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domingo, 28 de junio de 2020

DOMINGO XIII DE T. O. 28 DE JUNIO 2020



Llegamos a final de Junio en este verano lleno de sol, en el  que nos invita a vivir con alegría, disfrutar de la naturaleza, de la familia, de las  buenas relaciones, junto al desarrollo personal y el crecimiento en el espíritu, ¡Si! Diremos también lo correcto “con la distancia social, las mascarillas y la higiene…” lo hemos oído tantas veces que no sé cómo se olvida. TODO CON BUEN HACER y con la alegría del don de la vida…, sin olvidar los muchos que nos han dejado y han muerto entre nosotros y en el mundo entero: “los grandes desconocidos”

Por todo hemos de dar gracias a Dios, y nosotros los cristianos lo hacemos con la Santa Misa, el Sacrificio de Cristo en la Cruz; aquél, cruento; éste, místico, sacramental, incruento. En este Domingo os propongo dar gracias a Dios por los tres nuevos sacerdotes ordenados ayer, sábado, en la S. I. Catedral por nuestro Obispo. ¡Que sean santos sacerdotes! ¡Que seamos también los demás! Por mañana, San Pedro día 29, muchos sacerdotes cumplimos entre los 50 y 60 años de ordenación (tuvimos un Obispo que siempre ordenaba en San Pedro) Don Amadeo, nuestro actual Obispo, también cumple 50 años de sacerdote, por esto también demos gracias al Señor. ¿Cómo? “Cantaré eternamente las misericordias del Señor”

LA PALABRA DE DIOS HOY,  nos invita a LA RENUNCIAR.


Después de la llamada del Domingo pasado a no tener miedo ¡No tengáis miedo! hoy se nos llama a renunciar a todo por El.

1.- La primera lectura es un canto a la hospitalidad, lo cual supone una renuncia a uno mismo, a nuestras cosas, a la comodidad de lo “nuestro”. En nuestra sociedad “el otro” es mas bien un enemigo que un peregrino, al que se le debe abrir la puerta.

2.- En la segunda, San Pablo nos recuerda la renuncia de Cristo, quien muriendo-resucitando, nos insertó en Él. (Somos Uno con Él ante el Padre) nos abrió el corazón y nos dio su propia Vida.

Y AL FIN NOS VIENE EL EVANGELIO: Parece que el texto de San Mateo expresa esa RENUNCIA con un lenguaje fuerte y poco comprensible. Hoy, cuando se aspira, ante todo, al triunfo, rápido y a costa de lo que sea… se nos pide la renuncia hasta  a la propia familia…

MIREMOS A JESÚS:

  • Amaba y defendía a la familia; el valor del matrimonio, la obediencia de los hijos a los padres y a los mayores…¡¡¡
  • Está el 4º Mandamiento de la Ley de Dios; Jesús lo reafirma.
  • ¿Cómo ahora puede decirnos, quien no deja a su padre o a su madre por mi… no es digno de mi?
  • Cierto que está “El Amor a Dios con toda el alma y con todo el corazón… y al prójimo… sobre todas las cosas…


Además, es que “el padre o la madre” pueden estar significando las muchas cosas que nos rodean y entretienen ante Dios: riquezas, ocio, placer, materialismo, hedonismo, miedos,  amenazas…todo aquello que son como imanes que nos atraen, nos separan del camino, nos impiden servir con generosidad y desprendimiento a Dios y a los hermanos (en definitiva la comodidad y el apego a muchas cosas…)

En el fondo, lo que se nos pide es la fidelidad al Maestro; nada puede sobreponerse a esta fidelidad… Jesús no es compatible con otra u otras fidelidades a muchas cosas de hoy, a mucho de lo que hay dentro de nosotros, de lo que nos rodea y de cuanto nos llama la atención.
 

PERO miremos más directamente a JESÚS: +¿No sabes que yo debía estar en las cosas de mi Padre?... y María guardaba todo esto en su corazón. + ¿Quién es mi madre y mis hermanos…? El que escucha la Palabra de Dios y la cumple. +¡Mujer ahí tienes a tu hijo; hijo ahí tiene a tu Madre…y desde aquella hora…+María la Madre de Jesús con los discípulos en la Venida del Espíritu Santo.

