“Ha nacido el Niño
Dios,
venid todos a
adorarle,
con músicas y
canciones
y el corazón para
amarle”
Os envío esta reflexión para la Semana de Navidad.
- Ha nacido el Niño Dios: La más maravillosa noticia que nos ha llegado a los humanos… podríamos decir (pensando en la fusión nuclear, en la que se produce algo ilimitado, más de lo que se da…más de lo que se pierde, el llamado gran adelanto del Siglo XXI) que de la fusión de Dios con María, sin perderse absolutamente nada, sin que crezca ni Dios ni el hombre, siguiendo un Dios verdadero y un hombre completo, hijo de María, ha aparecido alguien que nos trae la Vida definitiva, nos ha dado sentido al esfuerzo y a la lucha en cada día y al gozo pleno que esperamos en el ENCUENTRO CON ÉL. ES ENMANUEL.
- Venid todos a adorarle: Si, todos los seres humanos estamos llamados a adorar al HOMBRE que está por encima de todo, Él es nuestro libertador: Hijo de Dios, nacido en pobreza máximo, vivió la condición humana poco cualquiera de nosotros, emigrante en tierra extranjera, perseguido desde niño, se desarrolló en un hogar pobre “de artesanos” y después convivió con pescadores; de entre los humildes surgieron sus seguidores, los más cercanos eran pescadores…no despreció a nadie, sólo a los que negaban la Luz porque cerraban los ojos; los que vivían en la hipocresía y la falsedad; los que vivían de apariencias. Jesús, exponente de la Verdad y del Verdadero Dios, murió condenado por las Autoridades, civiles, militares y religiosas, en el suplicio de la Cruz, fue sepultado, pero resucitó al tercer día, como lo había dicho…Está sentado junto al Padre y ha de venir a presentarnos como TROFEO PROPIO ANTE EL DIOS ÚNICO Y VERDADERO.
- Con músicas y canciones: Con la alegría
que supone el acontecimiento, con expresiones de gozo y paz, con esas actitudes
que son propias de Dios, el único que es feliz, porque es lo que es.
- Y el corazón para amarle: Porque esto es lo que Él más desea, nuestro corazón y con él nuestro amor. Fue el AMOR el mandato que Jesús nos dejó; es el AMOR lo que dignifica a la persona; es el AMOR lo que nadie, en buen juicio, puede rechazar, más aún el amor es tal para el ser humano que “vivir sin él es imposible”; es el AMOR lo que define a Dios mismo, según San Juan “Dios es AMOR… y nadie puede decir que ama a Dios a quien no ve, si no ama al PRÓJIMO a quien ve”… junto a él y más aún si está necesitado. Jesús quiere que le demos nuestro corazón, con sus sentimientos, con sus penas y alegrías, quiere que nos abramos a él como somos…que Él nos enderezará y nos pondrá en su dirección… quiere Él ser querido por nosotros sobre todas las cosas, con toda la fuerza, con todo nuestro ser, CON TODO EL CORAZÓN. Como dice el poeta: “si me quieres quiéreme entera…” o la copla: “corazones partidos yo no los quiero que cuando doy el mío lo doy entero” Como nuestros místicos (Santa Teresa, San Juan de la Cruz) Está el místico que muere de amor por amor a Dios “Vivo sin vivir en mi…Y el amante que dejó de amar y suspira diciendo: “lo peor, lo más terrible, es que vivir sin él, es imposible” Porque “Mi tierra? Mi gente? El desierto y la muerte? Y mi vida, dime mi vida ¿qué es si no es el AMOR?
Por
eso, hermanos, nuestro corazón para amarle y amarle de corazón.
Antonio
Aranda Calvo. Sacerdote.
©mmesa
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