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viernes, 31 de diciembre de 2021

DOMINGO II DESPUES DE NAVIDAD. 2 de Enero 2022

 


“El Verbo, LA PALABRA, se hizo carne y habitó entre nosotros”


LECTURAS: Eclesiástico 24, 1-2.8-12; SALMO 147 “El Verbo se hizo carne y acampó entre nosotros”; Efesios, 1, 3-6. 15-18; Evangelio Juan 1, 1-18. 

     

Introducción.-  Dios habla por medio de su Palabra encarnada. Jesucristo es la luz que ilumina en medio de la tiniebla. Pero el drama, tanto ayer como hoy, es que la Palabra no es escuchada y la humanidad prefiere más la tiniebla que la luz. Los creyentes estamos llamados  a ser voz que haga resonar en los oídos y en los corazones al que es la Palabra. Estamos llamados a ser luz, que haga descubrir a la humanidad al que es la Luz verdadera. Es nuestra hora, la hora de la Iglesia, Comunidad Cristiana, que edifica el Reino de Dios a impulsos del Espíritu. Tratemos de profundizar en los valores que nos ofrece la Navidad que estamos celebrando.  

I.- Se nos habla hoy de la Sabiduría de Dios, no de la del hombre. Esa Sabiduría divina a través de la cual Dios mismo se relaciona con el hombre… a través de la Sabiduría Dios realiza cuanto se ha hecho, nuestra misma realidad creada y redimida. Desde una visión cristiana    (la 1ª lectura es del A. T.) la Sabiduría apunta a la PALABRA DE DIOS, AL HIJO ENCARNADO.  

II.- Y planeada así la cuestión nos viene la Carta a los Efesios y nos clarifica: Dios, desde siempre, nos ha contemplado en su Hijo. Dios mira a la humanidad desde su Hijo y por eso no nos ha condenado, ni nos condenará jamás a la ignominia. Hay en el texto toda una “mirada” de Dios cargada de gracia y de amor. Sin la gracia, sin el amor de Dios no podemos tener la experiencia de ser hijos de Dios. La segunda lectura muestra la acción amorosa de Dios como una acción en favor de todos los hombres. Estamos, pues, predestinados a ser hijos. Este es el “misterio” que estamos celebrando en Navidad y por ello el himno de alabaza a Dios que debemos de cantar: cantad, dad gracias de todo corazón, pues que somos hijos…todo lo contrario a ser esclavos, no somos un número más del universo. “En Cristo” somos elegidos y  redimidos.  

III.- Y, finalmente la liturgia nos regala el texto del Prólogo de San Juan, el Santo Evangelio: la página más bella, profunda y teológica que se haya escrito para decir algo de lo que es Dios, de su acción salvadora encarnándose en el seno de María… ese  “EL VERBO SE HIZO CARNE Y HABITÓ ENTRE NOSOTROS”.  Es la Palabra, lo más profundo que Dios tiene, lo más suyo (como sucede en los humanos). Ese Palabra hecha carne era la LUZ del mundo, la manifestación del Amor de Dios con Ella salva. El evangelio de Juan, ha podido introducirse teológicamente en los misterios de la Anunciación y del Nacimiento de Jesús, mediante su teología de la Palabra. También, en nosotros, es muy importante la palabra, como en Dios. Con ella podemos crear situaciones nuevas de fraternidad; con nuestra palabra podemos dar vida a quien esté en la muerte del abandono y la ignominia, o vida a quien esté buscando algo nuevo mediante compromisos de amor y justicia. Jesús, pues, también se ha encarnado para hacer o ser nuestra palabra (que expresa nuestros sentimientos y pensamientos, nuestro yo más profundo, lo que sale del corazón) una palabra de luz y de misericordia; de perdón y de acogida. El ha puesto su tienda entre nosotros... para ser nuestro confidente de Dios. La misión de los Apóstoles era llevar la LUZ de Jesús por todo el mundo, el iluminar con su Palabra a todo hombre…y esta sigue siendo la misión de la Iglesia. Nuestro mundo está acostumbrado a las tinieblas pero desea la LUZ se acostumbraron a las tinieblas, a vivir en ellas, rechazaron la luz, no supieron o no pudieron recibirla;   prefirieron ser esclavos… he aquí el esfuerzo, el empeño que nos aguarda, luchar por iluminar, anunciar su Palabra, llevar esa luz de Cristo, que nos sitúa en la libertad interior, nos hace ver la verdad de Dios, el camino a seguir y la vida que debemos vivir… en una palabra a Cristo Jesús Señor Nuestro. 

