Estos tres primeros día de la Semana
Santa de 2021 os invito a leer la Pasión
de Ntro. Sr. Jesucristo en los Santos Evangelios, meditar el texto y
contemplarlo ante alguna Imagen que os inspire devoción: ante la Imagen de
Jesús Nazareno, ante la de María Santísima de los Dolores, algún Cristo Clavado
en la CRUZ… participar en los cultos que se realicen en la Comunidad Parroquial
o grupo cristiano al que pertenezca, p. e. en el Camarín-Santuario de Ntro. P.
Jesús.
Puedes encontrar música de la
pasión… en YouTube, p. e. La Pasión según San Mateo de Juan Sebastián Bach.
Por mi parte os deseo una
verdaderamente santa SEMANA SANTA, que vivamos los Misterios de la Pasión,
Muerte y Resurrección del Señor en humilde fraternidad, de tal modo que
salgamos de ella, trasformados, resucitados, masa nueva sin levadura alguna de
corrupción… sino pan ácimo agradable a Dios Nuestro Señor.
***Copio
el siguiente trabajo y así podéis serviros de él como guía para los días lunes,
martes y miércoles Santos. Agradecemos este servicio a su autor Pedro Sergio
Antonio Donoso Brant ocds
(Mc 14, 1—15, 47)
Autor Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1. JESÚS ESTÁ YA DISPUESTO A ENTREGARSE EN MANOS DE LOS HOMBRES.
Pasión
de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos, es una narración
sobria, concentrada donde los acontecimientos hablan por sí mismos,
mientras el Protagonista calla. Jesús se nos muestra como verdadero hombre, en
Getsemaní, donde se postró en tierra y rogaba que, de ser posible, no tuviera
que pasar por esa hora, en un gesto de súplica y abandono. Como verdadero Hijo
de Dios, puede invocar a Dios, el Altísimo, con el apelativo de Abba, papá...
Tras la repetida oración tiene lugar la dolorosa entrega a la voluntad del
Padre. Jesús está ya dispuesto a entregarse en manos de los hombres.
Ante
éstos no tiene más palabras que las que declaran su identidad, causando su
condena como blasfemo y subversivo. En el relato observamos el
clamor de las muchas voces que lo acusan, se burlan, reniegan y gritan
"¡Crucifíquenlo!", en el más
impresionante silencio de Jesús, que en el momento supremo se
convierte en un fuerte grito, oración acongojada al Padre, entrega total. El Hijo
de Dios atraviesa los umbrales de la muerte.
2. LA
FIESTA DE LA PASCUA Y DE LOS PANES ÁCIMOS.
En
este relato el Evangelio de Marcos, precisa que la Pascua, y manifiesta para
los lectores gentiles que era la de los “Ácimos,” así llamada porque en toda la
semana se comía pan sin levadura, se iba a celebrar “después de dos días.” Se
está, pues, en el 12 del mes de Nisán, antes de la puesta del sol, ya que el
14, al ponerse el sol era ya el 15. A no ser que Marcos, escribiendo
para étnico-cristianos, tome los días conforme al cómputo solar de media noche.
El prestigio de Cristo les ponía temor de apoderarse de los días festivos,
públicamente, ya que con los galileos en Jerusalén para la Pascua había peligro
de alborotos y de intervenciones de Roma.
3. UNA MUJER
DERRAMÓ EL PERFUME SOBRE LA CABEZA DE JESÚS.
Jesús
estaba en Betania, comiendo en casa de simón el leproso y una
mujer derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús y, algunos de los que
estaban allí se indignaron. Según el Evangelio de Mateo, estos indignados
fueron los discípulos, según el Evangelio de San Juan fue Judas,
En
muchos comentarios que se leen sobre esto de la unción en la cabeza que relata
San Marcos, (también Mateo), pudiera ser un indicio evocador de la dignidad
real de Cristo. Es algo que no podemos decir si esto es cierto, por el
contario, en los relatos de Lucas y Juan, esta unción es en los pies del Señor,
no obstante, podríamos pensar que fue en la cabeza y en los pies. En todo caso,
ungir la cabeza era una práctica común, pero la unción de los pies
era desconocida.