Y Jesús modelo de todo hombre quería a su madre con toda el alma… y una madre como Ella, quería a José, a su gente, a sus amigos, hasta llorar por la muerte de uno…PERO ponía a Dios por delante, sólo Dios, todo Dios, siempre Dios, porque “sólo Dios basta”
Y en cuanto a la familia podemos hacer una última reflexión:

a) Familias abiertas, serviciales, unidas a los demás, justas, solidarias y caritativas.
b) Pero las hay también, egoístas, cerradas y opresoras

El Señor lo que nos dice es que dejemos todo lo que nos separa de Él, todo lo que nos impida seguirle…los cristianos siempre han defendido a la familia, pero no puede convertirse en un ídolo, en un absoluto… más aún cuando su estilo de vida sea poco humano y menos divino… 

Antonio Aranda Calvo. Sacerdote.

jueves, 18 de junio de 2020

DOMINGO DÍA DEL SEÑOR, XII T. O. 21 JUNIO 2020.

Nota: Continuamos ahora los Domingos llamados de "Tiempo Ordinario", Domingos, siempre Día del Señor, pero que no tienen un algo propio, como han sido, " El Nacimiento, Ramos, la Resurrección... o tiempos específicos como Adviento, Cuaresma...". En este T. O.  nos iremos acercando a la Persona de Jesús, sus enseñanzas, sus milagros, su estilo de entender y de ser, el ejemplo de su vida... para que lo vayamos esculpiendo en nosotros... y así hasta que comencemos de nuevo el "Adviento". Iré ofreciendo en estas páginas, reflexiones sobre el Domingo que corresponda e intercalaré algunas otros escritos sobre el momento y alguno de los poemas de mi cosecha. Os agradezco me dediquéis un tiempo. GRACIAS. 


“No tengáis miedo” nos repite el Señor en este Evangelio del Domingo; así el Gran Papa San Juan Pablo II inició su Pontificado en aquel memorable día, desde la Basílica de San Pedro: “Abrid las puertas al Señor, no tengáis miedo” y lo repitió varias veces “Non avete paúra”

1.- La Palabra de Dios, hoy, nos ilumina con claridad meridiana, sobre la realidad del mal en los corazones y por tanto en la sociedad, en las diversas situaciones de la vida, en la realidad misma… existe el mal, está ahí, y está en lo más íntimo de nosotros mismos. PERO, a la vez, esta Palabra nos muestra el antídoto contra ese mal: “No tengáis miedo”, cuatro veces nos  dice el breve texto evangélico que se ha proclamado. Y no tengáis miedo:

  • a los hombres (seres humanos) que nos traen el mal
  • a las enfermedades, el dolor, el sufrimiento
  • a la muerte misma que es el mayor mal
  • a la pérdida del trabajo, a la escasez de bienes, límites de toda índole…
  • Jeremías, en la Primera Lectura, se presenta destrozado y hundido, pero pone su Confianza en Dios “El Señor es mi fuerte defensor… mis enemigos me persiguen, pero tropiezan y caen…”
  • La Carta de San Pablo nos sitúa en una perspectiva de total Confianza en Dios: “Si por un hombre entró el pecado, EL MAL, en el mundo… por otro entró la Gracia y la Salvación”…”Sin embargo no hay proporción entre el delito y el don; si por el delito de uno sólo, todos murieron… con mayor razón la Gracia de Dios y el Don otorgado en virtud de un hombre, Jesucristo, se han desbordado sobre todos”¡…No, no tengáis miedo!


      Y es que frente al MAL, el creyente sabe que este mundo, el hombre (ser humanos) la realidad misma no está abandonada a la desgracia, a la perdición, al sin sentido, SINO que está en las MANOS DE DIOS.

   + Nosotros, hermanos, también nuestro Maestro Jesús, conocemos la fuerza del mal, pero creemos que Dios-Padre no nos olvida en nuestras desgracias; que Él está ahí, con los brazos abiertos y también el corazón, para acogernos, enjugar nuestras lágrimas y danos la Paz. (“¿Pero cómo te digo que me esperes si está para esperar los pies clavados?”)

