Así fue el pasado 8 de agosto, una tarde de verano, en que
recordamos al joven seminarista, jiennense, que entregó su vida por Dios hace
86 años; tarde calurosa como lo están siendo todos estos días, pero con un poco
de compasión, pues corría una suave brisa que aligeraba el bochorno a eso de
las 7 de la tarde; comenzaron a llegar al templo parroquial de Ntra. Sra. del
Carmen, amigos y devotos del Beato hasta acercarnos al centenar.
01_Acto inicial de oración
Tarde del 8 de agosto, fiesta universal de Santo Domingo y de la Orden Dominicana y fiesta más local del Seminarista Mártir, beatificado por el Papa Francisco hace 9 años en un espléndido 13 de octubre de 2013 en la ciudad martirial tarraconense; en ella se oyó el nombre de Manuel Aranda Espejo, nacido en el territorio de Monte Lope Álvarez, en los límites de Jaén con Córdoba, por los términos de Martos con Baena. En esta tarde tórrida nos reuníamos para recordar a Manuel en el jardín de la Parroquia, plaza que lleva su nombre, amigos y familiares, después de dos años sin vernos por este motivo: alegría y entusiasmo al volver a una celebración cuya fecha es inolvidable, 8 del VIII… y a las 8 el acto central.
Se oyeron las campanas del Templo, nos dispusimos a orar ante el
Santísimo Sacramento y con devoción recordamos que nuestro seminarista apoyaba
su vida cristiana en este sagrado misterio y en la Virgen María, ya entonces
con el título del Carmen. Con la bendición y el canto a Ntra. Sra., iniciamos
una marcha o peregrinación hacia la CRUZ, camino de suave aspereza, pero que
nos recordaba el sentido cristiano del camino hacia la meta.
El lugar de la Cruz, manifiestamente remodelado, acogió a los
fieles y “entre olivares” celebramos la Eucaristía, “Cuerpo de Cristo partido y
Sangre derramada” por nosotros en semejanza con Manuel…Presidió la Celebración
Antonio Aranda Calvo y concelebró Don José López Chica, también canónigo de la
S. I. Catedral, Párroco de la Santa Cruz, Director de la Residencia Sacerdotal,
Profesor del Seminario-Centro Universitario San Eufrasio, quien expresó la paz
y el sosiego que se sentía en aquél lugar. Con verdadera devoción participamos
en el Santo Sacrificio, haciendo siempre presente a la Santísima Virgen, cuya
imagen del Carmen vigila amorosamente la Cruz.
La Asociación invitó a un refresco en el Bar-Restaurante “La Revuelta”, donde departimos, fraternalmente, hasta bien entradas las 10 de la noche.
Fue una tarde de agosto, calurosa como no podía ser de otra manera,
pero hasta regada con unos botellines de agua fresca y sobre todo inundada de
la Gracia del Espíritu Santo, que fortaleció a Manuel para decir SI a Dios,
hasta el final movido por el Amor a su Amigo y Señor Jesús. ¡Buen ejemplo!
¡Ruega por nosotros!
Monte Lope Álvarez a 8 de agosto del 2022
Antonio
Aranda Calvo. Sacerdote
No hay comentarios:
Publicar un comentario