La
actitud de esta mujer, que en Juan es María Magdalena, debe haber causado
asombro no solo de los anfitriones, también de lo invitados,
que seguramente al verla se estaban escandalizando, y muy asombrados por
el comportamiento tan respetuoso y amoroso de Jesús con ella y
María, demostró la delicadeza de su amor al Maestro.
4. LA
TRAICIÓN DE JUDAS ISCARIOTE.
El
relato no es muy coloreado, tal como está narrada la escena, parece que Judas
va a los sanedritas a denunciarle, aunque, más que por celo, por ponerse a
cubierto de los peligros por ser discípulo, y que ellos le “prometieron darle
dinero.” Al leer los otros Evangelios, esta operación fue una verdadera venta,
tal es así, que lo pone en la humillación de fijarla en 30 siclos del templo,
este era el precio de la venta de un esclavo. ¿Qué motivos tuvo Judas?, me
parece que los evangelistas proponen solo la avaricia. Hay comentarios que
insinúan que Judas pensaba en Cristo como un Mesías nacionalista e incluso se
dice hubiese pertenecido al partido de los ”zelotes,” que ran exaltados
nacionalistas. Y que el, al ver el giro del mesianismo espiritual de Cristo, se
hubiese desilusionado, entonces por prevenirse de haber sido discípulo del
Señor, hubiese llegado a su traición. Según san Juan, Judas que andaba en malos
pasos con relación a Cristo con éste relato: “¿No os he elegido yo a vosotros,
los Doce? Y uno de vosotros es un diablo. Hablaba de Judas, hijo de Simón
Iscariote, porque éste le iba a entregar, uno de los Doce. (Juan (SBJ) 6,
70-71)
5. JESÚS
LES HABÍA DICHO QUE PREPARAN LA PASCUA.
Los
discípulos dijeron a Jesús: ¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la comida
pascual? Él envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: Vayan a la ciudad; allí
se encontrarán con un hombre que lleva un cántaro de agua. Síganlo, y díganle
al dueño de la casa donde entre: El Maestro dice:¿Dónde está mi sala, en la que
voy a comer el cordero pascual con mis discípulos?
San
Marcos, al decir que esta preparación va a hacerse el “primer día de los
Ácimos,” matiza para los lectores gentiles, que es “cuando se sacrificaba la
Pascua.” Esto ocurre el 14 de Nisán, ya que desde el mediodía se comía pan
ácimo por precaución de transgresión legal, y en el uso vulgar de esta época
venía a llamarse día de los Ácimos también este día previo. No obstante, a
diferencia de Mateo, que lo presenta más indefinido, destaca que Cristo los
envió a Jerusalén, y que al llegar les “saldrá al encuentro un hombre con un
cántaro de agua.” Les manda seguirle, y, donde entre, que le digan al dueño que
él desea celebrar en su casa la Pascua con sus discípulos, que son los
apóstoles. No se sabe, lo que hay solo son conjeturas, puede tratarse de un
amigo o discípulo de los que tenía en Jerusalén, y que incluso le hubiese invitado
a celebrar la Pascua en su casa. Marcos no dice a quien envió, pero Lucas, al
escribir este relato, dice que Jesús y envió a Pedro y a
Juan, (Lucas (SBJ) 22, 6-8)
6. UNO DE
USTEDES ME ENTREGARÁ, UNO QUE COME CONMIGO.
Al
atardecer, Jesús llegó con los Doce. Y mientras estaban comiendo, dijo: Les
aseguro que uno de ustedes me entregará, uno que come conmigo.
Marcos
no omite la gravedad de la acusación de Jesús, quien anuncia la traición, pero
no dice quien es el traidor, como lo hace Mateo, pues cuando Judas hace la
pregunta Jesús le da una respuesta afirmativa. En san Juan, se explicita que es
Judas. Es decir marcos es más impersonal: la denuncia se hace dando como sola
referencia que es “uno de los Doce, el que moja conmigo en el plato.” Y luego la
sentencia de Jesús es escalofriante para quien lo traiciona, ¡Ay de aquél por
quien el Hijo del hombre será entregado: más le valdría no haber nacido!