   + Cristo-Jesús ha ido delante de nosotros, de la humanidad misma; en los momentos difíciles: “Pase de mí este cáliz, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”.- “Dios mío, Dios, mío, ¿por qué me has abandonado?” (A Él recurre Jesús)  y vuelve a Él en el último momento: “En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu”

NOTA: Al final de su existencia, Jesús no grita desesperado su abandono, sino que expresa su confianza filial. Sus primeras y últimas palabras quedan referidas al Padre y serán expresión de su Confianza absoluta: Perdido y hallado en el Templo, sus primeras palabras fueron: “No sabíais que yo tengo que estar en las cosas de mi Padre”. Y a la hora de sexta, la hora del poder de las tinieblas, las últimas palabras de Jesús quedan también referidas al Padre “Eloí, Eloí , lama sabatani”

     Hoy día vivimos con miedo, con temor… y no sólo al “Virus” (decía D. Pedro Calderón de la Barca: “Tanto miedo tengo, que aún para huir valor no tengo”; los hombres de Dios nos invitan a vencer el temor, al igual que Jesucristo, ¡no tengáis miedo! Y San Juan Pablo II, Jeremías en la primera lectura…

Llenémonos de valentía, fuera el miedo, fuera el temor, “el qué dirán” que a veces nos paraliza…y esto porque ante todo CONFIAMOS EN ÉL

2.- Pero la Fe en Dios, de lo que venimos hablando, no puede ser un refugio, como un amparo, donde nos escondamos y hasta estemos huyendo de los problemas de la vida y de los hermanos más débiles. Dios no puede ser un agarradero para ocultar nuestras cobardías. La Fe en Dios no nos libera de nuestra propia responsabilidad ante los problemas de la vida; por el contrario, la verdadera Fe, la Confianza en el Amor de Dios no elude las contrariedades, sino que llena el corazón de fuerza para vivir con más intensidad el riesgo y para luchar por superarlo.



  • Jeremías, en la Primera Lectura, se presenta destrozado y hundido, pero pone su Confianza en Dios “El Señor es mi fuerte defensor… mis enemigos me persiguen, pero tropiezan y caen…”
  • La Carta de San Pablo nos sitúa en una perspectiva de total Confianza en Dios: “Si por un hombre entró el pecado, EL MAL, en el mundo… por otro entró la Gracia y la Salvación”…”Sin embargo no hay proporción entre el delito y el don; si por el delito de uno sólo, todos murieron… con mayor razón la Gracia de Dios y el Don otorgado en virtud de un hombre, Jesucristo, se han desbordado sobre todos” 

“No tengáis miedo” 

Nada te turbe,
Nada te espante,
Todo se pasa,
Dios no se muda.
La paciencia
Todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
Nada le falta:
Sólo Dios basta.


Teresa de Jesús




Jaén, 20 de junio 2020

Antonio Aranda Calvo. Sacerdote

miércoles, 17 de junio de 2020

EN LA FIESTA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS - 19 junio 2020 -



  
     

“SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS EN VOS CONFÍO”

“ADORADO SEA EL SANTÍSIMO SACRAMENTO DEL ALTAR”

     


  

     

   
     Preciosas jaculatorias que están en el corazón y en los labios de tantos creyentes cristianos, amantes de Jesús, que han descubierto cómo en ese Corazón Divino radica el inmenso Amor con que nos ama. Amor que le ha llevado a la entrega total en la Cruz (entrega cruenta) haciéndose antes pan y vino, alimento y vida, en la Última Cena y actualizado cada día en los Altar (entrega sacramental) lo cual, Él mismo ya lo había anunciado cuando dijo: “El que come de este pan vivirá para siempre… Y el pan que Yo os daré es mi propia carne…” (Jn. 6,47 ss.)

     Santos y santas han contemplado a Cristo Eucaristía, el regalo más hermoso de su amante Corazón; todos los santos se han dirigido a nuestro Señor para entrar en su Sagrado Corazón y conseguir la Gracia, que como aquellas gotas de sangre y agua, brotan de su costado herido por Amor… y así caminar hacia la santidad.


    
    Imagen del Sagrado Corazón de Jesús que se venera en la parroquia
 de Nuestra Señora de la Merced en Jaén.

