La cena de Emaús
“Señor, quédate con nosotros, que anochece…”
LECTURAS: Hechos de los Apóstoles 2,14. 22-33; Salmo: “Señor me enseñarás el sendero de la vida”. 1ª de San Pedro, 1, 17-21. EVANGELIO DE SAN LUCAS, los discípulos de Emaús, 24,13-35.
El evangelio de este domingo nos presenta el bellísimo relato, llamado “de los discípulos de Emaús”, en el que se nos cuenta el ENCUENTRO CON JESÚS, dos discípulos, se alejan de la comunidad, caminan hacia sus asuntos y en medio del camino se les hace presente Jesús:
- La iniciativa la tiene Jesús…
- El primer día de la semana, es el DOMINGO. Jesús se acerca a sus amigos, aunque están decepcionados y han perdido la esperanza, Jesús se une a ellos y llega a escuchar sus quejas y la situación de su vida.
- Son iluminados por la Palabra de Dios, a partir de JESÚS QUE ES LA MISMA PALABRA.
- Ellos, los discípulos, entran en relación íntima con Jesús, lo sentían en su corazón.
- Invitan a Jesús para que entren en su casa y se quede con ellos…
- “Sentados a la mesa con ellos… toma el pan, da gracias, lo parte y lo reparte. FRACCIÓN DEL PAN.
- Reconocen a Jesús resucitado, se ponen en camino hacia donde están los discípulos y llegados a ellos anuncian a Jesús Resucitado… lo mismo escuchan de los demás.
Los discípulos de Emaús o Cena de Emaús
Michel Ángelo di Caravaggio.
Óleo sobre lienzo pintado en 1602
140 cm (H) x 197 cm (A)
National Gallery de Londres
NOSOTROS HOY PODEMOS IMITAR A LOS DE EMAÚS:
- Abrirle el corazón, dejar a Jesús entrar en él… y entrar también nosotros en el de Jesús.
- Confiarle nuestras cargas, las dificultades de nuestra vida y de la sociedad, los problemas e interrogantes que nos pueden acuciar, con toda confianza: Señor esto es lo que siento, estas son mis circunstancias, esta es mi vida…
- Escuchar a Jesús, abrir los Evangelios en nuestras manos y contemplar…
- Que salga desde lo hondo del corazón ese “Señor quédate con nosotros, quédate conmigo, señor, que es de noche”. Te necesitamos para encontrar el camino… y sin Ti se hace de noche.
EMAÚS, una pequeña población
cercana a Jerusalén, dos de ellos van allí decepcionados, tristes, vuelven a lo
suyo…pero también pueden:
- Significa volver a la Persona de Jesús: sus palabras, su estilo, sus obras, su rostro, su corazón…su Pasión y Muerte.
- Volver a Él y dejarnos atrapar por la riqueza de su Persona.
- Reconocerle en su Palabra, en la Oración individual y comunitaria, en el encuentro fraterno, en la Fracción del Pan o Eucaristía…partir y repartir.
- Anunciando a los demás la Verdad descubierta, el Camino a seguir y la Vida que nos llena en la Paz y la Alegría para que todos podamos seguir a Cristo, nuestro Señor Jesucristo.
CON MARÍA LA VIRGEN LA MADRE DE DIOS QUE NOS ESPERA SIEMPRE JUNTO A SU HIJO JESÚS.
Antonio
Aranda Calvo, Sacerdote.
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