7. ESTO ES
MI CUERPO. ÉSTA ES MI SANGRE, LA SANGRE DE LA ALIANZA.
La
Institución de la Eucaristía, merece algunos puntos de comparación con san
Lucas y san Pablo, ya que en el relato de San Marco, encontramos algunas
diferencias, esto es que en San Marcos se relata: “Mientras comían, Jesús tomó
el pan”, y en Lucas: “después de haber comido.” Puede ser porque Lucas
precisa el momento; fue después de haber terminado la cena estricta, comiéndose
el cordero pascual, pero continuándose con los ritos de la cena. Ahora, como el
estilo de Marcos es más sobrio, sólo dicen que se celebró durante ella, sin más
precisiones. En cambio, al relatar la consagración del cáliz, Marcos tiene una
redacción singular; “tomó una copa, dio gracias y se la entregó, y todos
bebieron de ella”, Y después de esto consagra su sangre. “Ésta es mi Sangre, la
Sangre de la Alianza”, Así, desea hacer ver que todos bebieron de aquel único
cáliz consagrado. Que se derrama por muchos”. Luego Jesús les dice;
“Les aseguro que no beberé más del fruto de la vid hasta el día en que beba el
vino nuevo en el Reino de Dios.” Esta es una frase “escatológica” de reunirse
con ellos en la etapa celeste del reino, representada, en el medio ambiente,
bajo el símbolo de un banquete. La conciencia de Cristo es clara en toda esta
tragedia.
Después
del canto de los Salmos, salieron hacia el monte de los Olivos. Y Jesús les
dijo: Todos ustedes se van a escandalizar, es una triste predicción, la
que hace el Señor para todos sus discípulos, y luego le hace otra a
su íntimo amigo Pedro cuando le dice; Aunque todos se escandalicen, yo no me
escandalizaré. Entonces Jesús le respondió: Te aseguro que hoy, esta misma
noche, antes que cante el gallo por segunda vez, me habrás negado tres veces.
Marco
nos da a comprender que estas dos predicciones las hace después de “salir” del
Cenáculo camino de Getsemaní. Pero por la forma introductoria utiliza, un
tácito “entonces,” de su estilo de introducción literaria más que cronológica
de ideas. Según Lucas y Juan, estas predicciones debieron de ser hechas en el
Cenáculo, en momentos distintos, y acopladas aquí en un contexto lógico.
Luego,
Marcos, acusa muy claramente las tres negaciones de Pedro antes que el gallo
cante dos veces. Pedro habrá de recordar tristemente luego esta predicción
porque le había asegurado;”Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré”.
Llegaron
a una propiedad llamada Getsemaní, y Jesús dijo a sus discípulos: Quédense
aquí, mientras yo voy a orar.
Esta
es una escena muy angustiosa. Marcos nos destaca el deseo de Jesús, que pase de
El aquel cáliz, que pase aquella “hora.” Es un tema constantemente destacado en
el evangelio de san Juan la “hora” mesiánica de la muerte redentora. Acaso con
la alusión a esta hora quiere Marcos enlazar con el tema de san Juan que es la
“hora” de la gran lucha satánica contra Cristo: “Viene el príncipe de este
mundo” (Jn 14:30).
Según
Marcos, Jesús comenzó a sentir temor y a angustiarse. Es un misterio este temor
del Señor, Es un temor muy nuestro, Jesús es como nosotros.
Y
el relato sigue; Y adelantándose un poco, se postró en tierra y rogaba que, de
ser posible, no tuviera que pasar por esa hora. Y decía: Abbá, Padre todo
te es posible: aleja de mí este cáliz, pero que no se haga mi voluntad, sino la
tuya. Observamos que Marcos, conserva en la oración de Cristo el término aramaico Abbá,
“Padre.” Generalmente se admite que el término griego de “Padre” es una
traducción para los lectores étnico-cristianos. Sería más lógico pensar que la
frase aramaica Abba fuese la equivalente al “Padre mío” que recoge Mateo. Pero
los judíos oraban a Dios en aramaico diciendo: Abbí, Padre mío, y, en
cambio usaban Abba para el padre carnal. Por otra parte, aparece la forma Abba,
“Padre,” en las epístolas de San Pablo (Rom 8:15; Gal 4:6).