 


 La Natividad

BAROCCI, FEDERICO

Copyright de la imagen ©Museo Nacional del Prado 

¡Señor! en estos primeros días del año, te pedimos  dejarnos iluminar por tu Palabra, que es la VERDADERA LUZ, que ella nos trasforme como ha sucedido a lo largo de los siglos a todo el que se ha dejado iluminar, que transforme a nuestras familias, nuestra existencia, llenándolas de la única Verdad que es Cristo, que fertilice nuestros corazones para que den el fruto de una vida honesta y honrada, que seamos testigos de Cristo Resucitado y Glorioso y testimonio para nuestros hermanos y para el mundo, la sociedad en la que vivimos… La misión de la Iglesia es Evangelizar y eso mismo es lo que nos corresponde a cada uno de los fieles… ¡ayúdanos ya desde este comienzo de año!, para que al final del mismo podamos recibir el parabién de nuestro Señor “bien, porque ha sido fiel, entra en el Reino de tu Señor”.   

Que la Virgen María, a la que celebrábamos ayer como Madre de Dios interceda por nosotros. Amén.  

Antonio Aranda Calvo. Sacerdote. 


jueves, 30 de diciembre de 2021

SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA MADRE DE DIOS. 1 de Enero de 2022.

 


“Santa María, Madre de Dios, Ruega por nosotros…”

 

LECTURAS: Números 6, 22-27; Salmo 66. Que Dios tenga piedad y nos bendiga. Gálatas 4, 4-7. Evangelio Lucas 2,16-21.  

 En este primer día del año:  

 1º.- El Señor nos bendice con su favor y con su paz…

 2º.- Nos invita a celebrar a María Santísima como Madre suya, Madre de Dios. 

 3º.- Nos llama a implantar en nuestro mundo la verdadera paz como fruto de la justicia y de la fraternidad entre los seres humanos y entre los pueblos… 



Sagrada Familia del pajarito

MURILLO, BARTOLOMÉ ESTEBAN
Copyright de la imagen ©Museo Nacional del Prado

  

       I.- La fórmula de bendición que nos ofrece la primera lectura en bien significativa… Y si Dios bendecía así a su pueblo Israel, ¿cómo no nos va a bendecir a nosotros que ya estamos salvados por su Hijo Jesucristo, el Dios con nosotros, Emmanuel?  

    II.- La presencia de María en la Iglesia, nuestro reconocimiento como Madre de Dios y madre nuestra, nuestro amor y veneración a Ella, no sólo está en que en su seno virginal el Hijo eterno del Padre asumiera su cuerpo, sino además, porque gracias a su fe, Ella es la primera discípula de Jesús y esto hace que su maternidad se dilate hasta abarcar a la humanidad entera: porque gracias a la fe de María en la bodas de Caná, la fe de los discípulos en Jesús crecerá y dará pie a la acción evangelizadora. Gracias a la fe de María, al pie de la Cruz, somos recibidos como hijos en la persona de Juan. Gracias a esa misma fe, María se convierte en la madre orante de la Iglesia sobre la cual descendió el poder del Espíritu Santo el día de Pentecostés… y así la hace intercesora, ejemplo, prototipo e ideal de la misma Iglesia. 

 


 La coronación de la Virgen

VELÁZQUEZ, DIEGO RODRÍGUEZ DE SILVA Y
Copyright de la imagen ©Museo Nacional del Prado

 

De ahí que los fieles de Éfeso en aquel lejano Concilio (431) proclamaran a María con la fórmula que hoy el pueblo cristiano sigue rezando “Santa María, Madre de Dios ruega por nosotros…”  

III.- Hoy celebramos también la 55 Jornada Mundial por la Paz. Todos somos responsables, en algún modo, de la vida de esta sociedad en la que vivimos y por tanto del bien común base de la justicia que nos llevará a la verdadera paz; por tanto cada uno tenemos nuestra parte al servicio de esa paz. Que la Santa Madre de Dios nos ayude en este compromiso diario.  

