Para alabanza y felicitación de la
Virgen en la víspera de su fiesta, os trascribo estos pensamientos del
Seminarista Beato Manuel Aranda, que se encuentran en una cuartilla de las que
conservamos:
“Alabanza:
Para alabar a María,
yo no diré que es muy santa,
ni que humildad tiene tanta que al
Serafín extasía;
ni diré que es ambrosia,
consuelo del pecador,
ni que en su presencia, el sol luz y
claridad perdió;
sólo diré mereció:
¡ser Madre del Salvador!”
“Ofrecimiento:
Flores bellas y azucenas, Madre, no las
tengo yo;
mas de todo corazón,
te ofrezco cosas más buenas:
mi vida, todo mi amor, Virgen Santa aquí
los tienes.
Tú en cambio, tu bendición, muchas
gracias,
muchos bienes concede a este
pecador”
Todo aparece en la misma cuartilla, al final pone Aranda y al margen de la primera con otra letra dice “copie esta y póngala”; supongo las sometería al criterio de algún profesor y éste eligió la primera
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