Jesús
estaba hablando todavía con sus discípulos, cuando se presentó Judas, uno de
los Doce, acompañado de un grupo con espadas y palos, enviado por los sumos
sacerdotes, los escribas y los ancianos. El traidor les había dado esta señal:
Es aquél a quien voy a besar. Deténganlo y llévenlo bien custodiado. Apenas
llegó, se le acercó y le dijo: Maestro. Y lo besó
Como
detalle singular, Marcos explica que Judas, al dar la contraseña a los
soldados, no sólo dice “deténgalo” sino que da orden de que lo
conduzcan “bien custodiado”, es decir con firmeza, esto puede ser
por el temor que pudiese evitar el arresto con sus milagros, del cual
seguramente Judas había en otras ocasiones sido testigo.
Otro
detalle es el relato que; “Lo seguía un joven, envuelto solamente con una
sábana, y lo sujetaron; pero él, dejando la sábana, se escapó
desnudo.” La palabra “desnudo” indica a veces una persona muy
ligeramente vestida. Conforme a costumbres de la época, se trataría de una
persona que vivía cerca y al oír lo insólito de la escena, se despertó y salió
a ver el suceso. El hecho de que “seguía” al piquete sugiere que se trata de
alguien muy interesado por la suerte de Cristo. También, el de tener sobre sí
una “sábana” hace ver que se trata de persona de cierta calidad, ya que los
pobres sólo tenían su túnica.
Marcos relata
el proceso “nocturno” del sanedrín contra Cristo. Cita las tres partes
componentes del sanedrín. “allí se reunieron todos los sumos sacerdotes, los
ancianos y los escribas” Con ello quiere indicar bien las responsabilidad
global del mismo. Se percibe el enfoque cristiano contra el judaísmo.
LAS LÁGRIMAS DE SAN PEDRO
Mientras
Pedro estaba abajo, en el patio, llegó una de las sirvientas del Sumo Sacerdote
y, al ver a Pedro junto al fuego, lo miró fijamente y le dijo: Tú también
estabas con Jesús, el Nazareno. Él lo negó, diciendo: No sé nada; no entiendo
de qué estás hablando.
Se
comprende la primera negación fue en el “atrio,” y, terminada, salió afuera,
pues dice que lo negó en el patio y después en “vestíbulo.” También Marcos
recoge el arrepentimiento de Pedro con una frase discutida, no obstante; Pedro
recordó las palabras que Jesús le había dicho: Antes que cante el gallo por
segunda vez, tú me habrás negado tres veces. Y se puso a llorar. Esto refleja
el tremendo dolor de Pedro por sus caídas. Esté “romper a llorar” debió de
suceder fuera, pues no parece oportuno lo hiciese ante aquellas gentes
hostiles.
En
cuanto amaneció, los sumos sacerdotes se reunieron en Consejo con los ancianos,
los escribas y todo el Sanedrín. “Y después de atar a Jesús, lo llevaron y lo
entregaron a Pilato. Éste lo interrogó”
El
proceso es presentado a Pilato sólo bajo el aspecto político de un competidor
del Cesar, al hacerse el Rey Mesías. Marcos omite, como Mateo y Juan el envío a
Antipas. También Marcos elimina la escena de burla de los soldados para darle
una mayor extensión, aunque fue antes de la condena. Esto sucede dentro del
atrio, y precisamente que “es el pretorio.”
Pilatos
pregunta; “Eres tú el rey de los judíos? Jesús le respondió: Tú lo
dices. Los sumos sacerdotes multiplicaban las acusaciones contra él.
Pilato lo interrogó nuevamente: ¿No respondes nada? ¡Mira de todo lo que te
acusan! Pero Jesús ya no respondió a nada más, y esto dejó muy admirado a
Pilato.
Pilato,
para contentar a la multitud, puso en libertad al asesino llamado Barrabás; y a
Jesús, después de haberlo hecho azotar, lo entregó para que fuera crucificado.
