abstinencia es la tradición) para recordar que se pasa hambre en el mundo, que debes compartir tus bienes con los demás, que debes ser consciente del sufrimiento que da la escasez. LA ORACIÓN para unirte a Dios y pedir por ti, por tus hermanos y por los problemas de la vida. LA LIMOSNA, no sólo los céntimos o la moneda que depositas en las manos tendidas, sino el acercarte a tu prójimo, luchar por la justicia social, porque a nadie le falte el trabajo, por crear un buen ambiente a favor de todos los necesitados, por acoger al emigrante y al forastero.

  • Así podemos revisar nuestra relación para con Dios, para con nosotros mismos y para con nuestros hermanos.

Y ahora cumpliendo lo prometido, REFLEXIONAR SOBRE LAS OBRAS DE MISERICORDIA, os presento la primera: “Visitar a los enfermos” 



 01. Curar al enfermo

Obra realizada por Bartolomé Esteban Murillo para el Hospital de la Caridad de Sevilla y robada en el siglo XIX por el mariscal francés Soult, que la desperdigó por Europa. Representa el milagro de La curación del paralítico en la piscina de Siloé, contado por San Juan.

   La enfermedad en el mundo, en nuestra sociedad y en nuestros alrededores y, por supuesto, en nuestras propias familias es un hecho: las debilidad por falta de alimento, las fiebres aún no vencidas, otras enfermedades concretas, el cáncer, la depresión, tantos dolores, ahora el Coronavirus y en general “la enfermedad” se ceba en ancianos de todas las clases y en los más necesitados. No deberíamos cerrar los ojos a ello.  Ante esta realidad, se nos invita a vivir la misericordia entrañable de nuestro Dios, que nos interpela y nos lanza a vivir algo propio de lo divino hecho humano: “visitar a los enfermos”. Conviene que nos paremos y veamos tanto por lo que otros pueden necesitar de nosotros, como lo que nosotros podemos enriquecernos en el encuentro con el mundo de los enfermos. Sobre todo aprendamos de nuestro Señor: Él se identificó en su misión con los enfermos y los que sufren: “Id y decidle a Juan lo que estáis oyendo y viendo: los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan, a los pobres se les anuncia la buena nueva (Mt 11,2-6) Es maravilloso el ejemplo del Domingo pasado (14-II-21)

    Visitar a los enfermos supone pasar de la pena al encuentro, pues no bastan las lágrimas y el quejarse. Estamos llamados a caminar junto al otro en la vivencia de su enfermedad, dolor y sufrimiento, no basta con lamentos. El lugar del enfermo está en medio de la comunidad que es quien lo ha de sanar, incorporándolo y cuidándolo, para que no pierda su protagonismo ni el sentido de su vida. La misericordia nos llama a tomar cada uno parte en esa labor, hacer más saludable nuestro mundo y nuestra sociedad. Necesitamos integrar al enfermo en nuestras vidas para llegar a vivir todos sanamente la enfermedad. Para ello se requiere:

  • Reflexionar y compartir cómo es nuestra consideración y relación con los enfermos, que tenemos cercanos, cómo solemos reaccionar ante la enfermedad. Visitemos a los enfermos y eduquemos a los niños y jóvenes en esta obra de misericordia.

  • Analicemos si nuestros modos de consumo y hábitos de vida son sanos para nosotros y para los demás.

  • Cuidemos y defendamos, como propio, el sistema sanitario que tenemos a nuestra disposición, según el lenguaje al uno,  “tanto público como privado”, todo un reto para las administraciones, los profesionales, los usuarios… hacer, entre todos, un uso digno, justo y solidario de este servicio.

  • Organicemos nuestras actividades religiosas teniendo en cuenta a los enfermos, su dolor y sufrimiento y posibilidades de integración.

  • Busquemos la relación viva y cercana con las realidades de limitación y enfermedad que están cerca de nosotros, como residencia de mayores, discapacidades físicas y psíquicas, centros de Alzheimer, etc.

  • Colaboremos con las organizaciones que se preocupan de la salud en los lugares de mayor pobreza y sufrimiento: Manos Unidas, Médicos Sin Fronteras, Medicus Mundi, Cruz Roja y todas las que hacen, sinceramente, el bien a favor del necesitado, sean del signo que fueren.

Antonio Aranda Calvo. Sacerdote.

 

 

 


lunes, 15 de febrero de 2021

CUARESMA 2021

 

17 DE FEBRERO COMIENZA LA CUARESMA

     Entramos en un tiempo especial del Año Litúrgico, “tiempo fuerte” se dice: LA CUARESMA. Si toda la Liturgia tiene puestos los ojos en el Misterio Pascual, la Cuaresma está totalmente orientada a ello. Presentamos una sencilla introducción para situarnos:

­    ¿Qué es la Cuaresma?

