LA SAGRADA
FAMILIA
Al celebrar, este año la Sagrada Familia, os propongo mirar a nuestros Ancianos, siguiendo el Mensaje de la Comisión Episcopal, con el título: "Los ancianos, tesoro de la Iglesia y de la sociedad", y así entresaco algunas ideas y párrafos, bajo la mirada de JESÚS, MARÍA Y JOSÉ y os pongo bajo su protección.
Las personas en la vejez son una riqueza para la Iglesia, la cual siempre ha tenido "una cultura de cercanía a los ancianos y el deseo de ofrecerles un acompañamiento afectuoso y solidario en la fase final de la vida". Nos dice el Levítico (19:32) "Levántate ante el canoso, honra la persona del anciano y teme a tu Dios", nos recuerdan los obispos españoles que "es el mismo Señor de la vida quien, a través de su Palabra, nos invita a venerar a los ancianos", porque "su conocimiento, su experiencia, su sabiduría los hace dignos de ser consultados", "no son meros destinatarios de la acción pastoral de la Iglesia, sino sujetos activos en la evangelización", especialmente en lo que se refiere a "la familia, la contemplación y la oración, la prueba, la enfermedad, el sufrimiento, el compromiso de vida".
De ahí la exhortación a las familias cristianas para que "no se dejen influenciar por la mentalidad utilitaria", según la cual "el que no produce debe ser descartado". Los ancianos en la “Iglesia doméstica”, que es la Familia, son un vínculo que une a varias generaciones; por ello no deben "ser aislados y dejarlos al cuidado de otros", pues la propia familia será "mutilada y empobrecida", "privando también a los jóvenes del contacto necesario con sus raíces y la sabiduría necesaria para el crecimiento personal.
“LA SAGRADA FAMILIA DE BELÉN” EN EL TRASCORO DE LA S.I. CATEDRAL DE JAEN.
Pero además de ser el tesoro de la Iglesia, los ancianos son también "el tesoro de la sociedad", porque, en el contexto contemporáneo en el que se reivindica "la libertad sin límites y sin verdad", "nos ayudan a valorar lo esencial y a renunciar a lo transitorio", sobre la base del amor y el servicio al prójimo. Estos elementos son "el verdadero fundamento en el que todos debemos basarnos para acoger, levantar y ofrecer esperanza a nuestros semejantes en medio de las dificultades de la vida". Y esto es aún más cierto en este tiempo de pandemia: "En un momento de prueba, cuando nuestras creencias se cuestionan, miramos con admiración la dedicación heroica de tantos profesionales y voluntarios" que se han dedicado a los ancianos, "los más afectados por la crisis sanitaria". Esto es "una lección que hay que aprender", porque "una civilización que descarta a las personas mayores tiene el virus de la muerte". "Cuidemos de los ancianos enfermos porque el enfermo que se siente rodeado de una presencia amorosa, humana y cristiana, supera toda forma de depresión y no cae en la angustia de quienes, en cambio, se sienten solos y abandonados a su destino de sufrimiento y muerte".
"La vejez forma parte de la
existencia humana y es "una
vocación" que no implica "meter los remos en una barca", sino
que la sociedad debe estar más preparada, "espiritual y moralmente, para
"dar a esta fase de la vida todo su valor". Finalmente, siguiendo el
ejemplo de la Familia de Nazaret, los obispos españoles exhortan a todas las
familias a ser verdaderas "casas de caridad, guardianes del tesoro
representado por los ancianos".
P.D. (Miguel Mesa
Molinos).
Rezar una oración ante el cuadro de la “LA SAGRADA FAMILIA DE BELÉN” en el silencio de la S.I. Catedral de Jaén, es una experiencia que te llena el corazón de alegría. Contemplar la dulzura de María, la bondad de José, la pequeñez de Jesús en sus brazos, y la llamada de atención de Juan niño, no te deja indiferente.
BOCETO DE 42*28 PINTADO AL ÓLEO SOBRE
LIENZO QUE SIRVIÓ DE BASE PARA EL ORIGINAL (Propiedad de J.L.)
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