  “Diálogo entre generaciones, educación y trabajo: instrumentos para construir una paz duradera”

 (Mensaje del Santo Padre Francisco para la celebración de la 55 Jornada Mundial De La Paz)

Terminemos con esta Oración: “Jesús, mi primera palabra en este nuevo año es GRACIAS por tantos bienes recibidos de tu bondad a lo largo del año pasado.  La segunda es PERDÓN porque no siempre he respondido a tu generosidad. La tercera se la voy a repetir a la Madre de la que naciste y que compartes desde la Cruz con nosotros: “SANTA MARÍA MADRE DE DIOS Y MADRE NUESTRA, CLEMENTE Y MISERICORDIOSA, VUELVE TUS OJOS A ESTE PUEBLO QUE TE IMPLORA E INTERCEDE POR CADA UNO DE NOSOTROS PARA QUE COMO HERMANOS CAMINEMOS TRAS DE TU HIJO JESÚS Y ASÍ LLEGUEMOS AL PADRE.  

 

 Antonio Aranda Calvo. Sacerdote.

 

 


viernes, 24 de diciembre de 2021

DOMINGO DE LA SAGRADA FAMILIA. 26 de Diciembre. 2021.

 


¡FELICIDADES A TODAS LAS FAMILIAS DEL MUNDO!

 

En el día de la Sagrada Familia de este 2021 con el pensamiento del Papa Francisco os digo: Jesús, María y José rezaban, trabajaban y se comunicaban… ¡romped el silencio, comunicaos! No os sentéis a la mesa cada uno con su móvil y con la mirada pérdida, teniendo tanto que decir en la propia familia… y tantas bellezas que contemplar  

  

A LAS FAMILIAS EN LA NAVIDAD de 2021.

 

¡Alégrate, alegraos, amigos y hermanos!
Regocijaos y gozad… Que el Señor ha llegado,
en perdón, en misericordia y en paz
por ello ¡no temáis! en vuestra familia está!
¡alégrate, siempre alegraos en el Señor!


Cual olivo verde, cargado de hojas
y lleno de frutos, precioso manjar,
lo tenemos en nuestras familias.
Ha nacido hecho niño en Belén y en pobre portal;
María y José miraron al cielo,
con ellos cantaron los ángeles,
bailaron pastores,
los luceros y estrellas alumbraron mejor,
algunas ovejas balaron en torno,
la noche se convirtió en luz.

 

¡Y nació la Sagrada Familia: Jesús, María y José!
Que nuestras familias lo tengan presente.

  

Hoy, el Germen se planta en vuestras vidas,
si os queréis bien, si vivís alegres,
si ayudáis al hermano…
si compartes y repartes, siguiéndole a Él.

 

Alegraos no temáis. Hoy os renueva  con su Amor 

       

¡ES NAVIDAD!

 Con todo mi afecto. En el día de la Sagrada Familia. Un abrazo y una oración.     

 Antonio Aranda Calvo. Sacerdote 

 

P.D. (Miguel Mesa Molinos). 

Rezar una oración ante el cuadro de la “LA SAGRADA FAMILIA DE BELÉN” en el silencio de la S.I. Catedral de Jaén, es una experiencia que te llena el corazón de alegría. Contemplar la dulzura de María, la bondad de José, la pequeñez de Jesús en sus brazos, y la llamada de atención de Juan niño, no te deja indiferente. 



 

“LA SAGRADA FAMILIA DE BELÉN”
Trascoro de la S.I. Catedral de Jaén
Autor: Mariano Salvador Maella (Valencia, 1739-Madrid, 1819).
Pintor, Grabador e Ilustrador Español.
Boceto de 42*28 pintado al óleo sobre lienzo que sirvió de base para el original (Propiedad de J.L.)

 


jueves, 23 de diciembre de 2021

NAVIDAD 25 DE DICIEMBRE DE 2021.

 

 

FELICES FIESTAS DEL NACIMIENTO DE NTRO. SR. JESUCRISTO, NACIDO DE MARÍA DIOS Y HOMBRE VERDADERO.

 

LECTURAS: (De la Misa de Media Noche) Profeta Isaías 9, 1-3.5-6; Salmo 95 “Hoy nos ha nacido un Salvado, el Mesías, el Señor”; Carta a Tito 2,11-14; Evangelio de Lucas 2,1-14. 

Nos ha nacido el Dios Verdadero… y es “el verdadero” porque se ha acercado a nosotros hasta hacerse como tú y yo, encarnado por nosotros, hombre verdadero. ¿Cómo no vamos a creer en este Dios? ¿qué otro dios se nos puede ofrecer que nos quiera tanto, que nos conozca mejor, que sepa más de nuestras penas y alegrías, que comparta nuestra realidad más profunda, que esté tan dentro de nuestro corazón como  está el Padre del  Señor Jesucristo encarnado por el Espíritu Santo en las entrañas inmaculadas de María la Virgen?.  

