DOMINGO
XVI DEL T. O. 19 de julio. 2020
“Tú, Señor eres bueno y clemente”. Así
hemos cantado al Señor en el Salmo 85, porque fuera de Él no hay Dios que pueda
perdonar, porque su fuerza es ser indulgente con todos, porque juzga con
moderación y nos gobierna con mucha indulgencia… así nos ha enseñado a ser
humanos, perdonarnos unos a otros y vivir en la esperanza de su perdón y su
amor.
Estamos en el Domingo 2º DE LAS
PARÁBOLAS SOBRE EL REINO; EL PRIMERO FUE EL SEMBRADOR (HOY se nos habla de LA
CIZAÑA, EL GRANO DE MOSTAZA y LA LEVADURA)
·
Riquísimas
sugerencias para comprender el Reino de Dios y luminosas llamadas para que cada
cristiano tome posición y responda al Señor en su corazón.
·
Con
la cizaña, se destaca que hay poderes empeñados en impedir la buena cosecha y
que esa cizaña se debe atajar con lucidez y paciencia; son los obstáculos que
surgen desde diversos frentes al R. de D. y a los que el cristiano ha de estar
atento…
·
El
grano de mostaza, simiente pequeña a la que se compara el Reino… crece como
nadie podía pensar con la fuerza de Dios, la acción de su palabra, el trabajo
del sembrador, la respuesta libre y generosa del hombre…
·
La
levadura significa cómo el Reino crece y fermenta desde dentro, sin
apariencias, y así se desarrolla para llegar a todos. El Reino se hace presente
en medio de la sociedad, junto a las realidades de la vida… está mezclado con
todo, nada aparte, ni fuera de la realidad de la masa, no se confunde con ella
sino que la fermenta.
1.- Se refiere, sobre todo, esta Parábola
al crecimiento del Reino de Dios: la energía de la semilla es tal que se
desarrolla por sí misma… y el sembrador, que la esparce con toda fe, desde el
inicio es el gran actor; a partir de aquí, comienza a crecer, pero en ningún
momento libre de obstáculos o exenta de enemigos. El R. de D. crece; nada le
puede frenar, incluso en medio de la mala semilla… y a veces hasta se puede
confundir con ella… por eso prudencia, mucha prudencia, siempre comprensión,
tolerancia y diálogo.
2.- Este Reino es un reino universal,
para todos, sin exclusión ni preferencias de unos sobre otros: “Id al mundo
entero…” Dios quiere que su Reino llegue a todos, aunque sea humilde y
sencillo, esto no quiere decir sea timorato, ni se esconda o no sea capaz de
plantarse en medio de la sociedad y anunciarse con brío y convicción.
3.- finalmente el R. de D. no se
desarrolla en las apariencias de lo grande y suntuoso, sino que se desenvuelve
desde el interior, como la levadura y comienza por una semilla pequeña como la
mostaza.
Tres
llamadas por tanto a raíz de la Parábola, en relación con el Reino de Dios:
a) Llenarnos
de la semilla, que sea vida nuestra pues es la Palabra de Dios y tiene que
alimentarnos; dejarnos guiar por su Sembrador, que es Jesús, su estilo,
sus gestos, sus enseñanzas; seamos prudentes, dialogantes con los que llevan
otra semilla, a veces cizaña, no minusvalorando o despreciando lo nuestro pero,
sabiendo que nuestra comunidad no es un grupo de perfectos, puros e iluminados,
siempre puede haber en medio cizaña. Y que nadie se adelante a la historia
dando un juicio definitivo, el cual sólo corresponde a Dios.
b) Espíritu
abierto, visión universal, Cristo nos llama a ser uno, sin preferencias ni
acepción de personas, porque todos en Él somos hermanos e hijos de Dios, pero
en el respeto mutuo y en la comprensión fraterna.
c) Las parábolas del grano de mostaza y
la levadura señalan bien a las claras lo modesto y casi insignificante de
los comienzos del Reino frente al espléndido final. Por eso, en medio de las
dificultades, siempre la confianza en el Señor.
d) Miremos hacia adentro en nuestra
vida cristiana, las apariencias, el Señor las ha criticado y despreciaba al
creyente de fachada: “no vayáis diciendo… no recéis a voces… no deis limosna
para que os vean…” vosotros que no sepa vuestra mano izquierda lo que hace la derecha,
reza en lo oculto de tu corazón y así vuestro Padre que ve en lo oculto os
premiará…
Que
la Virgen con el título del Carmen cuya fiesta hemos celebrado en estos día nos
proteja y acompaña. Amén.
Antonio
Aranda Calvo. Sacerdote.
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