       Muchos mártires llevaron en su mente, en su alma y también en los labios ese “Corazón de Jesús en Vos confío” y sabiéndose alimentados por la Eucaristía, encontraron fuerzas para resistir ante el dolor y para honrar a su Señor, imitándole al máximo, pues sus cuerpos destrozados y su sangre derramada se unieron a la del Calvario y así formaron el cortejo del Cordero, clamando al Padre, piedad y misericordia por su pueblo. “Nadie tiene más amor que quien da la vida por la persona amada…”


 ¡Oh, gran Misterio: Pan partido y Sangre derramada de mi Señor Jesucristo!    ¡Corazón de Jesús herido por Amor!

     Sagrado Corazón de Jesús, que nos regalas la Eucaristía, muestra tu Amor; Eucaristía Sacrosanta, centro y culmen de la vida de la Iglesia, que nos haces presente a aquél Jesús de Nazaret, Hijo de Dios e Hijo de María, el Cristo, hecho víctima y altar, ofrenda y sacrificio agradable al Padre. Tú que perduras alimento para nosotros… siempre presente en los Altares, confeccionado por los Sacerdotes, guardado en los silenciosos Sagrarios y que tanto hablan al alma; expuesto en las Custodias de plata, oro o madera, que no es esto lo importante, porque lo grande eres sólo Tú, Señor.

        Corazón Sagrado de mi Señor Jesús que encierras en Ti todas las fuerzas del amor divino. Sagrado Corazón de Jesucristo Eucaristía: adorado en las largas noches frías de invierno o calurosas de verano…esa legión de hombres y mujeres que forman la Adoración Nocturna, fieles siempre, tanto en los gozos de una Solemne Vigilia de Espigas, como en medio de la persecución, dando testimonio de lealtad, constancia, fidelidad, confianza, amor y fe al Amor de los Amores.

Antonio Aranda Calvo. Sacerdote.

martes, 16 de junio de 2020

AL OLIVO


      



“El verde de la Esperanza, el ungüento de la fraternidad y las raíces que se adentran en la tierra, he aquí tres enseñanzas de olivo”


Olivo verde de hondas raíces,
tronco retorcido y fruto suave:
Dime, ¿cómo puedes
vivir tanto tiempo,
sentir la sequía,
el viento, la nieve,
los atroces vientos…
en tu ser?

Olivo de plata,
que al doblar tus hojas,
brillas por el sol;
olivo, testigo de tantos sudores,
objeto precioso de continuo afán;
ánfora cristiana de ritos sagrados,
bálsamo dulcísimo,
de fragante olor.

Pueblas amplios campos,
de este al oeste,
sacudes tu polen cuando estás en flor,
te cargas de frutos:
fruto duro y verde,
que vas transformando en negro color.

Olivo verde-plata;
tus ramas son fiesta
en manos de niños, que cantan gozosos;
 fuego tus retallos, ascua tu troncón:
luz y calor,
verde y plata,
signo de paz,
amigo del hombre,
compañero fiel,
arraigado en el seno de la madre tierra,
mirando hacia el cielo,
vigilante torreón.





               
El huerto de los olivos en Getsemaní  


Entre la gruta del prendimiento y la basílica de la Agonía en Jerusalén quedan, del olivar del tiempo de Jesús, ocho olivos que configuraron el huerto. "Jardín de flores" que lo llamaron los peregrinos de la Edad Media. 


Antonio Aranda Calvo

miércoles, 10 de junio de 2020

FESTIVIDAD DEL CORPUS. Año 2020.




                                                                   
A LA SANTA EUCARISTÍA EN EL 2020.


     La Eucaristía, sacrificio, alimento y presencia es un tesoro inestimable; de Ella podemos sacar el agua que dura hasta la vida eterna... “quien la bebe nunca más tendrá sed” Una comunidad cristiana que quiera contemplar y llevar a los hermanos el Rostro de Cristo, ha de desarrollar este aspecto del culto eucarístico: la Adoración, la Contemplación, la Presencia... que se unen a la Comunión y al Sacrificio del Cuerpo y de la Sangre del Señor.