San
Marcos en su narración de la Vía Dolorosa de la crucifixión tiene algunos
elementos propios. Precisa que Simón de Cirene era “el padre de Alejandro y de
Rufo.” Probablemente eran cristianos bien conocidos en la comunidad cristiana,
precisamente por el servicio prestado por su padre a Cristo, y se los destaca
así honoríficamente. San Pablo, escribiendo a los romanos, saluda a un tal
Rufo; acaso pueda ser este mismo l.
San
Marcos, cita con exactitud un hecho que a Jesús, le ofrecieron vino
mezclado con mirra, pero él no lo tomó. Era creencia que esta mezcla de vino y
mirra tenía un valor narcótico, y por piedad se lo daban a los que iban a
crucificar, para insensibilizarlos un tanto. Lo ofrecían las gentes principales
de Israel, pero, en su defecto, era la comunidad, las autoridades judías —
Pilato respetaba la “costumbre” — las que debían ofrecerlo. Pero Cristo no lo
aceptó.
“El
rey de los judíos”. Con él crucificaron a dos bandidos, uno a su derecha y el
otro a su izquierda. Y decían; “Ha salvado a otros y no puede salvarse a sí
mismo”. Como Mateo, supone que los dos ladrones insultaban a Cristo, cuando era
sólo uno, como dice Lucas.
Se
piensa que Marcos ve en la crucifixión de los dos ladrones con Cristo el
cumplimiento de una profecía de Isaías, “Por las fatigas de su alma, verá luz,
se saciará. Por su conocimiento justificará mi Siervo a muchos y las culpas de
ellos él soportará. Por eso le daré su parte entre los grandes y con poderosos
repartirá despojos, ya que indefenso se entregó a la muerte y con los rebeldes
fue contado, cuando él llevó el pecado de muchos, e intercedió por los
rebeldes. (Isaías (SBJ) 53, 11-12).En todo caso algunos piensas que esto es
dudoso.
Entonces
Jesús, dando un gran grito, expiró. Observamos que Marcos con una simplicidad
absoluta narra la muerte de Cristo. También comenta la rotura del velo y del
templo y como un centurión proclama la inocencia de Cristo.; “El
velo del Templo se rasgó en dos, de arriba abajo. Al verlo expirar así, el
centurión que estaba frente a él, exclamó: ¡Verdaderamente, este hombre era
Hijo de Dios! Marcos pone en la boca del centurión lo que era ya creencia clara
cristiana, la filiación divina de Cristo, lema con que comienza ya su
evangelio.
Otro
detalle, es que Marcos dice que; “Había también allí algunas mujeres que
miraban de lejos mujeres que, “estando en Galilea, le servían y seguían,
citando expresamente las mismas; “María Magdalena, María, la madre de Santiago
el menor y de José, y Salomé”
Era día de Preparación, es decir, vísperas de sábado. Por eso, al atardecer, José de Arimatea –miembro notable del Sanedrín, que también esperaba el Reino de Dios tuvo la audacia de presentarse ante Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús. Pilato se asombró de que ya hubiera muerto; hizo llamar al centurión y le preguntó si hacía mucho que había muerto. Informado por el centurión, entregó el cadáver a José. Éste compró una sábana, bajó el cuerpo de Jesús, lo envolvió en ella y lo depositó en un sepulcro cavado en la roca. Después hizo rodar una piedra a la entrada del sepulcro.
Se
está en preparación de la Pascua. Mientras José de Arimatea es presentado en
Mateo como “un hombre rico,” con lo que quiere indicar su influencia social,
Marcos lo presenta como; “miembro notable del Sanedrín”. Mateo asegura que: “se
había hecho también discípulo de Jesús. (Mateo (SBJ) 27, 57), no
obstante aquí Marcos que era de los que esperaban a Cristo “viniendo en su
reino” para instaurarlo triunfalmente. Marcos destaca que Pilato se asombró de
que ya hubiera muerto; hizo llamar al centurión y le preguntó si hacía mucho
que había muerto. Se “maravilló” de que hubiese muerto tan pronto, ya que los
crucificados dejados en la cruz al uso romano podían estar vivos hasta tres
días en la cruz.
El
Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
Reflexión
desde los textos de la Biblia Nacar-Colunga y Biblia de Jerusalén, edición
estudio.
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