La celebración
litúrgica de la Asunción prevalece sobre el Domingo, así se nos presenta el
Misterio de Dios tan Encarnado en una mujer llamada María, que en Ella eleva a
toda la humanidad hasta el Trono del Padre.
- Dios quiso que María participara plenamente del Triunfo de su Hijo, sobre el pecado y el mal… porque iba a ser su Madre, y así, de ninguna manera podía ser tocada por maldad alguna; por eso concebida sin pecado original… y después de una vida santa, fiel a su Hijo Jesús, a su servicio, hasta ofrecerlo en la Cruz, Ella también señalada por la espada que preconizó el anciano Simeón, era lógico que le siguiera en su Triunfo, tomando posesión del Cielo, Asunta a la más alto de la Gloria, llevando consigo a la humanidad, puesto que de nuestra carne y hueso es María.
- El pueblo cristiano la aclama de mil modos bienaventurada y plena de gracia. Prueba de ello son las fiestas marianas que con el nombre de los Misterios Principales (Inmaculada, Maternidad Divina de María, Asunción a los Cielos …) o con nombres y devociones, salidas de la fe de ese pueblo, utilizando lugares, apariciones, santuarios y otros muchos modos de expresar el amor y veneración a la Señora … la aclamamos, poniendo en ella nuestra confianza: Ella, Reina y Madre de Misericordia, Vida y dulzura nuestra…Ella a la que clamamos, ante la que suspiramos en este valle de lágrimas, abogada nuestra. Ella a la que confiamos nos muestre a su Hijo y nos lleve ante Él; Ella a la que encomendamos el poder ser dignos de alcanzar y gozar las promesas de Ntro. Sr. Jesucristo, su Hijo.
Altar mayor de El Sagrario. S. I. Catedral de Jaén
Mariano Salvador Maella.
1794 óleo sobre lienzo. 660 x 305 cm
Firmado (en un papel dentro del libro sobre los escalones, a los pies del Apóstol ubicado en primer término a la derecha):
«M. Maella P.t año 1794».
- Seguro que cada uno de nosotros
tenemos una rica y tierna experiencia de relación filial con María: Su
Hijo nos la dio en el Calvario, “ahí tienes a tu Madre” nuestra propia madre nos encomendó a Ella y tal vez nos
puso bajo su patrocinio… en momento difíciles hemos recurrido a Ella… Ella
es, quizá, la Patrona de nuestro Pueblo, a Ella, cada verano la tenemos
aquí, bajo el Título del Carmen, estrella de los mares, lucero mañanero
que anuncia el sol de la Verdad, la Justicia y el Amor.
Ercole Graziani. Entre 1740-1765
Óleo sobre lienzo. 115 x 90 x 4 cm
Exposición Permanente de Arte Sacro. S. I. Catedral de Jaén
- Todo lo dicho, es
el cumplimiento de lo que ya predijo María en la Visita a Isabel y que el
texto evangélico nos presenta en el Magníficat: con la presencia de María,
Isabel se llenó del Espíritu Santo y en boca de María se puso aquella
preciosa profecía, “desde ahora me felicitarán todas
las generaciones, porque el Altísimo ha puesto sus ojos en la humildad de
su esclava…”
En la distinción a María de parte de Dios y del
pueblo cristiano, expresada en tantas manifestaciones de oración, entrega, amor
hacia Ella… así como a través del arte, propio del ser humano (poesía, pintura,
escultura, música, canto… ¡cuantas se han inspirado esta humilde doncella de
Nazaret!) … Todas estas distinciones son también un signo de la grandeza de la
mujer en el Plan de Dios, de vosotras mujeres, que tenéis en María el modelo a seguir
para vuestra realización plena. ASÍ SEA.
Antonio Aranda Calvo. Sacerdote.
Composición: M.Mesa
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