                                  
                                 PRESENCIA

Palabra, hecha Carne, Verbo de Dios.
Silencio, presencia permanente, sin fin.
Miradas que llegan al alma. Tú, Señor Jesús.

Porque, entre palabra y palabra
un silencio,
entre palabra y silencio
una mirada.

Palabras de Jesús que dan la vida,
palabras de Jesús enamoradas,
palabras que se mezclan con silencios,
palabras que se expresan en miradas.

Miradas en silencio… que brotan lágrimas,
palabras que perdonan y luego callan,
silencios tan sonoros como el agua
que brinca por la roca a la cascada.

Silencios, palabras y miradas,
expresión de tu amor,
amor inmenso,
que prodigas en mi alma.

Tú me pides, Señor, también que calle,
que en silencio te mire y te contemple
y que lleno de tu amor, puro regalo,
te proclame Palabra, entre la gente.

Que te adore, Palabra, Hostia Santa,
y en silencio se exprese el corazón
en tu presencia; y te contemple
con mirada de Amor, por siempre.

Porque, entre palabra y palabra
un silencio,
entre palabra y silencio
una mirada.


La Eucaristía, sacrificio, alimento y presencia es un tesoro inestimable; de Ella podemos sacar el agua que dura hasta la vida eterna... “quien la bebe nunca más tendrá sed” Una comunidad cristiana que quiera contemplar y llevar a los hermanos el Rostro de Cristo, ha de desarrollar este aspecto del culto eucarístico: la Adoración, la Contemplación, la Presencia... que se unen a la Comunión y al Sacrificio del Cuerpo y de la Sangre del Señor.

Y así, contemplándote en silencio,
sosteniéndote, humildes, tu mirada
y escuchando tu palabra,
como Juan aquella noche,
sentimos tu infinito amor...
sabemos que nos amas.
¡Que más podemos esperar Señor?
 

                                          ENCUENTRO

             ¡Es hermoso estar contigo y poderte cantar, adorar y contemplar!


Custodia del patrimonio artístico del convento de San José del Salvador. 
Hermanas Carmelitas Descalzas

Porque en la Adoración se produce un maravilloso encuentro, a solas y en silencio, con la sola presencia... se convierte en santa medicina, que cura la dolencia del amor, como dice San Juan de la Cruz, aquella “que no se cura, sino con la presencia y la figura”... o también recitando salmos o con el canto y la oración, al fin de cuentas encuentro de amor:

Sí, encuentro con mi Dios y Señor,
que me ama con un corazón inmenso,
y encuentro conmigo, que apenas balbuceo
¡un perdón Señor!

Y en ese encuentro
se desborda el sentimiento:
ríos de agua y de gracia
van regando mi corazón yerto. 

Y siento tu presencia que me inunda,
tu cercanía que se funde con mi nada,
entreveo tu mirada y tu sonrisa...
y tu modo de estar que me embriaga.

Y así, Señor, me animas y levantas, pues
tu corazón de Dios me habla en esas noches
y me cuentas también de tus amores

“Es hermoso estar contigo, Señor, y, reclinado sobre su pecho como el discípulo predilecto, palpar el amor infinito de su corazón”

Visitas en que el amado se encuentra con la amada,
y se miran  a los ojos,
y se sienten morir de amor por la hermosura,
desfallecer en posesión mutua;
mas el gozo y la alegría les devuelven a la vida
para gritar al mundo de su amor y su contento.


OLVIDO DE ÉL


         Sin embargo, a veces vivimos lejos de este Misterio de Amor y es triste cuando no hay encuentro, Él y tú; nosotros y Él:

         Se pierde el gozo y la alegría de sentirse unidos dos corazones que se aman. Sin encuentro personal con Jesús Eucaristía... no hay comunicación,  ni acogida, ni consuelo, interés por cuanto se refiere al otro, confidencias, súplicas y alabanzas.

Porque a veces, no sacamos de las visitas su fruto; venimos a ellas, tal vez  para recitar unas oraciones, salmos, lecturas... a veces a gran velocidad... y de este modo no entramos en el encuentro con el Señor: de corazón a corazón. No es el verdadero encuentro del que sabe y siente la presencia del amado, goza con ello... y además confía en la seguridad de que su Señor le admite y acoge complacido.