         Hoy celebramos a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, Dios Verdadero, que se nos hace presente esta mañana en el portal de Belén, acogido por María y José… Él rompió la oscuridad de la noche para entrar como Luz en  nuestras vidas, como Amor en nuestro corazón. ¡Vamos nosotros presurosos y postrados adorémosle! Miremos al cielo con María y José para darle gracias a nuestro Dios, cantemos con los Ángeles “el Gloria a Dios en los cielos”, bailemos con los pastores en torno a ese Niño-Dios, Enmanuel-Dios con nosotros. Procuremos brillar por la fe iluminando a nuestros hermanos, porque Él convirtió, nuestras tinieblas, en LUZ. 

 


  

Luz del Mundo

Y ahora sí; ya podemos cantar, alegrarnos en el Señor, porque hoy nos ha nacido Dios, un Niño chiquito y bonito, su nombre es Jesús, su Madre es María; Ella lo cuida y lo mima, todo lo suyo lo mete y guarda en su corazón; el Señor San José, hombre justo y honrado, fiel al Señor, vigila sobre ellos…; al no encontrar posada en Belén se refugiaron en un pobre establo. En el silencio de la media noche, cuando las estrellas lucían más, el sol corría para ver y la luna se detenía mirando sorprendida sobre la cueva, los cielos se abrieron y destilaron al Salvador. ¡Hay que acogerle, Él es nuestro Amor! ¡Hay que mimarle abriéndole el corazón!... y es nuestra responsabilidad, que no encuentre ninguna puerta cerrada. 

         Le hemos esperado, ya le tenemos…le seguimos esperando ¡Ven Señor Jesús! Ven a este mundo que te necesita, a los que sufren y penan, a los que se alegran sin Ti y de espaldas a tu presencia gastan su vida sin saber nada de tu amor, de tu Misericordia , de tu ternura infinita… que si algo supieran de cierto que cambiarían para conocerte, amarte y seguirte… 

         Feliz día de Navidad de Jesús, precedido por la Noche Buena que le vio nacer, por lo cual se convirtió en la noche más luminosa que el mismo sol. Que esta celebración nos sirva a todos para recibir con gozo a nuestro Señor, en su Palabra y en la Santa Eucaristía, en el amor y servicio de unos con otros como hermanos. Que la Virgen María nos lo consiga.   

Antonio Aranda Calvo, Sacerdote. 

 


©mmesa


viernes, 17 de diciembre de 2021

CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO 19 DE DICIEMBRE 2021.


 


“Señor, ven a mi vida y renuévala a tu imagen y semejanza”

LECTURAS: Miqueas 5, 1- 4; Salmo 79 “Oh Dios que brille tu rostro y nos salve”; Hebreos 10,5-10; Lucas 1,39-45. 

Este domingo nos acerca a la Navidad, se centra en la figura de María y nos da la ocasión de prepararnos mirándola a Ella, modelo de la Iglesia y de cada uno de los cristianos, ejemplo también para la humanidad entera. 

MARÍA VISITA A SU PRIMA ISABEL, examinemos el pasaje:

  • Mientras contemplaba el Misterio que llevaba dentro, su pensamiento se dirigía a todos, representados en Isabel, a la que va a servir en momentos difíciles; Se levantó… se puso en camino… fue de prisa … a la montaña, a casa de Zacarías y saludó a Isabel… ya veis: disponibilidad en un servicio solícito, humilde, sacrificado. Podía haberse quedado en casa, preparando el próximo nacimiento de su hijo, Jesús, al que llevaba en su seno; sin embargo se preocupó primero de los demás, demostrando que ya seguía los pasos de Jesús, quien no vendría a ser servido sino a servir y dar la vida por la humanidad entera. 

Mosaico en el interior de la Basílica de la Visitación en Ain Karem, a unos 8 Km. de Jerusalén, en el valle del Sorec. 

