Vistas de página en total

viernes, 30 de octubre de 2020

DOMINGO XXXI. Día 1 de Noviembre 2020. FESTIVIDAD DE TODOS LOS SANTOS.

“SED SANTOS COMO EL PADRE DIOS ES SANTO” 

 


   Celebramos hoy la Fiesta de todos los Santos, coincidiendo con el Día del Señor. La Liturgia de esta Fiesta de “Todos los Santos” prevalece sobre el domingo y por ello las Lecturas, que se han proclamado. Hoy es un día de gran tradición cristiana, y muy popular, pues unido a la Conmemoración de los Difuntos, la celebra piadosamente el Pueblo de Dios.  

   Pero, ¿de qué fiesta se trata? Celebramos a todos aquellos hombres y mujeres, cuyas vidas han sido un testimonio de amor a Dios y al prójimo, no solo en palabras, sino en actitudes y en obras. Según veíamos el domingo pasado, la esencia del ser cristiano, el mandamiento principio y fundamento de todo es el “Amarás al Señor tu Dios con toda tu alma y con todo tu corazón y al prójimo de la misma manera”. Las vidas de los santos han atestiguado la Verdad de Dios y han ayudado a otros a descubrir a ese Dios, Padre de Misericordia, Perdón y Amor. Ellos han sido testigos de la presencia de Dios en el mundo, de su Amor hasta el extremo de dar la vida por todos nosotros en su Hijo Jesucristo y de ofrecernos el gran Proyecto para un mundo nuevo y una humanidad nueva: Un Padre Único y una gran familia de hermanos, una sociedad fraterna, en la que reine las paz, fruto de la justicia y de la verdad… así nos quiere el Señor y a eso tenemos que aspirar y con su Gracia seremos “santos” como desea el Padre Celestial. 

 Santos son los hombres y mujeres de todos los tiempos, canonizados o no, personas que caminan por nuestras calles, “hermanos de la puerta de al lado” como dice el Papa Francisco, que en el quehacer diario y en el empeño de sus propias vidas, se han comprometido con quienes sufren, con los que tienen hambre y sed de justicia, han luchado por tener un corazón limpio, libre de envidias y de rencores. Son aquellos que se han reconocido pecadores, han sentido el perdón, el amor y la ternura de Dios y por ello, también, han perdonado y han amado, aún a los enemigos. Ellos nos acompañan en nuestro caminar, con su ejemplo e intercesión animan a las comunidades cristianas y nos ayudan a mantenernos en la lucha por hacer un mundo más humano; nos ayudan a llevar las cruces de la vida y a llevar las de nuestros prójimos, perseverando en medio de las dudas y dificultades. Ellos nos ayudan a mirar a Jesús  a amarle y seguirle, como el único y verdadero modelo de vida: “venid a Mí todos los que estáis cansados y agobiados y Yo os aliviaré”… “aprended de Mí que soy manso y humilde de corazón” “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” Los santos de todos los tiempos nos enseñan, también a amar y venerar a la Santísima Virgen María, Madre de Jesús y Madre nuestra, aprendiendo de Ella en el seguimiento a su Hijo Jesús.    

   ¿Cuál es su mensaje? De momento, esta Fiesta nos da la oportunidad de reflexionar  sobre el alcance de la Santidad en la vida; no se trata de perfectos, ni de héroes o superdotados; no nos orienta a un voluntarismo perfeccionista en el que hayamos de superar la “carrera de obstáculos…” porque no se trata tanto de nosotros mismos, cuanto de que nos abramos a la acción de Dios, que obra en cada uno; que nos dejemos hacer por Él; que sigamos su llamada; que le seamos fieles… y lo demás se nos dará por añadidura. Hemos celebrado en estos días a San Francisco, Santa Teresita del Niño Jesús, Santa Teresa de Ávila, a la Virgen con el título del Rosario o del Pilar, se nos ofrecen en la 13 de Televisión, películas de Santos más cercanos a nosotros, San Juan Bosco, Papas como Juan XXIII, San Juan Pablo II, otros como Felipe Neri. Mártires de todos los tiempos y también actuales. Todos pueden ser ejemplos para nosotros e intercesores ante Dios a favor nuestros. 

   La Palabra de Dios nos presenta hoy la realidad de una multitud  de santos anónimos, plenos de vida evangélica, de experiencia de Dios, de sentimientos y obras de caridad: “una muchedumbre inmensa, que nadie podía contar, de todas las naciones, razas, pueblos y lenguas, de pié delante del trono y del Cordero” (Apoc 7,2-4-9-14). Y esto, porque el don y la gracia, el sello y hasta el ADN  que marca sus vidas, no es otro que el ser  Hijos de Dios: “Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!... queridos somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos… seremos semejantes a Él porque lo veremos tal cual es… todo el que tiene esta esperanza en Él se purifica a sí mismo, como Él es puro” (1Jn 3,1-3).

Podemos decir con el evangelio de hoy, que  la santidad  vivida por Jesús, a la que nos llama es un Camino de Bondad y Felicidad.  Bienaventuranzas y obras de Misericordia: Mt. 5,1-12; 25. Un Camino y una Meta de Bondad, Felicidad y Comunión. 

Los 144 mil sellados de todas las tribus de Israel 
(Apocalipsis 7,1) 
(Que significa la universalidad de la salvación ganada por Cristo)

“…Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol…”

Apocalipsis de Saint-Sever.

 (El Beato de Saint-Sever, códice del siglo XI Se trata del primer Beato plenamente románico y también el único que conocemos creado fuera de España)

   Lo que hoy celebramos es el Amor de Dios, que ya ha acogido a los que nos han precedido y nos esperan a los que todavía estamos en marcha. Santidad es no perder nunca en nosotros la imagen de hijos de Dios, como hicieron y vivieron los santos. 

 Antonio Aranda Calvo. Sacerdote diocesano


 Nota: A continuación encontraréis, a modo de epílogo, una presentación del lugar histórico, según la tradición, donde se sitúan los hechos narrados en los Evangelios. Esta parte se debe a Don Miguel Mesa Molinos, colaborador valioso en este Blog, a quien damos las gracias.






No hay comentarios:

Publicar un comentario

EN LA FIESTA DE LA VIRGEN DEL CARMEN 16 de Julio.

  (Dedicado a los fieles de Monte Lope Álvarez en la Fiesta de su PATRONA )   !VIVA LA VIRGEN DEL CARMEN! ¡Virgen del Carmen! Reina de mares...