       
         PENSAMIENTOS DE SAN JUAN DE LA CRUZ

       Nos olvidamos que estamos junto a la fuente de la vida, en el manantial de la santidad, aunque ciertamente escondida bajo las especies del sacramento y por ello en la noche de los sentidos. Así  Juan de la Cruz, curtido en nuestra tierra giennense.

Aquesta eterna fonte está escondida
en este vivo pan por darnos vida
aunque es de noche.

Aquí se está llamando a las criaturas
y de esta agua se hartan, aunque a oscuras
porque es de noche.
Aquesta viva fonte que deseo
en este pan de vida yo la veo
aunque es de noche.

De esta fuente y manantial de santidad podemos sacar la fuerza para seguir caminando como cristianos, para saber perdonar, para cumplir nuestros deberes en la vida de familia, trabajo, vecindad y nuestro compromiso social. Y esto no será posible si no se da el encuentro personal con el Señor como María nuestra madre podría haberlo tenido las noches de Belén, en las largas caminatas hacia Egipto o en la llamada vida oculta de Nazaret. En María tenemos nuestro modelo, nuestra fiel acompañante y nuestra eficaz intercesora para entender de Eucaristía. María, mujer eucarística.

               
             AUSENCIA DE TI


¡Cuántas veces las preocupaciones, los intereses, el egoísmo, la pasión y los rencores, nos atrapan el corazón y nos alejan de este encuentro! Teniéndolo tan a mano, no nos damos cuenta y pasamos de largo. 

                   Y vivir sin Ti, Señor, no es vivir:

   Llorar en el desierto de la vida
aspirando a tu encuentro,
pues sin ti nada existe...
es la mueca y el eco,
es la sombra y el dolor...
tu ausencia.

   Pensar en tu presencia,
trasforma el llanto en alegría,
la sombra en luz,
el eco en armonioso canto,
el dolor en profundo gozo
y la mueca en tu faz...


en tu presencia.

           VUELTA A TI

A pesar de estos fallos, sin embargo, continuamos deseando vernos con el Señor...es una gracia este deseo, porque es bello el encuentro de Amor con Él ¡Y podemos vivirlo! No perdamos la ocasión

  Volverme junto a ti,
mirar tu cara,
dejarme iluminar
por la luz que sale de tus ojos...
y así seguir tus pasos.

   Miré a la puerta de mi casa
y descubrí que estabas tú,
esperando de la noche a la mañana;
abrí de par en par el corazón
y entraste tú, Señor.

   Encuentro sin igual,
que el alma llena,
y deja satisfecho el apetito,
y a la vez ansiando más mirada,
más luz y más presencia.

   Encuentro en el amor,
que es llama misteriosa, portadora de luz;
a la vez que enciende, apaga:
aquí destruye, allí restaura;
ahora enardece, después amaga.
¿Es encuentro o es mirada?
¿Será presencia o será llama...?
Amor que me regalas
con tanto calor y colorido,
que me fundes en ti
y me iluminas,
haciéndome llegar al infinito.


BUEN PASTOR QUE SE ENTREGA A NOSOTROS


      No olvides que cuanto más te alejas del Señor, más frialdad sientes y llega la apatía, la desgana; te sientes mal en la iglesia, has perdido el sentido de pertenencia a ella... la infidelidad al Señor. Sentirás cada vez más la ausencia del Señor... Pero ¡NO! La palabra dada a mi Señor... “pues que me sedujiste y me dejé seducir por tu amor...” me lleva a un compromiso: yo te debo llevar a otros, llevar tu antorcha por doquier, para que prenda en todos. Para que la fidelidad no nos abandone, colguemos en  el cuello y escribamos sobre el núcleo del corazón, su nombre y nuestro amor, a la luz de su Amor...porque mira la fidelidad de tu Señor, expresada en el himno de las Vísperas del Corpus Christi, donde se nos dice:

Oveja perdida, ven
sobre mis hombros, que hoy
no sólo tu pastor soy,
sino tu pasto también.
Por descubrirte mejor
cuando balabas perdida
dejé en un árbol mi vida,
donde me subió el amor.
Si prenda quieres mayor,
mis obras hoy te la den.