  • La presencia de María llena de Espíritu a Isabel y a JUAN que lleva en su seno. El servicio de María no se reduce a una asistencia humana, sino que va a llenar la vida de Dios… ¡Cuantas veces en nuestra acción caritativa nos falta llevar a Dios en medio de nuestras bolsas, nuestros donativos o regalos. La verdadera caridad es fruto del amor de Dios…y este amor debemos darlo a conocer a nuestros hermanos, como el mejor servicio. 
  • Isabel, llena del Espíritu exclamó levantando la voz: “Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre…” El dinamismo de la caridad y del servicio al más necesitado es obra del Espíritu, que destiló alegría y gozo, como vemos que sucede también en el encuentro de María e Isabel, himno de alegre júbilo al Señor, que hace grandes cosas con los pequeños que se fían del Él.
  • Bienaventurada la que ha creído, porque se cumplirá cuanto se le ha dicho de parte del Señor. La visita de María a Isabel nos prepara para las cercanas fiestas de Navidad, del Nacimiento de Jesús, tratando de avivar nuestra fe para que así se cumpla en nosotros la llamada del Señor en su Palabra de misericordia, consuelo y amor.

Museo Carmen Thyssen (Málaga)

Así que para vivir la Navidad, la memoria del Nacimiento de Jesús, necesitamos avivar la Fe en Él, el espíritu de servicio y caridad cristiana, que lleva consigo el testimonio y anuncio del Padre quien por su Hijo el Señor Jesús, muerto y resucitado. nos salvó. Vivir en alegría y gozo la cercanía de nuestro Dios y comunicar estos sentimientos, compartiéndolos con los demás. El Señor se compadece de nosotros, nos llama a su Reino y nos llena de perdón y Amor.

Antonio Aranda Calvo. Sacerdote.

 Nota: A continuación encontraréis, a modo de epílogo, dos santuarios existentes desde el tiempo de los Cruzados en la ciudad de Ain Karem a unos 8 km de Jerusalén: La Iglesia del Nacimiento de San Juan Bautista y Basílica de la Visitación. Esta parte se debe a  Miguel Mesa Molinos, colaborador valioso en este blog, a quien damos las gracias.









viernes, 10 de diciembre de 2021

TERCER DOMINGO DE ADVIENTO 12 DE DICIEMBRE 2021.

 


¡Estad alegres, pues llega el Señor a quien seguimos!

LECTURAS: Sofonías 3,14-18; Salmo Isaías 12, 2.3.4. Gritad jubilosos ¡qué grande es en medio de Ti el Santo de Israel! Filipenses, 4, 4-7. Lucas 3,10-18.

    La experiencia gozosa de aquel pueblo sencillo y humilde, del resto de Israel que aún confiaba en Dios y que nos ha presentado el Profeta con tintes de ternura y con un entusiasmo nuevo, es la invitación que se nos hace desde su actuar en la historia de Israel, es la alegría jubilosa con que nosotros debemos vivir el momento presente… a pesar de las muchas dificultades y contrariedades, podemos exclamar: ¡Regocíjate, grita con júbilo el Señor tu Dios está contigo…¡Estad alegres, llega el Señor al que seguimos! ¡Nos trae la Salvación!

    Todos sabemos que las alegrías de este mundo son perecederas y muchas veces terminan en decepción, pero la alegría de la fe lleva consigo algo distinto, un fundamento sólido en el que se apoya, y es la confianza en Dios, nuestro Creador y Señor, el cual no nos falla. La alegría de la fe no la reserva el Señor para el futuro. El Dios de la historia quiere la vivamos ya desde ahora, aunque aparezca entretejida de tristezas y gozos. Como la vivió Jesús, manso y humilde de corazón, encarnando en la ambigüedad de este mundo la justicia del Reino. ¡Lejos de la alegría está la evasión y el repliegue sobre uno mismo! 

    Es cierto que estamos salvados en esperanza (Rom. 8,24), pues solo Dios tiene las riendas de nuestro destino. Pero no es menos cierto que la esperanza se cultiva en las pruebas de una convivencia despierta y solícita, reflejo de la armonía de la creación. Es ahí donde saboreamos la verdadera alegría de los hijos de Dios, poniendo en primer término los derechos más fundamentales de las personas.

    ¿Qué tenemos que hacer? preguntaban a Juan el Bautista en aquel momento de expectativa y de tensión por los acontecimientos que sucedían… y Juan, fiel a su misión, respondía contundentemente a cada grupo que se le acercaba y según su propia condición

 
 - A todos pedía solidaridad con los necesitados…

- A los cobradores de impuestos que fueran leales y honestos en el desempeño justo que desarrollaban…

- A los constituidos en autoridad, que no se aprovecharan de nadie, sino que sirvieran desde su poder…

