El relato del Génesis pone ante los ojos, la actitud de Dios para la humanidad y cada uno de nosotros. Abrahán, fue llamado a dejar su tierra, su parentela, y salir de ella a la tierra que le mostraría para crear un pueblo, su pueblo elegido. Así Nuestro Padre Dios nos llama a escuchar y seguir a su Hijo Jesucristo, porque Él es el Hijo Amado que aparece en el Evangelio de la Transfiguración; también hoy nos llama para caminar en el seguimiento de Jesús su Hijo Amado. Con los Apóstoles subamos al Monte y sigamos el camino cuaresmal en las prácticas de la oración, obras buenas de fraternidad y amor con los hermanos, de renuncia a los placeres que nos apartan del verdadero camino. Se nos ofrece tener una experiencia de Dios, a través de Jesús, autentificado por Moisés y Elías, con los que habla en el Monte Tabor; ellos son exponentes de la promesa, que Dios hizo a nuestros padres en el A.T. y que ahora, en Jesús, se cumplirá definitivamente.
Abrahán deja su tierra de falsos dioses, aquella Babilonia de grandes dioses, de poderío, pero sólo en apariencia, los que te llevan al placer inmediato, a satisfacer tu egoísmo, aprovecharte de tus hermanos, los más débiles… Ahora debemos seguir al verdadero Dios, en la promesa; fiarse de ella, confiar en quien la hace, porque eso ya es salvación: ven donde yo te mostraré, yo te daré una tierra que mana leche y miel, te daré una multitud de hijos, a ti que eres anciano y tu mujer estéril, pues tu pueblo será más grande que las arenas del mar. (Es la historia de Abrahán, de Isaac, de Moisés, del pueblo Santo de Dios, del que nos vino el Mesías, Jesús de Nazaret, quien será sacrificado en el Monte Calvario anunciado ya en el monte Moria, donde se iba a realizar el sacrificio de Isaac, figura de Jesús).
Los Apóstoles van caminando con Jesús hacían Jerusalén; la Transfiguración es como un paréntesis para que sientan le experiencia de Dios, y puedan gozar de lo bien que se está con Él, así los predispone a seguir el camino de la Cruz; y es que muy pronto, rápidamente, hay que bajar al valle, mezclarse con los hermanos, tomar parte de los sufrimientos y dolores de la vida; hay que dar testimonio de lo vivido, del Jesús transfigurado y a la vez seguirlo en el camino duro de la vida con la propia Cruz hasta el Calvario.
El relato de Mateo sobre la experiencia de Pedro, Santiago y Juan con el maestro en la montaña, invita a tener en cuenta el camino de los discípulos hacia la pasión. Hemos iniciado el camino cuaresmal, tiempo en que la Iglesia nos pide mirarnos personal y comunitariamente, en el seguimiento de Jesús que no está exento de dificultades, dudas y frustraciones, pero que tiene sus altos de transfiguración, esas experiencias que renuevan, marcan y empujan a seguir adelante.
Repetimos: el camino cuaresmal es una invitación -personal y comunitaria- constante a escuchar al Hijo, al amado de Dios. Sin escucha no hay posibilidad de aprender del Maestro; sin escucha de la Palabra no es posible comprender lo que Dios nos pide en el contexto actual; sin escucha mutua en las comunidades eclesiales no podremos descubrir, ni acertar el camino que nos pide el Señor. Recordemos aquél “escucha, Israel…”
Para escuchar debidamente, necesitamos conocer al que nos habla, que no es otro sino el Hijo Único, el amado de Dios. Vamos a tener la oportunidad de encontrarnos con Él, en los actos que organiza las Cofradías, concretamente está “de Jesús el Abuelo”: Vía Crucis, Besa pie de JESÚS, Besamanos, Novena. Seré yo mismo quien os ayude a ello, predicando cada día; pero vosotros también me podéis ayudar aportando alguna idea o ejemplo a los temas que os reparto.
Piensa: ¿Conozco a
Jesucristo? ¿He tenido experiencia de un encuentro personal con el Señor?
¿Escucho a los demás? ¿Me cuesta escuchar? ¿Dedico tiempo a escuchar a Dios en
su Palabra, en la oración y en el diálogo con los hermanos?
Antonio
Aranda Calvo. Sacerdote.
Nota: A continuación encontraréis, a modo de epílogo, una presentación del lugar histórico, según la tradición, donde se sitúan los hechos narrados en los Evangelios: “El Monte Tabor”. Esta parte se debe a Don Miguel Mesa Molinos, colaborador valioso en este Blog, a quien damos las gracias.
.jpg)
El Monte Tabor
.JPG)
.JPG)
.JPG)
.JPG)
.JPG)
.JPG)
.JPG)
©mmesa
No hay comentarios:
Publicar un comentario