Pasto, al fin, hoy tuyo hecho
¿cuál dará mayor asombro,
o traerte yo en el hombro
o traerme tú en el pecho?
Prendas son de amor estrecho
que hasta los más ciegos ven.

Y es que en cada encuentro el Señor permanece esperándote, deseoso de encontrarse contigo, de correr hacia ti, abrazarte y comerte a besos. Ya te ha dicho que como pastor te lleva en sus hombros y se hace alimento y pasto también... por amor a ti colgó su vida en la Cruz y al hacerse pan entró en tu corazón... ¡hasta el más ciego puede ver tanto amor!.

 ¿Vas a perder, hermano, las ocasiones para encontrarte con tu Señor? Ante el Sagrario tienes ocasión de darle gracias, en nombre propio, en nombre de los demás y en nombre de toda la creación... pues el cristiano toma o, más bien.  da voz a las criaturas y eleva al cielo el canto de alabanza:

¡Cielos y tierra alabad al Señor!

           
              Adoremos al Señor:


 Al estilo de Santa Teresa:
                              



Que mi amado es para mí
y yo soy para mi amado.
Veante mis ojos
dulce Jesús bueno
veante mis ojos
muérame yo luego






Al estilo de San Juan de la Cruz:

Oh noche que guiaste,
oh noche amable más que la alborada,
oh noche, que juntaste
Amado con amada
amada en el Amado trasformada.
Quedéme y olvídeme
el rostro recliné sobre el amado,
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.


O con este otro canto: 

Estar así, Señor, mirándote,
atado el corazón con dulces lazos
al tuyo que por amor se hizo pan...
y al estar, pertenecerte,
enamorado de Ti hasta la muerte
pues que Tú la sufriste...
y no hay modo mejor de responderte.

  Conocerte, Señor, y abrir mi casa
a la luz pascual de tu mirada,
y así, enamorados y sentados a la mesa,
dialogar de la noche a la mañana;
conocido y amado…por contemplarte,
seguido e imitado…quizá, alguna vez, muy torpemente,
heme Señor aquí postrado
suplicándote fidelidad por siempre.

   Tu discípulo, Señor, ágil porque ama,
alimentado del pan y la palabra,
con la fuerza del vino consagrado,
con tu guía y tu luz...
correrá por las plazas,
buscará por las calles
entrará en los claustros y las aulas
y gritará a cualquiera que se cruce
¡cuánto y cuanto les amas!.

         Y cantar el siempre nuevo Pange Lingua... y el Tantum ergo Sacramentum, el Adorote devote o el Cantar al Amor de los amores, o de rodillas, Señor ante el Sagrario... o el “Tú has venido a la orilla”

  
EL SEÑOR SE HACE PRESENTE A TRAVÉS DE SUS SACERDOTES


En la Solemnidad del corpus Christi, 2020, cuando causas externas nos impide celebrarlo con la suntuosidad y vivencias que otros años, rendidos a su voluntad digamos  “¡Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente y estamos contentos!” ¡Este hecho y esta circunstancia no son ajenos a la acción del Espíritu! ¡Adoremos la Eucaristía! Algo especial nos quiere decir el Señor en esta circunstancia. No lo dudéis, algo personal nos dirá a cada uno.

Suba desde el corazón nuestro clamor al Padre de la misericordia  para que abramos nuestro espíritu a su Espíritu.

Que el Señor bendiga a su Iglesia, que el Señor envíe obreros a su mies; por ello oremos por el  Seminario: tres nuevos sacerdotes dentro de unos días (27 de junio) serán ordenados en nuestra S. I. Catedral. ¡Señor dadnos muchos y santos sacerdotes! 
Oremos por la Iglesia Universal, por la Iglesia en España, por la Iglesia que camina por nuestras tierras ¡Señor, dadnos muchos y santos sacerdotes!

Oremos por nuestra sociedad, por nuestra España y por el mundo entero, por tantas personas de otros países que viven entre nosotros y también por sus pueblos y familias.

Oremos porque la enfermedad del coronavirus desaparezca del mundo y para que desaparezcan las epidemias que hacen mal al ser humano y a la misma naturaleza.