    En fin, ejemplos que expresan la actitud evangélica frente a las actuaciones inhumanas de quienes viven a costa de los demás. Es así también como Juan se presenta a favor de los humildes y los sencillos, a los que Dios nunca abandona como desconocidos, quiere Dios que la fe y la esperanza en Él se traduzca en un estilo de convivencia y cercanía, en un servicio que reivindica la justicia en defensa de los más indefensos y los necesitados

    Nosotros, pequeño grupo de creyentes, deberíamos ser el mejor símbolo y estandarte de la presencia del Señor en medio de su pueblo, dispuesto a reivindicar su justicia salvadora para con los más indefensos. ¡Cómo no alzaría la voz para prorrumpir en un grito esperanzado de júbilo y alegría! La salvación de Dios hunde sus raíces en el Amor imperecedero de Dios a la humanidad. Vivamos la gozosa alegría de la Salvación En la exhortación de Pablo, ese estad siempre alegres en el Señor; os repito, estad alegres, resuena el eco de aquel alégrate del anuncio del ángel Gabriel a María, ensimismada en la presencia del Señor (Lc 1,28), la pobre y humilde mujer nazarena en la que culmina el mensaje profético. Esta alegría es la que quiere el Apóstol que reine en la comunidad de Filipos como actitud, llevando a gala el trato afable y exquisito con los demás. Y con una actuación coherente: Tomad en consideración todo lo que hay de verdadero, de noble, de justo, de limpio, de amable, de laudable, de virtuoso y de encomiable. Podemos recordar al Bautista ¿qué tenemos que hacer? 

    En fin, Jesús quería para sus discípulos, sus amigos, la alegría completa. El gozo de saberse queridos, como él, por el Padre Dios. Una alegría no sustentada en vanas y pasajeras satisfacciones personales, sino edificada sobre la misma flaqueza y debilidad humana. Y es que la alegría del Espíritu entra en el corazón que se abre por la fe al misterio pascual de la Vida en la muerte, Misterio que celebramos ahora en la Santa Eucaristía. Un Don de Dios en el que ya no cabe temor alguno.

Antonio Aranda Calvo. Sacerdote.

 

 

 


lunes, 6 de diciembre de 2021

SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA

 


La Inmaculada del Escorial
Murillo, Bartolomé Esteban
Copyright de la imagen ©Museo Nacional del Prado

 

“No temas María, porque has encontrado Gracia ante Dios”

LECTURAS: Génesis, 3,  9-15.20; Salmo,  97 “Cantad al Señor un cántico nuevo porque ha hecho maravillas”. Efesios, 1, 3-6. 11-12. Lucas,  1,26-38. 

Una mujer canta en este día: “El Señor hizo en mí maravillas ¡Gloria al Señor!” Y su voz llega a toda la creación por todos los siglos.  Con esta fiesta se nos pone ante los ojos y en la vía de solución el problema de “pecado y gracia”. Es el Dios del AMOR quien lo solventa. A través de la mujer del Génesis, Eva, que se carga de culpabilidad y de la mujer María como aparece en la Anunciación, queda resuelto  desde el Amor de Dios, lo que hoy el antifeminismo o feminismo no son capaces de hacer con discusiones estériles. 



 Lienzo de La Inmaculada, emplazado en la parte alta de la calle lateral derecha del cuerpo del retablo del convento de las Carmelitas Descalzas en Jaén.

 

El texto del Génesis leído  es una explicación religiosa, según tradición de ambientes diversos, de la existencia del mal en el mundo: el ser humano (Adán y Eva) la serpiente encarnación del poder maligno. Desde siempre la culpa se cargará sobre el más débil (aquí la mujer) azuzada por ese ser mítico, más poderoso que nosotros, cual es la serpiente. El relato debe limpiarse de los muchos mitos que contiene, (comer del árbol, la tentación, la serpiente que habla y gana la partida…) pero no perdamos el sentido del mismo (el ser humano quiere adueñarse de todo, como un ser divino, estar por encima prescindiendo de Dios) Aquí aparece cómo en la relación con el otro  surge el egoísmo, “la culpa es del otro” lo que explicaría tantos y tantos desastres en la humanidad y entre los pueblos. El hombre sin Dios no tiene sentido... y ¿Quién podrá volverlo a Él? 

Será Dios mismo quien se encuentre de nuevo con el hombre en su Hijo nacido de una mujer. Siempre se ha proyectado en  este texto la promesa de Dios que ya podemos percibir cuando en vez de proyectar el mal sobre los otros nos entregamos por amor…SERÁ EL EJEMPLO DE JESÚS.  