   Se conoce como Cuaresma al periodo de 40 días que precede la celebración principal del cristianismo, y no es otra que la Resurrección de Jesucristo, LA NOCHE PASCUAL el Domingo de Pascua. La palabra Cuaresma nos habla de cuarenta días y hace referencia a esa preparación para algo grande: LA PASCUA. El inicio de la Cuaresma está marcado por el Miércoles de Ceniza y termina en la Vigilia Pascual, en la madrugada del Domingo de Pascua o de Resurrección.

   La Cuaresma cristiana es tiempo de preparación, purificación, reflexión y conversión espiritual. En estos días se llama a los fieles a guardar ayuno y penitencia, tal como lo hizo Jesús en el desierto, antes de su salida a la vida pública. La finalidad de la Cuaresma es prepararnos espiritualmente para recibir a Dios en nuestras vidas, bien por la conversión si nos hemos apartado de su camino, o bien para reflexionar sobre los sacrificios que tuvo que hacer Jesús para librarnos de los pecados, aprender de Él y seguir más fielmente su Camino, pues que es la Verdad y la Vida.




01.Desierto de Qumrán en las proximidades de Jericó y el Mar Muerto.
 

 

 ¿Cómo era la Cuaresma en sus inicios?

 

 Inicialmente, los cristianos preparaban la fiesta de Pascua guardando tres días completos de oración, meditación y ayuno. Pero alrededor del año 350, la Iglesia incrementó el tiempo de preparación a cuarenta días con una disciplina concreta. Así surgió la Cuaresma.

­ ¿Qué nos propone la Iglesia?

  La propuesta de la Iglesia para estos días es que vivamos en un verdadero espíritu de penitencia, sacrificio, oración y generosidad con nuestros hermanos, sin apariencias, sino de profundas actitudes y buenas obras: se concreta así: Miércoles de Ceniza ayuno y abstinencia; todos los viernes abstinencia; Viernes Santo ayuno y abstinencia. El ayuno obliga a los mayores de edad hasta los 60 años, la abstinencia desde los 14 años en adelante. La Oración es un espíritu concretado en actos determinados según la condición y estado de vida. La limosna es el compartir nuestros bienes según las Obras de Misericordia. 

     El número 40, asociado a la Cuaresma, aparece frecuentemente en  la Biblia: el diluvio dura 40 días, 40 son los años del pueblo de Dios en el desierto, 40 los días de Moisés y Elías en la montaña, y 40 los de Jesús en el desierto, antes de comenzar su ministerio, y en todos los casos tiene el sentido de acercamiento a Dios y preparación para algo importante: LA MISIÓN. La Cuaresma es celebrada por toda la cristiandad, por los católicos, los católicos ortodoxos, y algunas ramas del protestantismo, como los anglicanos y algunas iglesias evangélicas.

TE RECUERDO LAS OBRAS DE MISERICORDIA EN LAS QUE PODEMOS MIRARNOS EN ESTA CUARESMA:



02. Hospedar al peregrino. 

Obra realizada por Bartolomé Esteban Murillo para el Hospital de la Caridad de Sevilla y robada en el siglo XIX por el mariscal francés Soult, que la desperdigó por Europa. Representa el momento en que Abraham, junto a la encina de Mambré, hospeda a tres peregrinos que resultan ser ángeles que se dirigen a Sodoma y Gomorra para destruirlas.

Hay catorce obras de misericordia: siete corporales y siete espirituales.

­         Obras de misericordia corporales:

  • Visitar a los enfermos.
  • Dar de comer al hambriento.
  • Dar de beber al sediento.
  • Dar posada al peregrino.
  • Vestir al desnudo.
  • Visitar a los presos.
  • Enterrar a los difuntos.

 



03.Visitar a los presos

(Museo del Hermitage de San Petersburgo) 

Obra realizada por Bartolomé Esteban Murillo para el Hospital de la Caridad de Sevilla y robada en el siglo XIX por el mariscal francés Soult, que la desperdigó por Europa. Representa a San Pedro siendo liberado de la cárcel por un ángel, una escena contada en los Hechos de los apóstoles.

 ­         Obras de misericordia espirituales:

  • Enseñar al que no sabe.
  • Dar buen consejo al que lo necesita.
  • Corregir al que se equivoca.
  • Perdonar al que nos ofende.
  • Consolar al triste.
  • Sufrir con paciencia los defectos del prójimo.
  • Rezar a Dios por los vivos y por los difuntos.


04.Vestir al desnudo

(National Gallery de Washington)

Obra realizada por Bartolomé Esteban Murillo para el Hospital de la Caridad de Sevilla y robada en el siglo XIX por el mariscal francés Soult, que la desperdigó por Europa. Murillo representa La llegada del hijo pródigo, que es abrazado por su padre.

Antonio Aranda Calvo. Sacerdote. 

 

EN LA FIESTA DE LA VIRGEN DEL CARMEN 16 de Julio.

  (Dedicado a los fieles de Monte Lope Álvarez en la Fiesta de su PATRONA )   !VIVA LA VIRGEN DEL CARMEN! ¡Virgen del Carmen! Reina de mares...