     ADOREMOS AL SEÑOR DÍA Y NOCHE

Pues bien, oremos y gocemos en la Adoración al Santísimo Sacramento; vivamos el Misterio por el que Cristo se hace presente en nuestros Altares, actualizando el Sacrificio de la Cruz: Pan partido y Sangre derramada y reclinados sobre el pecho de nuestro Maestro como el discípulo amado...

Noche silenciosa, serena y tranquila
no pases de largo,
mantén tu quietud,
que pueda a tu sombra hallar a quien amo
gozar su presencia
sentir su mirada.

Noche oscura del tiempo,
donde el alma anhela buscar su camino,
no corras, ¡despacio!
que espero encontrarle
en las cumbres altas
de aquellas montañas,
allá junto al sol.

Y continuemos atentos a los mensajes que a lo largo de la Festividad del Corpus, nos seguirán llegando, este año más silenciosos, pero que los debemos hacer más vivos en el alma.  Así  poder captar lo hermoso que es estar con Él.


LA EUCARISTÍA ES SERVICIO A LOS HERMANOS Y ES FRATERNIDAD

Proyectemos ese amor en el encuentro fraterno, en el saludo, en el compartir nuestra alegría y nuestros sufrimientos, prestarnos unos a otros en el reconocernos y sentirnos verdaderamente hermanos, como Cristo nos enseñó... “ejemplo os he dado para que hagáis vosotros lo mismo”

Y mirando la Imagen de Ntro. P. Jesús, digámosle:

Ven, Señor, hoy te buscamos,
déjanos besar tu faz,
no para condenarte
sino para contemplar,
el amor con que nos amas
y aprender de Ti a amar...
pues Amor eres en la Eucaristía:
Amor para amar y amar.

“Que hermoso es estar con Él y, reclinado sobre su pecho como el discípulo predilecto, palpar el amor infinito de su corazón”


     EN FIN ¡QUÉDATE CON NOSOTROS SEÑOR!

Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar...
Ave María Purísima




¡Quédate con nosotros Señor!

Jesús resucitado,
nuestro gozo y alegría;
tú eres nuestra esperanza,
nuestra luz y nuestro guía.

Quédate con nosotros
pues que oscurecen los días
y el gélido de la noche
amenaza nuestras vidas.
Tú vencedor de la muerte,
hombre nuevo, nos renuevas;
pan ácimo, trigo molido,
alégranos en las cuitas.
Bajo la paz, tu saludo,
con el Espíritu, tu don,
déjanos ver tus heridas,
Señor Jesús, nuestro Dios.
Pascua gloriosa y florida,
vida que nunca termina,
pan y vino, transmutados

Sacrosanta Eucaristía.
Sacrificio, don y ofrenda;
alimento, pan comido, vida;
presencia siempre cercana,
Hostia sagrada y bendita.
Consuelo en los problemas,
gozo en canjes amorosos,
lágrimas de dolor,
segura respuesta: perdón.
Fiesta del pueblo cristiano:
fracción del pan, es el signo;
fraternidad, común-unión,
amor a Dios y  al hermano.
¡Quédate con nosotros, Señor!



Altares efímeros 


La religiosidad popular se hace patente al paso de la Eucaristía con numeroso altares efímeros en plazas, balcones, calles....  a lo largo y ancho de nuestra tierra.




fg.1)



fg.2)
fg.1-2) Segura de la Sierra


fg.3)


fg.4)


fg.5)
fg.3-5) Beas de Granada



fg.6) Navas de San Juan


fg.7) Plaza de Santa María - Jaén


fg.8) Plaza de San Francisco - Jaén


fg.9) Calle Maestra - Jaén


fg.10) Calle Maestra - Jaén


fg.11) Calle Maestra - Jaén


Jaén, 15 de Junio 2020


Antonio Aranda Calvo. Sacerdote.



EN LA FIESTA DE LA VIRGEN DEL CARMEN 16 de Julio.

  (Dedicado a los fieles de Monte Lope Álvarez en la Fiesta de su PATRONA )   !VIVA LA VIRGEN DEL CARMEN! ¡Virgen del Carmen! Reina de mares...