En la Segunda lectura se nos presenta a Cristo, ya intuido en la Primera, en Él está presente toda la humanidad y en Él Dios nos ha elegido para ser santos y sin tacha por el amor. Dios en Cristo nos ha destinado a ser sus hijos no sus rivales, por ello no debemos vivir tampoco nosotros como rivales, cerrados en el temor, sino en el gozo y la alegría del Amor. Cristo, pues, viene para romper definitivamente esa historia humana de negatividad, y nos descubre, por encima de cualquier otra cosa, que todos somos hijos suyos; que los hijos de Dios, hombre o mujer, esclavos o libres, estamos llamados a la gracia y al amor. Esta es nuestra herencia.  

El Evangelio escuchado es el reverso del Génesis. La Anunciación es un relato bien conocido, lleno de belleza y de símbolos liberadores; escrito en otros tiempos y con otra mentalidad, hoy podemos percibirlo como un texto reivindicativo de la mujer, la grandeza de lo débil. Se nos muestra cómo Dios, que había creado al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza, tiene que decir una palabra definitiva sobre ello. Muchas páginas en la Biblia están redactadas desde la superioridad del hombre, pero en esta, en la que Dios quiere actuar de un modo nuevo, extraordinario e inaudito, para arregla el mundo manchado por el poder del mal, será la mujer la que abriéndose a Él y a su gracia, dé la respuesta capaz de traernos al Salvador. En los comienzos de la historia aparece la humanidad manchada por el orgullo, el miedo, las acusaciones y enfrentamientos, ahora, desde un lugar y ante una muchacha desconocida, da comienzo la novedad de “Dios con nosotros” la Encarnación. María presta su seno materno a Dios para engendrar una nueva humanidad desde la gracia y el amor. ¿Cómo? Entregando su ser humano a la voluntad del Dios Misericordioso.  

  


 La Anunciación

Tabla en el retablo mayor, “joya” del Naturalismo Barroco, de la iglesia parroquial de San Bartolomé Apóstol en Villarrodrigo (Jaén).


    Quedémonos en que Dios ha intervenido definitivamente a través de María, en la Historia, en la vida de los hombres, en el mundo creado, y lo ha hecho de modo Salvador, reconciliador, con el perdón y la misericordia en su Hijo Jesucristo. MARÍA portadora de este DON no podía estar tocada por aquel egoísmo que trajo el mal al mundo, luego tuvo que ser Inmaculada, es decir, “que la Santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios Omnipotente, en atención a los mérito de Cristo Jesús, Salvador del género humano…” Fue así declarado por el Papa Pío IX en la bula Ineffabilis el 8 de diciembre de 1854.  

  

 


Retablo de la Inmaculada Concepción
(Bernardo de Ocaña.1786)
Madera tallada policromada y dorada.
Pinturas: Anónimas. Óleo sobre lienzo
Capilla de la Inmaculada Concepción.
S. I. Catedral de Jaén.

 

 Antonio Aranda Calvo. Sacerdote. 

 

Nota: A continuación encontraréis, a modo de epílogo, la vida de la Virgen recreada en ocho pequeños lienzos conservados en el museo Carmen Thyssen (Málaga). Esta parte se debe a  Miguel Mesa Molinos, colaborador valioso en este blog, a quien damos las gracias.














 

viernes, 3 de diciembre de 2021

SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO 5 DE DICIEMBRE DE 2021

 


 Corona de adviento en el presbiterio de la iglesia parroquial Santa Teresita del Niño Jesús en la Matea.

 

 «Preparad el camino del Señor»

  LECTURAS: Profeta Baruc 5,1-9; Salmo 125 El Señor ha estado grande con nosotros  y estamos alegres. Filipenses,1,4.6. 8-11. San Lucas 3,1-6. 

     Hemos escuchado el mensaje de dos profetas: Baruc y Juan Bautista. Con ellos la Palabra de Dios nos invita a mirar hacia el futuro. No obstante, se trata de un futuro cumplido, y que se va cumpliendo hasta el encuentro final. Baruc anuncia la salvación con gozo y alegría… ¡ya vuelven!… ¡ya llegan!; Juan Bautista: “allanad los senderos, rellenad los valles, que los montes se abajen”. Y en efecto,  Israel regresó del exilio y Juan Bautista preparó los caminos para que se viera “la salvación de Dios” en Jesucristo. Esa promesa/cumplimiento de que nos habla la Palabra es la garantía con la que el creyente ha de mirar hacia la segunda venida de Jesucristo, con toda confianza. “El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres”. Es la actitud que debemos tener en el Adviento 2021.   

