LECTURAS:
Hechos de los Apóstoles 2, 1-11; Salmo 103: “Envía tu Espíritu Señor y repuebla
la faz de la tierra”. 1ª a los
Corintios, 12, 3-7. 31-34. Evangelio de San Juan 20, 19-23.
Comencemos con una oración: Pidamos al Espíritu Santo, que hoy celebramos, nos llene los corazones de su Gracia y encienda en nosotros el fuego de su Amor…Por nuestra parte, dispongámonos, desde la fe, para que entre en nosotros y estemos bien dispuestos para la misión que ese mismo Espíritu nos va a encomendar. Él nos hará caminar… iluminará nuestras decisiones, nos hará vivir llenos de vida y de luz.
¡Ven, Espíritu Santo!
Llena los corazones de los fieles!
Pentecostés
Maíno, Fray Juan Bautista (Pastrana, Guadalajara, 1581 - Madrid, 1649)
1612 - 1614. Óleo sobre lienzo, 285 x 163 cm
Copyright de la imagen ©Museo Nacional del Prado
Así pues, Espíritu Divino, danos hoy los siete dones, Padre
Amoroso del Pobre, ¡socórrenos!
- Sana nuestro corazón enfermo
- Enjuga nuestras lágrimas
- Reconfórtanos en los duelos
Espíritu Santo, divino huésped del alma, ven a nosotros en este día, pues contigo.
- Todo es vida
- Sin Ti nos falta la alegría
- Tú nos das la armonía en el propio espíritu
Y también entre los hermanos para ser la gran familia de Dios.
Tú nos haces Iglesia, Comunidad unida, que camina en la libertad de los hijos de Dios, en la diversidad enriquecedora y en la unidad que nos identifica; así iremos sembrando con la palabra y las buenas obras tus siete dones que nos santifica.
Estamos en el día de Pentecostés. El Espíritu Santo nos es enviado por Cristo Jesús, como aquella noche del día primero de la semana, estando los discípulos dentro, ocultos, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. ¡Que llegue hoy también a nosotros, en nuestras circunstancias concretas!... pero que como sucedió con los Apóstoles llene nuestro corazón de su paz y que su alegría se injerte en nuestra alma. Jesús les deja el Espíritu para que ejerzan el ministerio de la reconciliación, lo que para nosotros hoy significa:
Reconciliarnos con el Padre, recibir el perdón a través del Sacramento, desde un arrepentimiento sincero y desde el vivo deseo de volver a Él.
Reconciliarnos
entre nosotros creando una comunidad fraterna de perdón y misericordia.
Y pues que el Espíritu viene a renovar, tierra nueva y cielo nuevo… asumamos la Misión de RENOVARNOS: Renovar nuestra Comunidad y Renovar la sociedad en la que vivimos.
Antonio
Aranda Calvo. Sacerdote.
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