La venida definitiva del Señor es lo que plantea la segunda lectura. Así en la conversación epistolar de Pablo con los cristianos de Filipos, leemos: “Esta es nuestra confianza: que quien ha inaugurado entre vosotros la buena obra, la llevará adelante hasta el Día del Cristo Jesús”. La situación de los cristianos de hace siglos es semejante a la nuestra, tras la Encarnación, Vida, Muerte y Resurrección salvadora de Jesucristo avanzamos por la historia aguardando se cumpla la promesa de su Venida Gloriosa. Mientras tanto, intentamos ser fieles y luchar por la causa del Reino y su justicia. Pero las cosas no son fáciles, ni antes ni ahora. El vivir diario está cargado de problemas (económicos, políticos, sanitarios, sociales, espirituales), pérdidas de sentido, de fracasos, de soledades e incomprensiones, que pueden acabar con esa esperanza; es decir, con la confianza en el futuro prometido y, por tanto, debilitar la fe en el presente. Ante esta situación, ¿Qué se puede hacer?  

Conviene fijarse en tres llamadas de la Palabra de Dios para encontrar respuesta a las preguntas que implica: ¿vivimos la actitud de la esperanza?, ¿Qué se puede hacer frente a la tentación del desaliento? La primera respuesta nos viene dada al comienzo del evangelio de Lucas.

 1º.- Se trata de ubicar con precisión el momento histórico en el que la Palabra vino a Juan Bautista para que este comenzara su misión profética. El autor quiere señalar cómo la Palabra de Dios entra en contacto con la  historia, con la realidad misma; muestra que la promesa de Dios no defrauda. Realmente la Palabra de Dios, entra en nuestra vida mediante la Encarnación, es la lección que hemos de recibir en este domingo de Adviento. Siguiendo “la ley de la encarnación”, cada uno debemos entrar de lleno en nuestro contexto  relacionándonos con vitalmente: con los acontecimientos, los hechos concretos, situaciones, estilos de nuestra sociedad. Esto quiere decir insertarnos en la realidad: en una realidad a la que viene la Palabra de Dios, pues desde la Encarnación del Verbo, trata de salvar y liberar a nuestro mundo. Es decir, la Palabra de Dios sigue conectando hoy con la historia y continúa teniendo una intención salvadora sobre ella; la Palabra desea que sus seguidores  hagan resonar esa Palabra en el mundo y, dentro de él se escuche la invitación en pro de una conversión humanizadora y de salvación.  Dos cosas muy prácticas: a) frecuentar la Palabra de Dios, meditándola y dejémosle más espacio en nuestras vidas y b) siendo conscientes de la realidad en la que nos hallamos; no intentemos evadirnos de ella; el Dios cristiano que dibuja el Adviento es un Dios encarnado en la realidad del mundo.             

2º.- Se nos invita a la conversión -Juan el Bautista- Esta sigue siendo necesaria en nuestros días. Hemos de volver a convertirnos a la Palabra (a Jesucristo) e invitar a la conversión a nuestros hermanos. No podemos decaer y dejarnos llevar ante los conflictos y problemas. Esa es nuestra responsabilidad creyente. Una responsabilidad muy importante porque significa, ni más ni menos, que, si la cumplimos, proyectaremos a nuestro alrededor la esperanza de que otro mundo es posible y de que las cosas pueden ser de otra manera… conforme al plan de Dios.

 Y por último, 

        3º.- Debemos intensificar en el Adviento la oración de los unos por los otros. Orar, como Pablo recuerda en la carta a los Filipenses: “Y esta es mi oración: que vuestro amor siga creciendo más y más en penetración y en sensibilidad para apreciar los valores. Así llegaréis al Día de Cristo limpios e irreprochables, cargados de frutos de justicia por medio de Cristo Jesús, para gloria y alabanza de Dios”. 



La Virgen de la Antigua, Excelsa Patrona del Cabildo Catedral, en el altar mayor de la Iglesia Catedral Nuestra Señora de la Asunción, presidiendo la corona de adviento.

 Antonio Aranda Calvo. Sacerdote. 

 


EN LA FIESTA DE LA VIRGEN DEL CARMEN 16 de Julio.

  (Dedicado a los fieles de Monte Lope Álvarez en la Fiesta de su PATRONA )   !VIVA LA VIRGEN DEL CARMEN! ¡Virgen del Carmen! Reina de mares...